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"Ding-Dong", nuevo concurso

Se emite hoy, a las 22.30 aproximadamente, el primer programa de Ding-Dong (título que alude al sonido del timbre), con el que TVE pretende sustituir el hueco de los programas-concurso emitidos en horario estelar y ausentes de la programación desde que desapareció, hace dos años, el programa Un, dos, tres, de Chicho Ibáñez.El programa cuenta con el presupuesto más alto de cuantos produce actualmente TVE: 76.361.105 millones de pesetas para trece programas (véase desglose completo del mismo en EL PAIS, 27 de enero de 1980). José Antonio Plaza, guionista y director de Ding-Dong, manifestó ayer a EL PAIS: «Ese presupuesto fue elaborado el pasado mes de junio. Desde entonces se madura, se va recortando, se va haciendo más realista. Se han quitado cinco o seis millones en la decoración. No se abonarán los tres millones de pesetas en premios correspondientes a los tres primeros programas. Se ha contratado la mitad de actores y los asesores. En vez de cobrar 25.000 pesetas por programa, percibirán 14.300 pesetas. En vez de ocho asesores, habrá solamente cuatro. Es decir, que ha habido una reconsideración, pero no porque me hayan impuesto nada. Yo he pedido muchos medios, es cierto. El presupuesto se quedará en un 56% de lo publicado por EL PAIS.»

En el plató número dos de los Estudios Cinematográficos Roma, SA (locales que TVE alquila al precio de 38.610.000 pesetas anuales, según datos del presupuesto de 1979), se ha levantado un decorado, en forma de coso taurino, similar a un escaparate de muebles de cocina, sillas para el público (alquiladas), piezas de vajilla (alquiladas a unos grandes almacenes), tarros gigantes para judías y sémola, naranjas y un tomate con televisor dentro (el «tomate-visión»). Cuatro telecámaras, una montada en grúa y la otra en charriotte, esperan la suerte que les deparará semanalmente a tres matrimonios españoles, que pueden ganar en cada programa 999.999 pesetas, auxiliados por el humorista Andrés Pajares, en funciones de «conductor» del programa; Mayra Gómez Kemp y María Kosty, como presentadoras, y cuatro azafatas arrepadas como las majorettes o camareras de casino.

José Antonio Plaza -cuarenta años, trabaja para TVE desde 1961, nueve años de corresponsal en Londres y desde 1975 director de 625 líneas- explica así el propósito de Ding-Dong: «Desde hace mucho tiempo el tema del consumo y de la alimentación ha sido uno de mis favoritos, porque entiendo que es uno de los temas más interesantes para el ciudadano, el individuo y porque las elecciones, en muchos países, juegan sobre temas de consumo. RTVE me encargó, no obstante, un programa-concurso y yo entiendo que un programa-concurso es única y exclusivamente preguntas, respuestas, concursantes, emoción, competición entre matrimonios. No hay rnás zarandajas. Azafatas y hombres simpáticos. Cuantos más premios, más emoción parece que produce en todos los sitios del mundo, y cuanto más simpático se haga, pues más grusta.»

José Antonio Plaza está obsesionado con la idea del concurso -recientemente se fue a Estados Unidos a ver todos los programas concurso de las cadenas norteamericanas- y aunque la «alimentación incide en nuestro presupuesto familiar, en nuestra salud y felicidad», como si los parados de este país se le echasen encima por esta opulencia de TVE, no exenta de gula, espeta: «Que luego los gastrónomos dicen que se ha rierdido la ocasión de hacer un programa bonito de cocina y recetas. Que otros me dicen que no llego al fondo de la cuestión. Pues no. Yo lo único que tengo es un programa concurso. Lo que se podrá juzgar de este programa es que Pajares o las locutoras lo hagan más o menos bien, o que la fórmula tenga o no interés. Pero el resto es buscarle tres pies al gato. Y eso es gratuito, informal, y poco ético.»

Las preguntas divulgativas para el programa inaugural, dedicado a la paella valenciana, son como estas: «Ya sabemos que las flores son muy bonitas. Díganos usted el nombre de dos flores comestibles.» La respuesta correcta es: «La alcachofa y la coliflor.»

Tantos puntos, tantas calorías en el marcador, mientras cocineros y cocineras se marcan un baile. Para que le «echen una gran ojeada al guión y, sobre todo, para que las preguntas sean correctas y exactas y que incidan en sectores de gran interés», José Antonio Plaza cuenta con la asesoría de la Cofradía de la Buena Mesa, el bromatólogo doctor Martínez Llopis, el cocinero Manuel Garcés, profesor jefe de la Escuela Superior de Hostelería, Instituto Nacional de Consumo y los periodistas Carlos Delgado, E. Gómez Centurión, Xavier Domingo y Eugenio Domingo.

Los concursantes tendrán que superar siete pruebas (entre ellas, imitar una escena de una película), siguiendo el ejemplo de Gaby, Fofito y Milikito, que protagonizan el programa de presentación. Trabajan para Ding-Dong unas 125 personas. Entre las más de doscientas personas invitadas habrá unos veinte figurantes. Todos podrán optar a premio, así como los telespectadores que presenten algún alimento desmesurado, como el valenciano que, según noticias del señor Plaza, capturó un mejillón de metro y medio.

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