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Entrevista:

"La soberanía debe residir en el pleno del Ayuntamiento"

EL PAÍS. Ustedes tienen entre la clase media una imagen de bolcheviques modernos que puede no resultarles beneficiosa de cara a las elecciones. ¿Piensan hacer algo para cambiar esa imagen?Joaquín Aramburu. Nosotros no nos presentamos como unos bolcheviques en el Madrid de 1978 porque, en principio, no tenemos la intención de hacer la revolución desde el Ayuntamiento ni de atacar la propiedad privada. Para que la gente deseche esas ideas no disponernos de medios económicos suficientes, pero quiero que quede claro que no somos extrema izquierda, sino simplemente izquierda, aunque no hayamos renunciado todavía a la revolución. Lo más lamentable es que son los partidos con representación parlamentaria los más interesados en dar esa imagen de nosotros. Al margen de esto, considero que nuestro electorado está entre el proletariado industrial, no en las clases alta y media.

P.¿Cómo ve usted la actual situación de Madrid y cuáles son las primeras cosas que haría en caso de llegar a la alcaldía?

R. El caos que actualmente sufrimos los habitantes de Madrid exige una serie de actuaciones inmediatas, entre las que cabría distinguir dos niveles.

Primeramente habría que evaluar las necesidades y posibilidades del Municipio, plantear una política de descentralización, hacer una mancomunidad con todos los municipios que integran el Area Metropolitana. A un segundo nivel, las acciones inmediatas consistirían en crear un patronato municipal para construir viviendas que se gestionarían con fondos del INV; dar los pasos precisos para la renovación del plan general de Madrid, replantear a fondo la política del transporte, recuperar el Tajo y el Manzanares que hoy están biológicamente muertos; montar plantas de transformación de residuos sólidos para recuperar vidrios y metales con los que se conseguiría amortizar el 70% del alumbrado de la ciudad; hacer un plan de la utilización de la Casa de Campo para evitar la especulación en sus contornos; hacer un plan de uso del Monte del Pardo sin que se pierdan sus riquezas ecológicas; negociar con Renfe la puesta en marcha de los transportes de cercanías, para lo que ya hay una infraestructura creada...

P. ¿No le parece que son demasiadas tareas inmediatas?

R. En absoluto. Son cosas que se pueden hacer y que hay que hacer: inmediatamente en este Ayuntamiento. Es cuestión de ponerlas en marcha. Si ahora no se hace es porque no ha habido interés en realizar ninguna de estas cosas, pero no supondrían ningún esfuerzo especial ni ningún presupuesto desmesurado, ya que son cosas que están ahí. Sólo hay que querer hacerlas.

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P. Y, de cara al Ayuntamiento, ¿qué cambios realizaría?

R. La ideas de mi partido sobre ese tema es acabar con las alcaldías presidencialistas. La soberanía debe residir en el pleno del Ayuntamiento. Debe ser un Ayuntamiento con capacidad financiera y con más competencias de las actuales. Este Ayuntamiento no podrá surgir de estas primeras elecciones porque no se ha reformado previamente la ley de Régimen Local.

Creo además que promover los cauces necesarios para la participación directa de los vecinos mediante propuestas colectivas. Pienso también que deben de institucionalizarse los referéndums a escala de barrio y que los ciudadanos puedan asistir a los plenos municipales con voz y sin voto.

P. Y las asociaciones de vecinos, ¿cómo entrarían en esos cauces?

R. El movimiento ciudadano podrá participar a través de esos cauces.

P. Pero desde hace aproximadamente un año, el PTE aparece desligado del movimiento ciudadano.

R. Estamos desligados de la Federación, no del movimiento ciudadano.

P. Ya, pero a raíz de su separación, ustedes, desde la Unión General de Vecinos, han seguido planteando y luchando por los mismos problemas que la FPAV.¿No cree usted que esa desunión sólo perjudica a la totalidad de los ciudadanos madrileños y no a las restantes opciones políticas que trabajan todavía desde la FPAV?

R. Creo que lo ideal sería que todos lucháramos conjuntamente por solucionar problemas que afectan a todo el pueblo de Madrid. Sin embargo, está muy claro que la FPAV es un órgano del PCE que actúa exclusivamente con fines electoralistas para este partido. Planteado así no nos interesa en absoluto entrar en ese juego. Básicamente porque no estamos por la labor de hacer de meros comparsas del PCE.

P. Usted espera encontrar la mayor parte de su electorado en el proletariado industrial y en los barrios periféricos. ¿Va a dedicarse ahora a visitar los barrios para conocer sus problemas de cerca como se espera que hagan todos los candidatos a la alcaldía?

R. Yo no tengo que hacer ese tipo de visitas porque conozco bastante bien no sólo los temas urbanísticos de Madrid, sino todos los problemas generales de los barrios madrileños. Eso se queda para los candidatos que desconozcan el asunto. Además, nosotros no llegamos ahora a los barrios. Tenemos una larga tradición de lucha en zonas del centro, como Malasaña, o periféricas y más tercermundistas, como pueda ser el Pozo del Tío Raimundo.

P. Durante las elecciones generales, el PTE se presentó bajo la coalición denominada Frente Democrático de Izquierda y obtuvo poco más de 3.000 votos. ¿Qué esperan conseguir en las municipales?

R. Espero que saquemos los suficientes como para llegar yo a la alcaldía, porque desde luego tengo más posibilidades que Ramón Tamames. Aunque me conformaría con que estuviéramos en el equipo municipal resultante de las elecciones.

P. Dice usted que tiene más posibilidades que Ramón Tamames, pero ¿qué ventajas cree que tienen sobre usted el resto de los candidatos a la alcaldía?

R. La ventaja de José Luis Álvarez es que está haciéndose propaganda desde la alcaldía sin costarle un duro. El profesor Tierno tiene la imagen de marca del PSOE. Ramón Tamames se ha creado una importante imagen de hombre eficaz, y Francisca Sauquillo ha tenido una relación muy directa con algunos barrios de Madrid.

P. Y usted, ¿con qué ventaja cuenta?

R. Mi profesión. Tengo una gran relación profesional con todos los temas que tratan sobre urbanismo. También cuento con la ventaja que supone el que durante año y medio mi partido se ha presentado como una opción clara frente a esa política confusa, llamada consenso.

Joaquín Aramburu está plenamente convencido de su participación en el próximo Ayuntamiento. Sus palabras, actitud y aspecto, parecen encaminadas a asegurar a esa clase media que tanto desconfía de ellos que el PTE les va a dejar que disfruten tranquilamente de su televisión y de su utilitario -«es la propaganda de siempre»-, y a decirles que, si tienen más de un piso, que no se preocupen, porque algunos de ellos también. Da la imagen de un aburguesado hombre de izquierdas que podría conseguir los cambios necesarios para que Madrid se convirtiera en algo menos inhabitable de lo que es hoy.

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