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Reportaje:

Un avión "voló solo" entre Inglaterra y Francia

Durante siete horas, un avión turbo-hélice de matrícula británica «voló solo» sobre el sur de Inglaterra, el canal de La Mancha y el norte de Francia, mientras su piloto y copiloto permanecían inconscientes en la cabina de mando. Sobre tan insólito viaje escribe desde Londres.

El increíble vuelo en solitario, que puso en peligro cientos de vidas en zonas densamente pobladas a ambos lados del canal, terminó cuando el avión, un Beechcraft Super King Air 200, se estrelló en una pradera a pocos kilómetros de Nantes, causando la muerte instantánea de sus dos tripulantes.El insólito hecho, revelado ayer, ocurrió el pasado martes, cuando el capitán de instrucción de la dirección de Aviación Civil británica, Thomas Lampitt, despegó del pequeño aeropuerto de Stansted, en el condado de Essex, para dirigir un vuelo de entrenamiento con el piloto portugués Aguiar de Barros.

Las instrucciones recibidas por el capitán Lampitt eran concisas. Tenían que adiestrar a Barros en lo que en la jerga aérea se conoce como vuelo instrumental. Por tanto, Lampitt dirigió el avión hacia su máximo techo de altitud, 30.000 pies (10.000 metros). Al llegar a esa altitud, conectó el piloto automático.

Lo que ocurrió en la cabina a partir de ese momento es un misterio. Según especulan técnicos aeronáuticos, es muy posible que los dos tripulantes se desvanecieran al fallar el sistema que suelta automáticamente las máscaras de oxígeno.

La máquina dominó al hombre. Aunque los dos tripulantes estaban inconscientes, el piloto automático funcionó maravillosamente. Al alcanzar los 30.000 pies, el avión cesó el ascenso y comenzó a volar en horizontal, pero, como consecuencia de la fuerza del viento, y al no ser corregido su rumbo por el piloto, después de unos momentos comenzó a describir círculos, amenazando en varias ocasiones con estrellarse en zonas densamente pobladas como Weymouth y Plymouth.

Al fallar la comunicación por radio, el radar localizó al aparato en mital del canal de La Mancha. Inmediatamente, un Nimrod de la Marina británica y un Mirage de la Fuerza Aérea francesa despegaron de sus bases y volaron en paralelo tratando por todos los medios de alertar a la tripulación del Beechcraft. Intento vano. El piloto y copiloto seguían aparentemente inconscientes.

El vuelo se prolongó durante varias horas, mientras los técnicos de los dos países seguían angustiados las evoluciones del avión en sus pantallas de radar. Finalmente, el combustible se agotó sobre la vertical de Nantes. Según testigos presenciales, el avión sufrió dos sacudidas, y tras rozar los tejados de un suburbio de Nantes, se estrelló en una pradera en las afueras de la ciudad, en medio de una tremenda explosión.

Las autoridades aeronáuticas de los dos países han establecido una comisión de encuesta encargada de investigar las causas del fallo en los sistemas de presurización del aparato.

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