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Fórmula 1

Scheckter, Laffite y Villeneuve, únicos capaces de alcanzar el título mundial

Pese a la fulgurante ascensión de los Williams, con Alan Jones y Clay Regazzoni como pilotos, y los Renault, con Jean Pierre Jabouille y Rene Arnoux, el título de campeón del mundo de fórmula 1 les está prácticamente vedado. La nueva forma de puntuación, introducida esta temporada, hace que dicho título quede prácticamente sólo al alcance de los dos pilotos de Ferrari, Scheckter y Villeneuve, y del de Ligier, Jacques Laffite.

De cara a esta temporada, la Federación Internacional del Deporte del Automóvil (FISA) modificó la forma de puntuación con respecto al pasado. Este año, la temporada quedaba dividida en dos partes iguales, con ocho carreras en cada una de ellas -en la primera, en virtud de la anulación del Gran Premio de Suecia, el número de pruebas puntuables quedó reducido a siete- En cada una de las dos mitades, los pilotos sólo podrían retener sus cuatro mejores resultados, con independencia total entre una y otra mitad.De esta forma, si hubiese un piloto que ganase todas las carreras de una de las dos mitades, tendría que prescindir de cuatro de sus victorias. Si en la otra mitad no consiguiera sumar suficientes puntos, podría quizá verse superado por otros pilotos que, aun no ganando ninguna de las carreras de la primera mitad, consiguiesen buenos resultados en ambas.

Premio a los más combativos

Aunque el sistema pueda parecer algo complicado, el espíritu de la Federación Internacional estaba claro. Se trataba de premiar a los más rápidos, a los que lograsen algunas victorias a lo largo de toda la temporada, en perjuicio de aquellos pilotos conservadores que sólo se dedican a sumar puntos, desde puestos de segunda o tercera fila. Si el campeón del mundo debe ser el piloto más rápido, el que más veces venciese, parecía un contrasentido que se alzara con el título alguien que como único mérito tuviese el de la regularidad, máxime si ésta era, además, sólo discreta.

El único pero que puede ponerse al nuevo sistema es que, si un determinado piloto invierte casi toda la primera mitad del campeonato en poner a punto su coche, y sólo consigue, en ese tiempo, una cifra reducida de puntos, puede ocurrir que en la segunda mitad gane en todas las carreras, pero no conquiste el título mundial precisamente por esa baja puntuación de la primera mitad. En la pasada temporada, como quiera que los pilotos podían sumar todos los resultados menos uno de cada una de las mitades, ese piloto sería, casi con toda seguridad, campeón mundial.

Eso podría ocurrir este año con los Williams. El nuevo monoplaza diseñado por Frank Williams se ha mostrado sumamente eficaz, pero no ha estado listo hasta el final de la primera mitad. Esa razón descarta prácticamente tanto a Alan Jones como a Clay Regazzoni de cara a una posible conquista del título mundial.

La primera vuelta puede ser definitiva

En la primera mitad de la temporada, el surafricano Jody Scheckter logró sumar treinta puntos, terminando en primera posición. El piloto de Ferrari conquistó la victoria en dos ocasiones, siendo segundo en las otras dos. Esos fueron sus cuatro mejores resultados.

Por detrás del surafricano, el francés Laffite alcanzó un total de veinticuatro puntos, con otras dos victorias en su haber y un solo segundo puesto. No pudo sumar más puntos porque sólo puntuó en tres pruebas.

Más atrás, y empatados a veinte puntos, Villeneuve -dos victorias y un quinto puesto-, Depailler -una victoria, un segundo puesto, un cuarto y un quinto- y el argentino Carlos Reutemann -dos segundos y dos terceros-, el más regular de todos.

El resto de los pilotos quedó muy relegado. El actual campeón, Mario Andretti, sólo sumó doce puntos. Watson y Pironi, ocho. El francés Jarier, baja casi segura para lo que queda de temporada por culpa de una hepatitis vírica, alcanzó siete puntos. Regazzoni, uno de los hombres que en esta segunda mitad podría sumar muchos puntos, sólo consiguió seis en la primera, mientras que su compañero Alan Jones tuvo que conformarse con cuatro. Los pilotos de Renault, por su parte, no consiguieron ni uno solo.

Eso quiere decir que, de todos los pilotos que ahora suenan, aparte de los dos hombres de Ferrari y el de Ligier -recuérdese que Depailler tampoco podrá correr en lo que queda de temporada por su accidente en ala en delta-, Regazzoni es el que está en mejor situación, aunque ésta no sea tampoco muy favorable. Porque, aunque el veterano y simpático piloto suizo ganase cuatro carreras en esta segunda mitad -ya lo ha hecho en una ocasión y ha quedado segundo en otra-, máximo que le permite puntuar el nuevo sistema, sumaría a sus seis puntos de la pnimera mitad los 36 de esas cuatro victorias, alcanzando un total de 42 puntos al final del campeonato. Para superar esa cifra, partiendo de los treinta que sumó en la primera mitad del campeonato, Jody Scheckter sólo tendría que conquistar trece en esta segunda, y ya lleva cinco y quedan aún cinco carreras por disputarse.

Por tanto, el título queda prácticamente reducido a los hombres de Ferrari, al francés Laffite y al argentino Reutemann. Pero como el Lotus sigue sin dar el rendimiento adecuado que le permita a éste ganar carreras, y parece muy poco probable que lo consiga en las que restan, también Reutemann puede darse por descartado. Sólo quedan como aspirantes, por tanto, Scheckter -que en la actualidad tiene 35 puntos-, Laffite -con veintiocho- y Villeneuve -veintiséis-. Ellos, y sólo ellos, son ya los únicos aspirantes a coronarse como campeones del mundo.

Restan cinco carreras

De las cinco carreras que restan por disputarse: Austria (12 de agosto), Holanda (26 de agosto), Italia (9 de septiembre), Estados Unidos (Este) (30 de septiembre) y Canadá (7 de octubre), existe un claro predominio de los circuitos muy rápidos, con promedios superiores a los doscientos kilómetros por hora en cada vuelta. En estos circuitos tan rápidos existe una ventaja,para los Renault, con sus motores turboalimentados, y para los Williams, que han demostrado ser muy eficaces en este tipo de trazados -aunque en otros más lentos, como Montecarlo, los Williams también se mostraron efectivos, por lo que quizá sean los más completos-. Por contra, tanto los Ferrari como los Ligier han visto disminuida su eficacia cuando los promedios eran tan elevados, cuando las curvas se afrontan a velocidades próximas a 250 kilómetros por hora y en las rectas casi se alcanzan los trescientos.

En este estado de cosas podría decirse que el que logre el título mundial será no tanto el que mejor sepa adaptarse cuanto el que menos mal se adapte. Eso, dejando al margen que Scheckter cuenta con una ventaja suplementaria que actualmente se cifra en siete puntos sobre Laffite y nueve sobre su compañero de equipo Villeneuve. Aunque la ventaja es fácilmente superable -sólo se precisa ganar una carrera y que Scheckter no termine-, el surafricano puede optar por la táctica más conservadora de sumar puntos a cualquier precio, asegurando su posición sin necesidad de arriesgar demasiado.

Sea como fuere, aun con el título mundial reducido sólo al alcance de tres pilotos, la emoción en lo que queda de temporada está asegurada, tal es la igualdad entre ellos.

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