Joan Isaac, en el Palau de la Música de Barcelona
Joan Isaac se presentó el pasado martes en el Palau de la Música de Barcelona. Existen ocasiones en que resulta casi imposible discernir la importancia respectiva del intérprete y del marco en que se desenvuelve su acción. Esta es una de ellas.Joan Isaac, joven representante de la más joven tendencia de la canço, chocó de manera espectacular con la magnificencia modernista del Palau. Independientemente de que su actuación despertara las más sinceras ovaciones por parte del público, estaba claro que la forma de hacer de Joan no se adapta a recintos monumentales. Si algo poseía de destacable y original la obra de este cantante ya desde sus comienzos era un cierto tono intimista y subjetivo, que contrastaba con las desnudas arengas de muchos compañeros. Situado aquí, sus canciones, incluidas alguna versión de Brassens y Ferrat, junto con una dedicada a Puig Antiach, encontraban un espacio demasiado amplio que llenar.
A ello ayudó la componente instrumental del concierto, tanto los arreglos del francés Burrull, como los músicos que acompañaron a Joan, no conectaron con el espíritu musical y vital de este último. Instrumentaciones clásicas con las gotas de modernidad necesarias, como para hacer digerible el producto a gentes que están habituadas a una mayor espontaneidad.
Desde el punto de vista vocal, Joan intenta graduar la intensidad de las canciones, empezando casi siempre desde abajo, para ir aumentando progresivamente en potencia. Sin embargo, sus limitaciones le impiden llegar a climax apoteósicos que se le notan plenamente vividos.
Joan Isaac demostró en Barcelona que sigue siendo una de las grandes promesas de la canço. Sólo hace falta que encuentre su lugar y este lugar, desde luego, no es el Palau de la Música.
