Dos secciones aburridas
De todas las secciones que diariamente nos brinda EL PAIS, hay dos que nunca llegué a leer con atención, dos que no consiguen aburrirme tanto como la televisión, pero que pueden llegar a conseguirlo a este paso. Me refiero a «Revista de la Prensa» y «Madrid».Por lo visto, no hay nada interesante en nuestra capital, ya que, al margen de los sucesos penosos de que un niño se caiga por la ventana o que el ayuntamiento se plantee la necesidad de «reestructurar su funcionamiento para conseguir un amplio eco ciudadano en la consecución de las justas aspiraciones de una ciudad como Madrid, que pretende convertirse, y por historia e importancia lo es ya de hecho, en una de las urbes con más posibilidades de satisfacer las necesidades imperantes en la coyuntural actual», al margen de esto, digo, el resto es un anuncio. Y no digamos nada de eso que pomposamente llaman «Revista de la Prensa», donde, tras su lectura, nos encontramos con que ni sabemos cuál ha sido el espacio y opinión que merecieron en la Prensa tal o cual tema, ni conocemos Prensa que no sea siempre la misma, ni, en definitiva, podemos acercarnos un poco más a lo que otros periódicos dicen. Comprenda usted, señor director, que la Prensa es muy cara, y uno no puede comprar todos los periódicos que se editan, no ya en el mundo o en España, ni siquiera los que se publican en Madrid./