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Suárez y Schmidt, favorables al mantenimiento de la distensión y de la Conferencia de Seguridad de Madrid

Adolfo Suárez y Helmut Schmidt acordaron ayer, en el curso de una entrevista celebrada en el palacio de la Moncloa, que ambos países desplegarán esfuerzos para intentar mantener en Europa una política de distensión Este-Oeste y asegurar la celebración de la segunda fase de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE), que deberá inaugurar sus sesiones en Madrid el próximo mes de noviembre. En un ambiente calificado de «amistoso», el presidente del Gobierno español y el canciller de la República Federal de Alemania analizaron y debatieron las primeras cuestiones de la actualidad internacional y pasaron revista a temas de interés bilateral, como la candidatura de España a la CEE, las relaciones económicas y el eventual ingreso de la Península en la Alianza Atlántica.

En el plano internacional ambos políticos debatieron, la situación de Asía central y Oriente Próximo de manera prioritaria, y con referencia explícita a las crisis de Irán y Afganistán. En estos temas, Suárez y Schmidt se han declarado favorables a apoyar políticamente a Estados Unidos, pero evitando en todo momento cualquier acción que pudiera poner seriamente en peligro el proceso de distensión iniciado en Europa. En este sentido se declararon favorables a la celebración de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea de Madrid, en contra de quienes auguran, en el momento presente, su posible suspensión o retraso.También en el ámbito internacional se inscribe un intercambio de informaciones, por parte española, en relación con la política que el Gobierno de Madrid ha desarrollado en Latinoamérica, que despertó el interés del canciller federal.

Petróleo e inflación

Otra cuestión, ésta del plano económico, en discusión fue la crisis del petróleo. Aquí, el canciller se declaró favorable al ahorro energético y a la diversificación de las fuentes de aprovisionamiento de energía. También en el plano económico, la conversación se extendió por cuestiones de interés general, como son los efectos de la crisis económica internacional en el paro y la inflación. El canciller consideró prioritaria la lucha contra la inflación para mantenerla en un límite no superior al 10%, aunque ello produzca una mayor incidencia en el paro. Para Schmidt, si se controla la inflación, a largo plazo, podrá equilibrarse el problema del paro. Suárez recordó al canciller que España había reducido su inflación del 30% al 15%. Asimismo, Schmidt añadió que España debería ir alineándose, en su aproximación a la CEE, con el Sistema Monetario Europeo.

Las apreciaciones del canciller sobre la inflación y la cuestión monetaria se inscriben en su deseo de que España aproxime su política económica a la comunitaria para apaciguar los efectos de la ampliación de la CEE. Sobre este tema, Schmidt recordó que su país pedirá a España un período de transición para la libre circulación de trabajadores similar al impuesto a Grecia, de diez años de duración, y que mientras tanto su Gobierno trataría de que los emigrantes españoles residentes en Alemania no se vean discriminados de manera especial.

Por su parte, el presidente Suárez Informó al canciller sobre el deseo de UCID de llevar España a la OTAN, «en su día y con una mayoría parlamentaria cualificada», y reiteró el apoyo hispano a la decisión atlántica de instalar misiles tácticos en territorio europeo occidental.

El tema pesquero también surgió en el diálogo, en el que se presume que cuestiones como el Sahara o Guinea Ecuatorial también pudieron ser tratadas por ambos políticos en el curso de una conversación que fue calificada como muy abierta y cordial, y que el canciller y el presidente esperan repetir, desde ahora en adelante, con cierta frecuencia y sin excesivos formalismos. Él diálogo de la Moncloa duró cuatro horas -con traducción de por medio- y a él asistieron el ministro Oreja y los embajadores de Madrid en Bonn y de Alemania en España.

Felipe González protestó las negociaciones con la CEE

En la tarde de ayer, el canciller federal Helmut Schmidt recibió en su residencia al secretario general del PSOE, Felipe González, con quien mantuvo un amplio intercambio de opiniones sobre cuestiones internacionales, hispano-alemanas y otras relativas a la Internacional Socialista.

En el plano internacional, Felipe González protestó las declaraciones hispanas favorables a la nuclearización de Europa y, coincidió con el canciller federal en la necesidad de proseguir con la dialéctica de la distensión en Europa y de mantener los plazos previstos para la celebración de la Conferencia Europea de Seguridad y Cooperación, aunque ambos políticos estaban de acuerdo en que la crisis de Afganistán, podría influir en ambos temas.

En relación con la candidatura española para el ingreso en la CEE, Fell pe González declaró la preocupación de su partido por el tema de la libre circulación de trabajadores, a lo que Schmidt respondió, igual que le dijera a Suárez, que su país es favorable a un amplio período transitorio en este sector. Para el político español, las Comunidades están imponiendo en sus negociaciones con España las prioridades que le convienen -como la unión aduanera- y dejando para el final del diálogo los temas que más interesan a la parte española, como son el tema laboral ya citado y la negociación agrícola.

La cuestión OTAN no surgió en el debate, según afirmó Felipe González, quien se mostró escéptico sobre las cuestiones que afectan al rearme nuclear europeo, señalando que le parece extraño que exista una principal preocupación en lo que se refiere a las negocioaciones relativas al control y desarme de misiles estratégicos o intercontinentales y menor interés por el control de las llamadas armas tácticas, o nucleares de corto alcance, con referencia a los euromisiles recién aprobados por la OTAN.

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