Las cuentas federativas, incompletas y en la sombra
La Federación Española de Tiro Olímpico celebró su asamblea general. En ella presentó un balance de la situación del presupuesto que es todo un ejemplo de cómo no detallar los gastos de todo un año de gestión. La Federación se limitó a justificar la totalidad del dinero recibido del CSD porque, como todas las demás, si no dicen haber gastado todo, la subvención para el próximo año nunca sería mayor.Sorprende que treinta millones y medio de pesetas se distribuyan en diecisiete capítulos, sin apartado alguno que aclare cuáles fueron, por ejemplo, los imprevistos o el material deportivo, del que se dice no inventariable, cuando éste, por ser material, debe tener una presencia perfectamente inventariable.
En la asamblea sí se dio lectura detallada de cada apartado, pero no se facilitó a los presentes, a los que sólo se les dio por escrito los gastos que a continuación reproducimos y después de que lo solicitaran. En esa nota, en la que no aparecía ningún membrete oficial, tampoco venían con detalle los ingresos federativos.
Sorprende que una Federación, presidida por el director gerente de la Bolsa madrileña, facilite a los asambleístas unas cuentas que a juicio de cualquier economista sólo son válidas como resumen, no como resultado de una gestión en la que se han movido muchos millones de pesetas.
Y, mientras tanto, las cuotas de las licencias han experimentado una subida de más del 60%, más de lo permitido en el pacto de la Moncloa. La excusa, unificar las licencias de plato y precisión, especialidades totalmente diferentes y que exigen una dedicación exclusiva. A los tiradores no hay que recargarlos con un suplemento de un deporte que nunca van a practicar. Y menos todavía cuando está en suspenso la licencia deportiva de tiro de precisión.
De esta subida se deduce que el presupuesto es corto y de los tiradores va a salir el dinero que hace falta, aunque les saquen más de lo permitido. Luego, como en otras federaciones, los federativos cierran sus asambleas generales con comidas en hoteles de lujo, sin que quieran dar importancia al hecho.
