Los "halcones" e Irán

SI FERHAT Abbas y sus planes de nuevas relaciones entre Argelia y Francia, con un cambio de estatuto, hubiesen sido escuchados a tiempo en Francia, no hubiese estallado la insurrección argelina, Franciase hubiera ahorrado derrotas caras y humillantes y la situación en Africa del Norte sería hoy probablemente distinta. Si Estados Unidos y su aliado Ngo Din Diem hubiesen aceptado las elecciones de reunificación previstas en el acuerdo de Ginebra, no habría existido la guerra del Vietnam, no se habría sacudido hasta el drama la sociedad de Estados Unidos, que no habría perdido su guerra y no existiría la tragedia actual en toda la península indochina.Profetizar el pasado es probablemente una labor inútil y meramente especulativa, sin ninguna garantía posible de veracidad. En todo caso sirve para disipar, muchas veces, el mito tan extrañamente bien establecido de que cuando se tiene lo que se cree que es la fuerza se puede ganar. Hay otras estimaciones del valor «fuerza» que los «halcones» ignoran. Si el sha hubiese negociado cuando era tiempo y si los países occidentales -especialmente Estados Unidos y Gran Bretaña-, no hubieran mantenido a ultranza su defensa de un personaje condenado por su pueblo, no se habría llegado a esta situación de hoy. La insurrección, ha estallado ya con toda su fuerza y el poder está prácticamente vacante en estos momentos en Teherán. El golpe militar se está esperando de un momento a otro; si intenta apoyar aún al sha, será inútil; si, reemplazándole, le remeda, será combatido. La guerra civil es absolutamente posible. El último recurso al que ha acudido Reza Pahlevi, encargar de formar gobierno a Shapur Bajtiar, uno de los hombres de la oposición civil, no ha tenido eficacia: Bajtiar ha sido repudiado inmediatamente por su partido y por el implacable ayatollah Jomeini, que ha declarado desde París que «todo aquel que se aproxime al sha está corrompido». (Hay que pensar que sin un cálculo francés de que Jomeini y la fuerza religiosa que representa no tuvieran grandes probabilidades de éxito, no se le permitirían estas declaraciones o habría sido puesto en la frontera.)

No hay seguridad ninguna, tampoco, de que el plan de Jomeini -referéndum para elegir un presidente para la nueva república islámica y posteriormente elecciones generales- vaya a cumplirse fácilmente. Por el momento, todo es confusión, caos y abandono. Y en esta situación está uno de los grandes nudos estratégicos del mundo -entre Occidente y la URSS-, uno de los grandes países estabilizadores del precio del petróleo, una clave para Asia y una clave para la zona árabe-israelí del, Mediterráneo. Probablemente, por la convicción de los «halcones», en Estad os Unidos y en Teherán, de que la fuerza siempre prevalece.

Si el sha hubiera pactado a tiempo con la oposición como ha querido hacerlo ahora... Pero esto es, una vez más, una ucronía, una profecía sobre aquello que nunca ocurrió. La otra profecía, la del futuro, es en estos momentos imposible de hacer.