Cuando llegue el otoño
Agosto se presenta de pronto y pilla al país en plenas especulaciones sobre las alianzas de UCD. Yo no sé quién es el responsable gubernamental de lanzamiento de rumores, pero habría que darle un premio porque lo hace muy bien. Cuando interesa se lanza el globo sonda del pacto UCD-Minoría Catalana, y de pronto aparece la alternativa de una alianza UCD-PSOE, defendida por, pásmense ustedes, Abril Martorell. ( ... )Lo cierto es que los atentados contra cuerpos especiales o Guardia Civil a cargo de ETA son el recíamo de la realidad frente a la cortina de humo de la especulación. (...)
Se juega con todo y todo está en juego. Adolfo Suárez, el gran croupier, está a punto de gritarel «No va más, señores», y, cuando llegue el otoño, los problemas estarán donde estaban antes de los debates, con el problema añadido de la cuestión de la OTAN. Decía Kissinger que para solucionar los conflictos había que llevarlos al borde del abismo, había que complicarlos. Miles y miles de vietnamitas pagaron el precio de esta brillante tesis. Millones de españoles pueden pagar un duro precio por la aplicación de esta estrategia a los conflictos hispánicos.
Y si les llega el rumor de que Abril Martorell recomienda un, Gobierno de concentración parcelaria, encabezado por, María Jiménez y El Estudiante, o por Bárbara Rey y Angel Cristo, ni se inmuten. Esperen el otoño. Sólo entonces estaremos en condiciones de comprobar la verdad o mentira de este rumor apasionante.
