Un defensor de la identidad de Euskadi
Nacido hace 74 años en Bilbao. Juan Ajuriaguerra, soltero, ha sido sin duda el padre del actual Partido Nacionalista Vasco (PNV). Diezmadas sus Filas por la guerra civil y exiliados sus principales dirigentes, a él le tocó recomponer el partido, en la cárcel primero y en la clandestinidad después. Aunque tal vez algunos de los nacionalistas históricos no estuvieron, en ocasiones, conformes con su política, en exceso personalista, nadie le ha discutido nunca el mérito de haber reconstruido un partido que cuenta hoy con ocho diputados y cinco senadores en sólo cuatro provincias.Ingeniero industrial por la Escuela Superior de Bilbao, trabajó solo unos años en la empresa Babcock Wilcox. porque las responsabilidades políticas le exigieron muy pronto una dedicación completa. Con treinta años, era ya miembro del consejo nacional del PNV, y dos años después se erigía en responsable de las milicias nacionalistas, formadas por veintidós batallones. En agosto de 1937, dirigió las negociaciones mantenidas por el ejército vasco para capitular ante el cuerpo expedicionario italiano. Allí nacería el controvertido pacto de Santoña, cuyas cláusulas serían luego ignoradas por el general Franco, lo que motivó la caída masiva de todos los gudaris que se habían retirado a la provincia de Santander.
Hecho prisionero y condenado a muerte, permaneció en la cárcel por espacio de seis años. Fue allí donde inició ya la tarea de reconstruir el partido, a lo que dedicó toda su vida. En la biografía elaborada por su propio partido se dice de él que «dominó durante cerca de treinta años la escena de la clandestinidad vasca» y que fue «el líder de las sombras».
A medida que desaparecían en el exterior algunos de los líderes nacionalistas históricos, creció el papel preponderante de Juan Ajuriaguerra en la resistencia interior. No siempre estuvo de acuerdo con las directrices que emanaban de la dirección en el exilio y esto dio lugar a ciertos enfrentamientos.
Participó de forina muy activa en las huelijas del 47 y 51, y en el 64 Eguna organizo el primer Aberri de la época franquista. A lo largo de todos estos años utilizó varios nombres de guerra, aunque el más conocido entre sus compañeros de partido era el de Axpe. Buscado con insistencia por la policía politica franquista consiguió eludirla siempre desde su salida de la prisión.
A la cabeza de la lista que presentó el PNV en Vizcaya para el Congreso, sus 71 años no le impidieron desarrollar una actividad tan intensa como la de sus compañeros de lista más jóvenes. Hombre fuerte del partido desde hace mucho tiempo a él se le atribuye la elaboración de las candidaturas de su partido, en las cuales alqunos echaron de menos los nombres de varios nacionalistas históricos. que fueron sustituidos por jóvenes casi desconocidos.
Su última batalla política fue la elección de presidente del Consejo General Vasco, cano para el que fue candidato, a pesar de que él mismo estaba convencido de que los votos de UCD iban a inclinar la elección en fa vor del candidato socialista.
Sus adversarios políticos temían de él la dureza negocia dora, aunque le consideraron siempre como un político qu cumplía los pactos por encima de todo .
