Acuerdo entre los grandes bancos para financiar las campañas electorales
Los principales bancos del país decidirán de modo conjunto, a principios de la próxima semana, la cuantía de los créditos que están dispuestos a conceder a los partidos políticos para financiar sus campañas electorales. En esta operación puede intervenir un sector de¡ empresariado. La decisión del sector bancario obedece, fundamenta latente, a un intento de racionalizar el crédito y evitar en lo posible, las situaciones que se produjeron en las elecciones anteriores, ya que, al parecer, han sido mínimas las cantidades concedidas entonces que han logrado les fueran reembolsadas por los partidos.
En las elecciones de 1977 cada entidad concedió los créditos que estimó oportunos a los distintos partidos que los solicitaron. En esta ocasión, dado que el dinero se ha recuperado sólo en muy pequeña parte -y trabajosamente en muchos casos-, se ha decidido una acción común, aunque fuentes bancarias de la máxima solvencia aseguran que por debajo del acuerdo conjunto cada uno financiará a los partidos que estime conveniente.Se sabe, por ejemplo, que, respecto a los créditos para la campaña del año 77, el Banco de Santander apoyó generosamente a Alianza Popular, aunque más tarde y en reuniones con otros representantes de los «siete grandes» justificó la postura atribuyéndola a un «error político» de un alto ejecutivo de la entidad.
Las impresiones recogidas en lo mismos círculos señalan que no habrá restricciones en cuanto a las peticiones que pueda formula UCD y que los otros grupos con representación parlamentaria tendrán también apoyo crediticio.En los mismos círculos se cree que algunos de los bancos extranjeros que últimamente se han implantado en España podrían conceder también créditos importantes al partido gubernamental y manejan indicios suficientes como para afirmar que el presidente francés, Giscard d'Estaing, estaría dispuesto a apoyar económicamente a UCD, a través de Crédit Lyonnais, según altas fuentes de uno de los principales bancos españoles.
En estas negociaciones con bancos extranjeros ha sido importante la participación del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Fernando Abril.
Pasa a página 10
Cerca de una veintena de bancos participarán en la financiación electoral
(Viene de primera página)
En cuanto al grupo de bancos que actuará conjuntamente en la operación para financiar las elecciones, se sabe que las conversaciones iniciales trataban de englobar a quince o veinte entidades, las de mayor peso dentro de la Asociación Bancaria (AB).
El Hispano Americano, Bilbao, Vizcaya, Popular y Urquijo mostraron desde el primer momento su voluntad de agruparse en esta operación. Central, Banesto y Santander parece que se mostraban partidarios de una mayor libertad de acción individual.
Hay que destacar también que el acuerdo financiero trataba de englobar no sólo a los bancos, sino también al mundo empresarial. A este respecto, se sabe que el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Carlos Ferrer Salat, se entrevistó con el presidente Suárez y le expuso el plan de ayuda conjunta banca-empresas.
Banesto a AP
Entre las operaciones financieras de mayor envergadura que se concertaron para las elecciones de junio de 1977 se encuentra, según los expertos, el crédito de Banesto a Alianza Popular. Tras el descalabro electoral de AP, el partido ha incumplido sístemáticamente, sus compromisos con el banco y puede afirmarse, con plena seguridad, que entre altos dirigentes de la entidad existe auténtica indignación por el desarrollo de la operación.
De cualquier forma, fuentes financieras han destacado el hecho de que Javier Santamaría ha sido nombrado director de la campaña de Coalición Democrática (CD), grupo en el que se integra AP. El señor Santamaría era director de Petromed, empresa de la que es vicepresidente Alfonso Osorio -otro de los miembros de la Coalición- y la presidencia la ostenta Juan Herrera, consejero de Banesto y en cuyo domicilio han tenido lugar varias reuniones de los integrantes de CD. Sin embargo, no puede asegurarse que esta relación haya de determinar un nuevo apoyo incondicional por parte de Banesto a la Coalición, por estimar que pesará considerablemente el precedente de las deudas de AP.
Máxima reserva
En cuanto a la cuantía global que los bancos pudieran destinar a la financiación de los partidos se mantiene la máxima reserva, y es arriesgado ofrecer una cifra. Más aún calcular la distribución por partidos, aunque, indudablemente, pesará de forma fundamental la distribución de escaños conseguidos en las pasadas elecciones, puesto que nadie duda de que el esquema se mantendrá en lo fundamental.
