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El viernes, probable fecha para la reunión tripartita

El viernes parece ser la fecha elegida para celebrar la reunión tripartita entre Gobierno, sindicatos y empresarios, encaminada a posibilitar una primera aproximación conjunta a una serie de posibles acuerdos de carácter laboral y económico que puedan resultar aceptables, cara al desarrollo económico de 1979.Aunque la tesis de que no se llegarán a firmar unos pactos, con el amplio significado que esta palabra tiene, toma cuerpo, lo que sí parece estar en la estrategia gubernamental es un acuerdo sobre las reglas de juego de actuación de las fuerzas implicadas en el desarrollo económico de cara al próximo año. En este sentido, son varias las claves existentes en este momento, cuyo significado final sólo dirigentes económicos de Castellana, 3, pueden conocer. La primera es la negativa de Fernando Abril a discutir, como ministro de Economía, cualquier tipo de propuesta que no respete el tope de inflación del 10% previsto, lo cual significa que o se acepta esta premisa básica que en cadena el resto de las cifras macroeconómicas o que está decidido a no firmar acuerdo alguno. En favor de esta tesis juegan las rotundas negativas de las centrales sindicales mayoritarias -con matizaciones-, respaldadas por sus respectivos partidos políticos, que ven en peligro sus posibilidades en cualquier proceso electoral que se quiera instituir desde unas premisas de aceptación de unos topes salariales acordes con la tasa de inflación propugnada por el Gobierno.

La CEOE, de acuerdo con el Gobierno

No parece que el Gobierno pueda tener demasiados problemas por parte empresarial, ya que los dirigentes de CEOE están fundamentalmente de acuerdo con las tasas de inflación propuestas, y sólo discrepan en el punto referente a la política monetaria y crediticia, escollo que no es insalvable arbitrando una serie de mecanismos que satisfagan las necesidades de financiación que en el momento actual un buen número de sectores precisan.El Gobierno juega en estos momentos con la baza, ya anunciada por Fernando Abril, de que el programa económico del Gobierno es aplicable sin pactos de ningún tipo, hecho este que no parece gustar ni a partidos políticos ni a fuerzas sindicales, en un momento tan delicado como el presente.

Numerosos convenios sin homologar

El tema de fondo que fuerza la necesidad de instrumentar algún tipo de acuerdo, sea por vía de pacto tripartito o parlamentaria, es la inminente negociación de más de 3.000 convenios colectivos. Por otra parte, existen en estos momentos numerosos colectivos de trabajadores cuyos convenios colectivos están pendientes de homologación, como consecuencia de que la comisión delegada del Gobierno encargada de ratificarlos no se ha reunido en los últimos treinta días.

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