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Al árbitro del Getafe-Tarrasa le salvó la Guardia Civil

El Tarrasa, a base de arriesgar, empató en el último cuarto de hora un partido al Getafe, que tenía prácticamente ganado. Fueron los propios méritos egarenses los que restaron un punto al equipo local y no el árbitro, como se empeñó en ver una apasionada hinchada. El árbitro tardó cien minutos en salir del vestuario y abandonó el campo en un jeep de la Guardia Civil.Todo el buen juego del Getafe en los comienzos de cada período y la valentía del Tarrasa en jugar los últimos minutos del encuentro sin hombre libre, en busca del empate quedaron difuminados por el dramatismo que se vivió en el vestuario al término del partido. La Guardia Civil tuvo que evitar que los iracundos aficionados tomaran al asalto los vestuarios en busca del árbitro. A los cien minutos de tensa espera, el trío arbitral subió a un coche de la Guardia Civil, que fue golpeado por personas que aún esperaban desahogar sus iras.

La verdad es que. el obeso Urio Velázquez, pese a arbitrar mal y con perjuicio hacia el Getafe, no tuvo la culpa de que el Tarrasa jugara tan bien al final ni el Getafe tan mal. Tras el dos a cero, el Getafe no supo rematar las buenas acciones que protagonizaron sus jugadores entonces. Domenech fue el que comenzó a imprimir una mayor velocidad a su conjunto, logrando romper el juego lento y en corto que exhibía el Getafe.

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