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Arturo Romaní pide nuevos criterios para la financiación de las refinerías

«La relación entre los recursos propios y ajenos se está deteriorando a marchas forzadas, tanto en Petroliber como en el resto del sector, debido al incremento de precios del crudo y a la obligación de mantener unos mínimos stocks de seguridad, lo cual hace que la imagen financiera de las empresas no mejore», manifestó ayer el director general del Patrimonio del Estado, Arturo Romaní, en la junta general de Petroliber, empresa de refino de la que el Patrimonio es accionista mayoritario, con el 54% del capital.

Romaní reclamó una modificación de «los criterios sobre los stocks de seguridad de las refinerías, porque éstas corren el peligro de descapitalización por la escalada de precios energéticos». Las refinerías están obligadas actualmente a mantener unos niveles de almacenaje de productos equivalentes a noventa días de producción. Debido al fuerte aumento de los precios de los crudos, las necesidades de circulante han crecido de forma muy intensa, hasta el punto de que una empresa como Petroliber tiene necesidad de aumentar sus recursos financieros para financiar el circulante en una cifra equivalente a 742 millones de pesetas por cada dólar de aumento en el precio del barril de petróleo. En el curso de la junta se puso de relieve que en el año 1979, si la refinería hubiera tenido la capacidad de refino d siete millones de toneladas, el aumento producido en los precios del petróleo hubiera exigido Petroliber un aumento de su financiación de 13.000 millones de pesetas para poder afrontar las mayores cargas.En el curso de la junta intervinieron el presidente de la sociedad, Jaime Fonrodona, que analizó la situación mundial del mercado petrolero y la situación de dependencia energética española; el consejero delegado y vicepresidente, Alfonso Fierro, y el consejero y director general, Emilio Sanz Hurtado.

El señor Sanz Hurtado explicó con detalle el plan de construcción de nuevas unidades de cracquing, que exigirán una inversión superior a los 14.000 millones de pesetas, pudiendo entrar en funcionamiento para el año 1982. en los primeros meses del mismo.

Para hacer frente a la financiación de tales inversiones, la sociedad afrontará en breve una ampliación de capital por importe de 1.497 millones de pesetas, liberada en un 15 %, con cargo a la cuenta de resultados. La sociedad obtuvo el pasado año unos beneficios de 675 millones de pesetas y reparte un dividendo del 10%.

Tras la ampliación de capital, los recursos propios de Petrolíber ascenderán a 8.800 millones de pesetas, y el capital será de 3.593 millones de pesetas. La firma norteamericana Marathon Oil ha asegurado su intención de suscribir esta ampliación de capital.

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