Tropas vietnamitas amenazan la capital de Camboya
Camboya solicitó ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, después que tropas vietnamitas tomaran la ciudad de Compong Chan, a sólo setenta kilómetros al norte de la capital, Phnom Penh. Una quinta parte del país, todo el noroeste, se encuentra perdida para el Gobierno central.Radio Phnom Penh informó a su vez que dos aviones vietnamitas atacaron zonas densamente pobladas de la orilla occidental del río Mekong. Según la misma fuente, carros de combate vietnamitas acompañados de infantería y apoyados por la aviación, penetraron profundamente en zonas orientales de Camboya.
La escalada vietnamita pone en serio peligro a la capital, Phnom Penh, en cuyos alrededores se han escuchado disparos. No obstante, una emisora de radio del Frente Nacional Unido para la Salvación de Campuchea (FUNSK), que según se estima en Bangkok cuenta con unos 80.000 hombres, reivindicó ayer la toma de Kompong Cham, así como la apropiación de una cantidad considerable de material bélico. Los analistas estiman. que a pesar de estas reivindicaciones del Frente Nacional de Campuchea, el peso de la invasión lo llevan las tropas regulares vietnamitas.El diario Quan Doi Han Dan, de Hanoi, portavoz del Ejército vietnamita, a la par que afirma que «Vietnam no ha cometido ninguna agresión», estima que estas victorias militares demuestran la fuerza del pueblo vietnamita y agregaba que «la camarilla de Pol Pot y Yeng Sary no puede esperar salvar a su régimen genocida».
La emisora La Voz de Camboya anunció ayer que el Ejército y el pueblo llevarán a cabo en adelante una guerra popular bajo la consigna de «muerte a los agresores vietnamitas» y «destrucción a los expansionistas soviéticos y al Pacto de Varsovia». Los observadores políticos estiman que el Gobierno de Pol Pot parece dispuesto a abandonar la lucha convencional para pasar a la guerra de guerrillas a fin de hacer frente a la grave situación militar.
China ordenó el regreso a Pekín de su embajador en Hanoi Yang Kurig Su, y de su agregado militar, Luu Tinh Wey, donde permanecerán «por tiempo indefinido», según fuentes diplomáticas en la capital vietnamita.
En una reciente entrevista con la prensa norteamericana, el primer ministro y jefe del Partido Comunista camboyano, Pol Pot, declaraba que «la guerra entre Camboya y Vietnam no es un conflicto fronterizo ordinario.
Forma parte de la aplicación de la estrategia vietnamita hacía la formación de una federación indochina y de la estrategia soviética en el sureste asiático, en Asia y el mundo».
Tragarse a Camboya
Después de enfatizar que Camboya «se niega a ser un satélite de Vietnam», Pol Pot dijo a los periodistas norteamericanos que «Vietnam siempre quiso tragarse a Camboya. A fines de 1977, Vietnam lanzó un ataque y una invasión en gran escala, pero no pudo lograr sus propósitos. Nosotros atacamos para impedir que penetren en algunas partes de nuestro territorio, pero si entran, tendrán muchas dificultades para salir».En la misma conversación, anterior a la actual invasión, Pol Pot declaraba que las «relaciones normales entre Camboya y China tendrán resultados favorables para ese país, para Estados Unidos y para el mundo».
La mayor parte de los militante del FUNSK son refugiados que han recibido entrenamiento e Vietnam. En la provincia de Saigón (hoy Ho Chi Minh) viven unos 900.000 refugiados de origen camboyano, que, según todas las estimaciones, estarán contentos de la reunificación de Indochina bajo la bandera de Hanoí y la instalación en Phnom Penh de un Gobierno integrado por dirigentes del FUNSK.
Algunas agencias y grandes diarios han señalado a lo largo de estos años la crueldad y la represión brutal del régimen de Phnom Penh con sus ciudadanos, pero "los periodistas y la prensa que a todo lo largo de la guerra de Indochina condenaron la actuación americana», escribía el Corríere della Sera italiano, «no pueden ignorar que hoy se comete una nueva injusticia» y señalan que el triunfo de Vietnam representa un éxito periférico destinado la tranquilizar a la URSS en Asia.
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