Política de protección a los consumidores
Noveno candidato del PSOE a la alcaldía
¿Cómo programar la actuación del Ayuntamiento de Madrid en beneficio de los consumidores de su término municipal? A mi juicio, este programa no debe diferenciarse sústancialmente del que pueda emprenderse en otras esferas más amplias, tanto en un plano político como administrativo (región, nacionalidad o Estado) y supone, en síntesis, un triple plano de actuación: una acción de inspección y vigilancia; un sistema de información al consumidor y el desarrollo de la normativa municipal en favor de los consumidores. Estas líneas de actuación se refuerzan con la participación de los sectores interesados (especialmente las organizaciones de consumidores, de vecinos y de amas de casa) dentro de esta política municipal.
Respecto de la acción de vigilancia, es en este punto en el que el. programa puede tener una cristalización inmediata, puesto que no sólo se cuenta con el soporte legal necesario, sino también con el instrumento material para su ejecución. Me refiero a la acción de vigilancia e inspección ejercitada por la Policía Municipal; acción que puede y debe verse apoyada con los hiedios correlativos de la Administración centralizada (disciplina del mercado). La acción de policía incidiría, esencialmente, sobre estas tres áreas: de una parte, sobre los precios, mediante el control directo de los márgenes comerciales en mercados centrales y de barrio y allí donde exista un régimen de concesión municipal, así como a través de la información y control de los precios finales en otros locales comerciales, tiendas o establecimientos, particularmente en aquellos en los que la competencia está firrútada o no existe; de otra, sobre las características de peso y calidad de los productos, alcanzando a este último punto no sólo sus condiciones higiénicas o sanitarias, sino también la calidad comercial en su relación con el precio, y, finalmente, sobre la forma en que los productos alcanzan al consumidor final (etiquetado, marcado, publicidad, envasado, etcétera).
Por lo que respecta a la instrumentalización de la participación y cooperación del movimiento de consumidores (en definitiva, del movimiento ciudadano) en el desarrollo de la política del municipio de Madrid, en defensa del consumidor, nos limitaremos ahora a dos aspectos importantes de esta participación: en primer lugar, la posibilidad de que sean las instituciones de consumidores ante los órganos municipales. La segunda, la posibilidad de establecer una doble corriente informativa y de participación mediante la acción de las organizaciones de consumidores a través de las juntas municipales de distrito.
