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El presidente Sadat acoge al sha en Egipto

El presidente egipcio, Anuar el Sadat, tomó ayer una decisión que ningún otro dirigente del mundo se atrevería a adoptar: ofrecer asilo político al derrocado sha de Irán, Mohamed Reza Pahievi, que ayer llegó a El Cairo para ser inmediatamente internado en un hospital militar, donde en los próximos días será operado de cáncer.

Sadat adoptó esta decisión por «compasión islámica hacia un hombre enfermo y perseguido» y recordando que el sha le dio petróleo en el momento clave de la guerra con Israel de 1973. Reza Pahlevi abandonó el domingo Panamá, veinticuatro horas antes de que Irán presentara su petición de extradición. La primera etapa del largo peregrinaje del sha fue precisamente Egipto, en enero de 1979, y luego siguieron Marruecos Bahamas, México, Estados Unidos y la isla de Contadora, en Panamá.El Gobierno de Teherán acogió con irritación la «huida» del sha, de la que culpó ayer a Estados Unidos y especialmente al ex secretario de Estado Henry Kissinger. «El viaje es un acto de desesperación por su parte y, simbólicamente, un intento de dejar en ridículo al presidente Carter», escribió ayer el New York Times.

El Gobierno norteamericano considera el viaje del sha a Egipto como un nuevo obstáculo, que hará más difícil todavía conseguir la libertad de los rehenes de su embajada en Teherán.

Pese a las declaraciones públicas de altos funcionarios de la Administración Carter quitando importancia al viaje, la decisión del ex emperador de abandonar Panamá en estos momentos fue vista con irritación en las esferas oficiales de Washington.

El Gobierno norteamericano, se supo ayer, se opuso totalmente a este viaje, que fue decidido a solas por el sha, después de que el jefe del gabinete de la Casa Blanca, Hamilton Jordan, resolviese todos los problemas que existían para que Reza Pahlevi fuera operado en un hospital panameño.

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