Continúa abierta la crisis del PC de Aragón
La crisis desatada en el seno del PCE aragonés en el pasado mes de abril sigue su curso con el anuncio de posibles nuevas dimisiones, que se añaden a la formalizada por el secretario regional, Vicente Cazcarra, a raíz de la firma de un documento que contiene fuertes críticas contra la dirección del partido, suscrito por un importante sector de militantes comunistas de Aragón. Para sustituir al señor Cazcarra ha sido elegido el sociólogo Enrique Gastón.
Entre esas críticas a la dirección regional del partido, en general, y a la gestión de Vicente Cazcarra, en particular, destacan las referidas a un supuesto abandono de los intereses cotidianos del partido en beneficio de las campañas electorales para las legislativas del 15 de junio de 1977 y 1 de marzo de 1979, comicios en los que el PCE no ha obtenido ni un solo escaño en toda la región aragonesa. Como contrapartida -dicen los firmantes del documento de crítica- se ha registrado una notable paralización de actividades en el partido y un abandono de numerosas campañas políticas en las que -añaden- la presencia comunista debería haber sido considerada al menos como necesaria.
Después de la dimisión de Cazcarra y del nombramiento de Gastón (hechos, éstos que se interpretan aquí, en círculos políticos, como una «caída en desgracia» de la facción más ortodoxa o carrillista del partido) un viaje que tenía previsto realizar a Zaragoza Santiago Carrillo, para mediar en la crisis del partido, ha sido suspendido, quizá a la vista del alcance de la crisis, que no parece haber concluido todavía sino que, por el contrario, parece que va a desembocar en nuevas dimisiones.
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