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Automovilismo

Triunfo de Cañellas en el circuito del Jarama

Los resultados de las carreras celebradas el pasado domingo en el circuito del Jarama, cuando sólo faltan dos para terminar los distintos campeonatos, sirvieron para incrementar notablemente la emoción y la incertidumbre sobre las clasificaciones finales. Como nota destacada de la reunión del Jarama hay que mencionar la carrera entre coches deportivos veteranos, en la que se impuso Zapico con un impresionante Ferrari.

En la prueba reservada a los vehículos de turismo de serie, en los que la casi totalidad son Seat 124-1800, la victoria fue para Spinelli, seguido, a escasas diferencias, por Arias, Pérez-Mariscal, Sanjurjo -una avería en la bomba de la gasolina le costó la victoria- y Sarandeses, este último algo más descolgado. Herstemberg, que salió desde la primera fila de la parrilla, sufrió un impresionante accidente, en el que el vehículo quedó prácticamente destrozado sin que, por fortuna, el piloto sufriera daño alguno.En los turismos especiales, la pobrísima participación -sólo diez coches en la pista- deslució un espectáculo en el que brilló inicialmente el actual campeón de España, Hansi Babler, hasta que una avería en su Seat le obligó al abandono. Tomó entonces el mando de la raquítica carrera Salvador Cañellas, quien, pese a su indudable clase, había tenido que doblegarse ante la potencia de Babler pese a contar con un coche teóricamente similar al de su rival, con la ventaja, además, de ser oficial de la fábrica catalana.

Después de Cañellas -que tiene orden de no comentar nada respecto al coche-, aunque muy lejos, cruzaron la meta Martín-Cantero y Peñacoba, sobre los dos Chrysler ex oficiales. Si Peñacoba no hubiese sido sacado de la pista por otro participante en las primeras vueltas habría dado algo más de emoción, aunque difícilmente podría haber seguido el ritmo de los Seat de cabeza.

En la fórmula nacional venció, de principio a fin, el catalán Valls aunque al final pasó bastantes apuros ante el ataque de Sasiambarrera, que entró en la meta a tan sólo dos décimas de segundo del vencedor.

Finalmente, se celebró una carrera reservada a coches deportivos veteranos, en la que se pudo ver automóviles como los Ferrari 275 GTB de Zapico y Ruiz-Thiery, el Jaguar XK 120 de Toda, varios Porsche de distintos modelos, otros Jaguar, Ferrari, Triumpli, Mercedes, Lamborghini, etcétera. Lástima que el fantástico Ferrari 166 M de Juan Quintano, vencedor en su época de las 24 Horas de Le Mans, se averiase en los entrenamientos y no pudiese participar en la carrera.

La carrera, absolutamente evocadora y de gran espectacularidad por el impecable estado de la treintena larga de vehículos que participaron, fue ganada cómodamente por Zapico, seguido de cerca por Canomanuel -Maserati- y Ruiz-Thiery.

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