A Nieto le tocaron el himno soviético
El norteamericano Kenny Roberts volvió a demostrar, en el circuito italiano de Imola, que es prácticamente imbatible en la categoría reina, 500 cc. Su victoria, a los mandos de su impresionante Yamaha, fue incontestable. Por su parte, Ballinton, campeón del mundo de 250 y 350 cc, ganó en la primera categoría y perdió en la segunda, cuando, a cuatro vueltas del final, iba en cabeza destacado. Lazzarini venció en 50 cc, lo que complicará el futuro de Ricardo Tormo. La organización del Gran Premio de Italia estuvo desbordada por los acontecimientos. En el colmo de los despropósitos, cuando el español Nieto, vencedor en 125, subió al podio, en lugar de sonar el himno nacional español se oyó el soviético.
El mejor tiempo de los entrenamientos oficiales en 500 cc lo había realizado el británico Barry Sheene. Pero a menos de una décima de segundo se encontraban Roberts y Ferrari (actual líder del mundial) y, en menos de un segundo, siete pilotos. La emoción estaba, pues, asegurada. Sin embargo, el norteamericano Roberts, el Marciano, demostró sus intenciones casi desde el principio de la carrera. Después de seguir durante dos vueltas a Hartog -que cayó- y Herron, atacó y se colocó en cabeza. Pronto las posiciones se establecieron casi definitivas, con Roberts en cabeza (batiendo una y otra vez el récord del circuito) y Ferrari detrás, encabezando el trío formado por Herron y Sheene, este último poco a poco descolgándose. Estas posiciones se mantendrían hasta el final, por lo que Roberts, que no pudo participar al comienzo de la temporada por el gravísimo accidente sufrido mientras realizaba unos ensayos privados en Japón, se acerca peligrosamente al liderato del mundial. La clasificación actual antes de la carrera del Jarama de este próximo domingo está encabezada por Ferrari, con 46 puntos, seguido por Robert, con 42; Herron, 28; Hartog, 25 y Sheene,23.En 350 cc, Ballington dominó la carrera desde el principio hasta casi el final. A cuatro vueltas de la meta, su Kawasaki se rompió, dejando la victoria a Hansford, que había realizado una bonita remontada.
Tras esta prueba, el Mundial «de esta clase está encabezado por el rapidísimo Ekerol (cayó en esta carrera en la primera vuelta, cuando iba en segundo lugar, fracturándose una clavícula), con 32 puntos, seguido por Ballington y Mang, ambos con treinta.
En 250 cc, Ballington volvió a atacar a fondo desde el principio y en esta ocasión, su Kawasaki sí que resistió el esfuerzo. El campeón del mundo entró vencedor en la meta, con casi medio minuto de ventaja sobre el jovencísimo y tremendamente espectacular americano Randy Mamola, que tiene la particularidad de estar todas las vueltas, y en cada curva, a punto de caerse, sin que, afortunadamente para él, ello ocurra. El Mundial está encabezado por Ballington, con 42 puntos, seguido por Mamola, con 30, y Villa, con 23.
Finalmente, en la menor de las cilindradas, la victoria fue para Lazzarini, quien, sin la oposición de Ricardo Tormo (accidentado en los entrenamientos, con posible fractura de dos dedos y del tobillo), no tuvo el menor problema para imponerse. El equipo Bultaco, ante la forzada ausencia de Tormo, pudo haber cedido una de sus máquinas al italiano Lusuardi (piloto privado que corre con Bultaco, aunque su moto no se parece en nada a la de Tormo), pero no lo hizo, cuando éste podría haber tratado de inquietar a Lazzarini o, al menos, sumar puntos para la marca catalana. En un campeonato tan corto como es el de 55 cc, con sólo ocho pruebas, los dos «pinchazos» de Tormo costarán muchísimo de reparar.
