El PSC (Reagrupament) se incorpora al proceso de fusión de los socialistas catalanes
De forma plena y oficial el Partit Socialista de Cataluña (ex Reagrupament) (PSC-R) se incorporó ayer al proceso de creación del nuevo Partido Socialista Catalán, fruto de la labor llevada a cabo desde el mes de abril del pasado año por el Partit Socialista de Cataluña (Congrés) (PSC-C) y la federación catalana del PSOE. La nueva organización política nacerá formalmente los días 15 y 16 de julio y llevará por nombre Partit delis Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE). Será la principal fuerza electoral catalana con veintidós parlamentarios sobre 63 elegidos en Cataluña. El PSC-R aporta tres diputados a este conjunto, lo cual debilita la actual Minoría Catalana en el Congreso.
La incorporación del PSC-R al proceso unitario fue acordada por su consejo político por 69 votos a favor, ninguno en contra y diez abstenciones. Antes de la votación veinte miembros de este organismo abandonaron la sesión y, probablemente, dejarán el partido.Los acuerdos adoptados en la reunión del consejo político del PSC (Reagrupament) han tenido especial repercusión en Lérida, ya que buena parte de los veinte consejeros que abandonaron la decisiva reunión pertenecen a esta provincia. Anoche un considerable porcentaje de militantes de este partido en Lérida había anunciado su intención de pedir la baja «ante las continuas claudicaciones de la dirección».
Actualmente los problemas existentes en el pasado entre el PSC-C y el PSOE catalán han sido totalmente superados. En cambio la incorporación del PSC-R comportará en las próximas semanas problemas formales de una cierta entidad, similares a los de Lérida, en comarcas de Gerona.
La presentación de este nuevo aspecto del futuro gran partido socialista catalán se llevó a cabo ayer en Barcelona con la presencia de los principales líderes de los tres partidos, Reventós, Triginer y Verde.
El nuevo partido será, según el proyecto de declaración constituyente, partidario del socialismo autogestionario y favorable a que el Estado español tome la vía de «la construcción de una federación de repúblicas libres y solidarias».
Aspectos aún imprecisos son la incorporación de los sectores obreros del PSC-R a la UGT, el número de delegados de este partido en el congreso de fusión y el número de cargos del futuro partido que recaerán sobre actuales dirigentes del PSC-R. Otro aspecto importante es la incorporación de hecho, por cuanto que de derecho no es posible por impedirlo el Reglamento de las Cortes, de los tres diputados del PSC-R al grupo parlamentario Socialistas de Cataluña.
Consideración de igual importancia merece la proyección estrictamente catalana del hecho, en particular con referencia a la Generalidad. En efecto, el PSC-R siempre se caracterizó por ser, contra viento y marea, un partidario entusiasta de Josep Tarradellas, mientras que son bien conocidas las complejas discrepancias que, durante largos meses, enfrentaron a Tarradellas y los socialistas del PSC-C y del PSOE. Este cambio tiene una clara importancia en la aún hipotética perspectiva de resurrección de la congelada Asamblea de Parlamentarios de Cataluña. No cabe duda de que en el seno del PSC-C y del PSOE la incorporación de este nuevo partido será objeto de encontrados debates.
Esta incorporación pone fin, entre muchas otras cosas, a la homonimia existente entre el PSC-C y el PSC-R, origen de tantos enfrentamientos entre el malogrado Josep Pallach y Joan Reventós.
