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Agentes norteamericanos presionaron a un funcionario soviético para que pidiera asilo político en España

Personas que dijeron pertenecer a servicios especiales norteamericanos presionaron al director de la empresa mixta hispano-soviética Sovhispan para que solicitara asilo político en España, aseguró ayer en Moscú el ministro de Pesquerías de la URSS, Vladimir Kamensoy. El ministro afirmó, en una entrevista con el corresponsal de EL PAIS, que el pasado 1 de noviembre el avión de Aviaco que cubría la línea Tenerife-Moscú fue desviado y aterrizó en Madrid, donde Yuri Makarov, director de Sovhispan en Tenerife, fue presionado por las mismas personas que lo hablan hecho ya en Canarias. Las autoridades españolas han rechazado rotundamente esta versión de los hechos, pero han confirmado que, efectivamente, el avión aterrizó en Barajas, por razones técnicas, en su vuelo hacia la Unión Soviética, tal y como había sido previsto de antemano.

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El ministro de Pesquerías soviético, Vladimir Mijailovich Kamensov, ha negado que barcos pesqueros de la URSS hayan transportado armas, en la primavera y otoño de este año, para las organizaciones terroristas españolas.El ministro declaró ayer, en una entrevista con EL PAIS: «Los barcos pesqueros soviéticos jamás cumplieron este tipo de funciones. Por otra parte, yo tengo una duda muy fuerte y es que estas noticias se basen en fuentes obtenidas por las publicaciones españolas o salgan de las autoridades de su país. Con otras palabras: creo que las fuentes no son españolas y que la iniciativa no pertenece a las autoridades. Y lo creo porque los servicios de aduanas de España, mejor que otros, saben muy bien lo que llevan los barcos soviéticos que se abastecen en las islas españolas.»

«Tambien estoy seguro de que las insinuaciones de este tipo hacia la flota pesquera soviética salen de un determinado círculo de personas que no están interesadas en el desarrollo de las relaciones entre nuestros países. Como dicen los pescadores soviéticos, "este viento huele a pescado podrido". Y si estos señores, sin ninguna base, ven nuestro pescado como si fueran metralletas y las gambas como balas para los terroristas habrá que investigar precisamente sobre su mentalidad o su conciencia.»

«Estos rumores», siguió diciendo el ministro soviético, «los propalan las mismas personas que no hace mucho intentaron que un funcionario soviético, Yun Makarov, director en Tenerife de la empresa mixta hispano-soviética Sovhispan, pidiera asilo político en España y no regresara a la Unión Soviética. El señor Makarov, a pesar de las numerosas presiones. llegó por Fin a Moscú y nos ha relatado las presiones que sufrió. En Tenerife, ciertas personas intentaron influir en él para que se quedase en España. Decidió volver, no obstante, y entonces el avión de Aviaco que hace la línea normal Tenerife-Moscú fue desviado, el 1 de noviembre, a Madrid. donde los mismos señores, que se presentaron como hombres de los servicios especiales de Estados Unidos, le volvieron a hacer la propuesta.»

«En toda esta historia», añadió Vladimir Kamensov, «a mí me sorprende que esa gente tuviera poder para desviar un avión de vuelo charter que normalmente hace la ruta entre Tenerife y Moscú y que pudiera hacerlo aterrizar en Barajas. Yo pienso, ¿qué fuerza tienen los nortemaericanos, que les da la posibilidad de mandar sobre

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Las autoridades españolas niegan la versión del Ministro de Pesquerías soviético

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los aviones españoles? No le estoy contando un rumor; es un intento real que ustedes pueden investigar. Se produjo precisamente en las vísperas del viaje a España de una delegación gubernamental soviética, que presidía el ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko. Creo que este hecho es el que, de verdad, debía interesar a los periódicos y revistas españoles».

-Señor ministro, ¿cuál ha sido la reacción oficial de la URSS ante este hecho que me comenta?

-¿Qué se puede decir cuando un pequeño grupo, no de españoles, intenta persuadir a un soviético para que no regrese a su patria, y este soviético reacciona como es normal? Creo que, primero, tenía que ser la compañía Aviaco la que dijese algo, porque el gasto de combustible no influyó en el billete de los pasajeros; tan sólo, el avión llegó a Moscú con algún retraso. Por lo demás, y perdone, su pregunta inicial era sobre las armas que supuestamente van en nuestros barcos. Pues bien, yo invito a todos los españoles que lo deseen a visitar todos y cada uno de nuestros barcos, para que comprueben la veracidad de estas afirmaciones. Existe cierto interés en que nosotros no pasemos por las islas Canarias. Para ello se utiliza toda clase de métodos, desde los bulos sobre las armas hasta el intento de extorsión, y estoy seguro que van a inventar más cosas. Esta situación no me parece peligrosa, pero sí inconveniente, y no cabe duda de que estos actos, como el desvío del avión, se han podido realizar gracias a que esos señores tienen padrinos en España, a que tienen allí amigos muy influyentes. La colaboración entre España y la URSS es muy interesante, pero a determinados grupos no les gusta. Hay algunos que piensan que debe frenarse toda relación. Llamemos a las cosas por su nombre.

-Señor ministro, ¿y cuál es ese nombre?

-Soy representante del Gobierno soviético y si digo algo concreto me tengo que referir a las cosas que sé. No me cabe duda que el avión fue desviado, que en Barajas se acercaron a Makarov los mismos que en Tenerife habían intentado que se quedase en España y que en Madrid, repito, le dijeron: «Somos representantes de un servicio especial de Estados Unidos». Todo esto me indigna mucho, porque hay cierto grupo que dirigió la operación, aunque no eran españoles.

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