Senillosa: "La mayoría de dos tercios nos mete en un callejón sin salida"

«La democracia es, con gran respeto a las minorías, el gobierno de la mayoría, y las decisiones en una democracia se toman por mayoría simple. La exigencia de dos tercios, según el artículo 7 del Estatuto de la Radio y Televisión, para el nombramiento del Consejo de Administración, es un absurdo», afirmó el diputado de Coalición Democrática (CD) Antonio de Senillosa, a preguntas de EL PAÍS. «Obtener esos dos tercios», añadió, «fue el pírrico triunfo que los partidos Socialista y Comunista consiguieron, pagando para ello el enorme precio de dejar en manos del Gobierno el nombramiento del director general, que es quien realmente tiene todo el poder ejecutivo. Todo ello se hizo en contra de CD y todos los parlamentarios que intervinieron en su elaboración recordarán la machacona insistencia con que en la ponencia, en la comisión y en el Pleno repetí una y otra vez que con la mayoría de dos tercios exigida nos metíamos en un callejón sin salida; e insistí hasta el aburrimiento en que era el pueblo, a través de sus representantes en el Parlamento, quien debía elegir el Consejo de Administración, y éste, al director general».«Pienso que quienes integren el Consejo de Administración », agregó el señor Senillosa, «deben ser, o bien personas independientes de gran categoría intelectual, para que Televisión no sea mezquinamente partidista, o políticos de alta mira, nreferentemente parlamentarios. Sé que no piensan así casi todos los demás partidos políticos, pero en mi opinión vuelven a equivocarse. Es un error que ocupen esas doce plazas funcionarios o técnicos que serán comidos por un engranaje corrompido e insaciable. Y creo que los partidos debieran, antes que controlar y medir quién sale más tiempo en los telediarios y en los espacios informativos, preocuparse más de la enorme misión cultural que tiene la obligación de llevar a cabo TVE. También debo recordar cuántas veces insistí en que el monopolio hace desaparecer el sentido de responsabilidad y de creatividad, y es causa de esclerosis, despilfarro y corrupción, y de que no existe libertad de expresión y libertad de prensa sin libertad de Televisión, sin que existan otras televisiones».

«La votación del otro día fue un acto ridículo y denigrante», finalizó el señor Senillosa. «Se necesitan 234 votos para tener la mayoría exigida de dos tercios, y ese número de diputados ni tan siquiera se encontraba en el Congreso; y, además, estaban todos, en desacuerdo. Yo, desde luego, me encontraba en el hemiciclo, pero no me molesté en bajar a emitir mi voto, pues no estoy dispuesto a prestarme a actos ridículos».