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Problemático futuro para los ciclistas españoles

El ciclismo profesional español cierra filas de cara a la formación definitiva de los equipos para la próxima campaña. Los cuatro equipos profesionales darán trabajo a unos sesenta ciclistas, de los que hasta el momento sólo tres son extranjeros. La reducción de gastos y el rejuvenecimiento de las plantillas son, sin duda alguna, las dos características más acusadas de la nueva temporada.

Los tiempos son malos también para el ciclismo. Los escasísimos éxitos de la pasada temporada han ayudado de alguna manera a los patrones a la hora de no transigir con aumentos de sueldo -lógicos en algunos casos- o apretar al máximo las clavijas en la reducción de los componentes de los equipos, algunos de los cuales han visto adelantada contra su voluntad la hora de la retirada. Los que un año más vuelven a la carrera lo hacen en circunstancias diferentes; las marcas comerciales quieren más realidades y olvidar en lo posible lo de la lucha pundonorosa que no pudo transformarse en victoria Los hechos apremian y se les va a exigir más, como indica la idea flotante de pagar primas por victorias a costa de no subir los sueldos fijos.

Nuevo equipo

Esta temporada ha visto nacer un nuevo equipo profesional, el Transmallorca, y una vez más se ha esfumado la posibilidad de un quinto equipo que intentaba patrocinar una marca textil valenciana. En última instancia no encontró ninguna figura extranjera que le diese alguna garantía de éxito, por lo que se vino abajo, y el portugués Martins, probable director de filas, terminó en el Teka.La formación de este equipo, incluso con extranjeros, habría podido ser muy beneficiosa para el ciclismo español, encerrado en una pugna entre los equipos, que no ha hecho más que destrozar toda posibilidad de éxito para servirlo en bandeja a otros hombres europeos. Tal vez la ampliación de horizontes de trabajo a los corredores profesionales les habría podido reducir sensiblemente este machacarse entre sí en un intento, de que nadie despunte sobre el compañero.

Es el viejo problema del deporte español; un equipo, a costa de un magnánimo mecenas que invierte una gran cantidad de dinero, se hace con una plantilla de corredores a los que paga bien o, cuando menos, mucho mejor que el resto de equipos. Los ciclistas, como profesionales lógicos, tienden a ganar el máximo dinero en su corta y dura carrera, y tienden, lógicamente, a sobresalir por encima de sus compañeros para poder exigir en la nueva temporada un contrato más ventajoso.

De esta forma el Kas se ha hecho de un buen equipo que ha dado las mejores victorias al ciclismo español, justo es reconocerlo, pero que ha abocado al resto de equipos a un esfuerzo económico (Teka) o a un conformismo deportivo que sólo despierta cuando se trata de rivalizar con los corredores de estos equipos. La pugna es una lucha por la supervivencia deportiva y económica, pero no añade absolutamente nada bueno al ciclismo español. Al contrario, la lucha dentro de la frontera corta de raíz toda posibilidad de destacar en el extranjero. Cada vez son menos los triunfos y los equipos arropan poco a los hombres clave.

Si el ciclismo profesional tiene estos problemas, difícilmente se puede aspirar a encontrar nuevas figuras que traigan otros aires.

Floja temporada

La pasada temporada los corredores españoles consiguieron siete victorias en pruebas celebradas en España, aunque las más importantes -Vuelta a España, Volta a Catalunya, Vueltas a Andalucía y Levante, Semana Catalana y Subida a Montjuich- las ganaron corredores extranjeros, con Maertens a la cabeza, con tres victorias. Fuera de España sólo se lograron cuatro victorias en otras tantas etapas. El palmarés es uno de los más pobres desde hace años y hay pocos indicios para pensar que esta temporada vayan a cambiar las cosas. El Kas, de Vitoria, es el primer equipo español en cuanto a plantilla y presupuesto, pero su futuro en la nueva temporada no está muy claro, dado que ha reducido el número de ciclistas y se ha deshecho de hombres veteranos, pero aún valiosos, más que nada por reducir los gastos que le ocasionaban sus fichas. Hasta el momento, y dado que la formación definitiva no se sabrá hasta que las fichas no estén en la Federación Española, el equipo lo compondrán Andiano, Cima, Ovies, Galdos, González Linares, Ladrón de Guevara, Lejarreta, López Carril, Martínez Heredia, Nazábal, Perurena, Pesarrodona, Pozo, Pujol, Viejo, Yáñez y Suárez Cuevas. Las bajas con respecto al año anterior son las de Martos, Menéndez, Carlos Ocaña, Oliva, Eulalio García y el portugués Marins, y la única alta es la de Suárez Cuevas, que viene del Teka.

Teka, con más plantilla

El segundo equipo español es el Teka, de Santander. Un equipo que un año más rivaliza con los alaveses en presupuesto y plantilla. Las victorias de la pasada temporada se inclinaron a favor de los de Vitoria, aunque siempre los de Santander supieron colocar a alguno de sus corredores entre los que mayor número de triunfos consiguen. Elorriaga es el «teka» que quedó emparejado en la anterior campaña a triunfos con el «kas» Cima, ambos los corredores españoles que más victorias consiguieron.El equipo lo componen Lasa, Elorriaga, Torres, Menéndez, Oliva, Martins, Eulalio García, Melero, Vilardebó, Alfonsel, Moreno, Paulina Martínez, Cedena, Cabrero, Larrinaga, Albisu, Félix Pérez, Esparza, el suizo Leuemberger, Kraft, Mayoz y tal vez se incorpore, finalmente, otro suizo, Sweifel, un hombre del ciclo-cross, que supliría a Thaler.

El tercer equipo en discordia es el Novostil, bastante más modesto que los anteriores, aunque con una experiencia ya dilatada. Los vallisoletanos parecen especialmente débiles esta temporada, dadas las deserciones. La mayoría de esos hombres han ido a las filas del nuevo equipo profesional, el Transmallorca. Su todavía teórica plantilla la compondrán Abad, Del Alamo, Greciano, Mazuela, Enfedaque, Gutiérrez, Mayoz, Isidro Juárez, Sobradillo y Félix Suárez.

Por último, el Transmallorca será el nuevo equipo profesional que se conformará con luchar y hacer un discreto papel. Económicamente es el más modesto, aunque a muy poca distancia del Novostil. La base de su equipo la componen Roxio y Ordiales, junto al ex «kas» Carlos Ocaña y hombres como Blas Domingó y Fortia, que aún tienen cosas que decir en el ciclismo profesional. Junto a éstos estarán Jesús López Carril, Belda, Moya, A. González, Benejam y Ramón Vila.

Ahora comienza el calvario de los hombres que quedan fuera. Unos viajarán a equipos europeos y otros dejarán la «bici». Estos últimos días decidirán el futuro, problemático futuro, de algunos de ellos.

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