Recapitulaciones electorales
Profesor de la Universidad Complutense
A escasas fechas de las elecciones parlamentarias del 1 de marzo, los partidos y coaliciones electorales, los medios de comunicación social y el Boletín Oficial del Estado han dado a conocer los nombres de los candidatos de los que saldrán los próximos componentes del Congreso y el Senado para un mandato máximo de cuatro años. El elector se ve abrumado con listas y más listas de sus futuros representantes, a quienes apenas conoce y, además, sus programas electorales, en muchos casos, también ignora (aunque quizá sea exagerada la afirmación hecha recientemente a este periódico por Garrigues Walker, ministro y candidato de UCD, de que «ninguno de los millones de ciudadanos de a pie conocen ni la letra impresa ni las tapas de colores de los programas políticos»). Ello comportará la inexistencia de una mayor objetividad a la hora de determinar a quién va a otorgar su voto, aunque es cierto que por exigencias del sistema electoral adoptado para la elección de diputados se ha de votar en bloque a un partido o coalición, lo que excluye otro planteamiento o decisión personal a favor de candidatos de otra formación política. (En el Senado sí será posible el voto a personas de varias candidaturas.)
Analogías y diferencias
No es momento ni lugar el recoger en una colaboración periodística una relación de los candidatos de la anterior etapa que se presentan de nuevo, aunque sí cabría señalar, aquí y ahora, algunos datos estadísticos comparativos que lustren al votante de las analogía, y diferencias habidas en ambas confrontaciones electorales -la de 1977 y la actual-, en los partidos con representación parlamentaria con el examen de diversos cuadros.
Como último comentario hemos de destacar que si bien la mayor parte de los partidos colocan al frente de casi todas sus candidaturas a los mismos que fueron elegidos en 1977. no ocurre así, por razones diversas, en UCD y en CD. En el primero vemos a trece ministros y otros cargos recientes encabezando por primera vez listas para el Congreso en las provincias siguientes: Cavero, en Baleares; Oreja. en Guipúzcoa; Lavilla, en Jaén; Martín Villa, en León; Garrigues. en Murcia; Calvo Ortega, en Oviedo; Sánchez Terán, en Salamanca; Abril Martorell, en Valencia. y Fernández Ordóñez, en Zaragoza, todos ellos anteriores parlamentarios, y a García Díez, por Cádiz: Lamo de Espinosa, por Castellón. Otero Novas, por Lugo, Y Rodríguez Sahagún, por Vizcaya, nuevos en estas lides electorales. También a los ex ministros Camuñas y De la Mata Gorostizaga, en las de Valladolid y Teruel, respectivamente (el primero, ex diputado), a los ex secretarios de Estado, Gamir Casares y González Seara, ex parlamentarios, en Alicante y Pontevedra; a Jiménez Blanco, portavoz de UCD en el Senado, en la de Granada para el Congreso, a Olarte Cullén, ex asesor del presidente, por Las Palmas, y a Sebastián Martín-Retortillo, ex director del Instituto de Estudios de Administración Local, por Huesca. Y en cuanto a CD (Coalición Democrática, formada por Alianza Popular y otros dos partidos), por el hecho de haber prescindido AP de muchos de sus líderes en beneficio, en algunos casos, de los de los otros dos partidos, como octirre con la de Barcelona para el Congreso, con Antonio de Senillosa a su frente, siendo igualmente nuevos, a la cabeza de las de León y Valencia, también para diputados, los ex ministros Fernando Suárez González y Cruz Martínez Esteruelas, así como en Vizcaya, la capitaneada por Luis Olarra, antiguo senador real, ahora para el Congreso.
Y, como punto final, sólo queda la suprema decisión de las urnas el 1 de marzo, sin atrevernos a dar un pronóstico, aunque la opinión más generalizada es que las cosas seguirán aproximadamente como están, más concretamente, que los dos partidos que sacarán más escaños serán UCD y PSOE o, a la inversa, PSOE y UCD, y, en consecuencia, que con ellos habrá que contar en el Parlamento los próximos cuatro años.
Los datos que figuran extractados en los cuadros se han obtenido de tres publicaciones oficiales: el BOE de los días 12 de mayo de 1977 y 27 de enero de 1979 y el de las Cortes, número 1, del 12 de julio de 1977.
