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David Spatin,

americano de Nueva York y fotógrafo de profesión, se cansó un día de soportar el tráfico de su ciudad y se calzó unos patines, que, desde abril, se han convertido en su medio de transporte. Su novia, patinadora profesional, y un accidente de tráfico fueron decisivos. «La necesidad», dice David, «es la madre de la creatividad», porque así fue como sele ocurrió recorrer Europa en patines y escribir después un libro-guía sobre cómo moverse por las grandes ciudades europeas encima de las ocho pequeñas ruedas. El título de su libro será Vea diez veces más Europa, porque en patines, según David, «se pueden ver más cosas en menos tiempo sin necesidad de aguantar Metros, autobuses y embotellamientos».Los traslados de una ciudad a otra los hace en avión o en tren, y, una vez en el punto de destino, saca los patines de su mochila, se cuelga una cámara fotográfica del cuello y recorre a su aire la ciudad. «Es casi como ir a pie», dice, «pero no te cansas tanto. Es algo que sólo se puede hacer si dominas bien los patines, pues el tráfico es, a veces, peligroso». Ha estado en la República Federal de Alemania, sur de Francia, Lisboa y Marruecos. En su paso por España ha visitado Barcelona, Pamplona, Segovia y Madrid. De esta última ciudad dice que ha sido para él la más difícil de recorrer, por su excesivo tráfico y su accidentada orografía, aunque recuerda con horror las calles de cantos rodados de Segovia, donde, dispuesto a promocionar su libro, se subió sobre los patines al acueducto para hacer algunas fotos.

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