UGT de banca acusa al ministro de Trabajo de "hacer el juego" a la patronal del sector

La Federación de Banca, Bolsa, Crédito y Ahorro de UGT se reafirmó ayer, en rueda de prensa, en sus ataques al Ministerio de Trabajo y a su titular, «que están haciendo el juego a la Asociación Española de Banca Privada (AEB) y al presidente de la patronal, Rafael Termes». La rueda de prensa había sido convocada como consecuencia de la reproducción por EL PAÍS, el pasado martes, de una carta abierta en términos extremadamente duros que había dirigido la central al señor Jiménez de Parga con motivo de la interpretación que su departamento ha hecho sobre el modo de celebrar elecciones en el sector.

La interpretación, según UGT, fue evacuada ante el escrito presentado por ella al Ministerio de Trabajo, el pasado día 21, en que se exponían las diferencias existentes entre patronal y sindicatos sobre el concepto de «centro de trabajo» de cara a la celebración de elecciones en banca. Lo paradójico, según UGT, es que tal interpretación no sólo es favorable a la patronal, sino que llegó a su conocimiento, y para ello adjuntan como documentación una circular de la AEB a las entidades asociadas, antes que a la propia UGT, que era quien había presentado el escrito. En la carta, el secretario general de la citada federación sindical, Justo Fernández, manifiesta que el señor Jiménez de Parga adoptó tal decisión en el almuerzo que celebró recientemente con Rafael Termes, presidente de la patronal, en la sede del Banco Popular.

El ministro Jiménez de Parga tuvo conocimiento de la citada carta por su reproducción en EL PAÍS, según manifestó a este diario, y desmintió en términos absolutos cualquier contacto con el señor Termes. Ayer, como consecuencia de este incidente, los dirigentes ugetistas fueron recibidos por el subsecretario del Ministerio, Jerónimo Arozamena, que les aseguré, asimismo, el desconocimiento del ministro de la citada carta y les prometió estudiar a fondo el tema del concepto de centro de trabajo en banca.

En la rueda de prensa, Justo Fernández insistió en que se había celebrado tal almuerzo («Io sé por dos fuentes: un alto cargo del Ministerio y un directivo bancario, pero no puedo dar los nombres si no es en el juzgado»), y ofreció a los periodistas la polémica carta -una fotocopia- en que consta un sello del registro del Ministerio de Trabajo con fecha del 27 de enero. Pese al desmentido del ministro de Trabajo y a la negativa a pronunciarse sobre el tema por parte de la AEB, EL PAÍS puede afirmar que el almuerzo se celebró la pasada semana en un salón del edificio Beatriz, sede central del Banco Popular.

Posturas patronal-centrales

La patronal, según UGT, pretende que cada oficina o dependencia física sea considerada centro de trabajo, con lo que la gran mayoría de los trabajadores, por estar en centros de menos de seis personas o contar con catorce o quince empleados, entre ellos puestos de confianza, no podrán elegir representantes. La banca, añadieron, tiene unas características pecualiares que la diferencian de otros sectores, los empleados tienen funciones y competencias similares estén en una agencia o en otra. La expansión bancaria ha hecho proliferar la descentralización de servicios y su acercamiento al cliente. La banca quiere aprovechar esta situación -según UGT- para evitar un fortalecimiento de las centrales de clase en el sector, fraccionando la representatividad.«Según me han dicho directivos de mi banco, el Hispano, la única forma de evitar que se imponga la interpretación de la patronal bancaria -afirmó Justo Fernández- es que movamos el asunto a nivel parlamentario y político.» UGT mantiene la vigencia de la anterior definición de centro de trabajo en banca (consideración de un radio de quince kilómetros) y denuncia las posturas contradictorias, en algunos casos favorables a las tesis ugetistas, de distintos delegados provinciales de Trabajo. Por último, acusaron a las demás centrales, que comparten su tesis, de no ser coherentes en sus actuaciones con la misma.

La posición de la Asociación Bancaria, según pudo saber EL PAÍS, es de rigurosa aplicación del decreto de elecciones aprobado por el Gobierno, sobre todo a la vista de las impugnaciones presentadas por algunas centrales en empresas que se han apartado de la letra del mismo. Caso reciente es el del Metro de Madrid. Señalan también medios próximos a la AEB que no se comprende bien la posición actual de UGT, que no es apoyada por las demás centrales, sobre todo a la vista de que en las oficinas bancarias ha comenzado a desarrollarse intensamente la campaña electoral con presentación de candidatos.