Armadores gallegos solicitan elevación de rango para la Dirección General de Pesca

Los armadores gallegos van a iniciar una campaña para conseguir la elevación de rango de la Dirección General de Pesca en el marco de la reforma administrativa. «Es un organismo inservible hoy -han comentado representantes del sector a EL PAIS- que no contempla las necesidades de una actividad que produce en primera venta más de 75.000 millones de pesetas y da empleo a más de 150.000 personas.»

Los planteamientos de los armadores incluyen no sólo la desvinculación de las pesquerías del Ministerio de Comercio, sino también de la Marina de Guerra, que ha dirigido siempre el organismo pesquero hasta poco más de año y medio, cuando fue nombrado el primer civil para el cargo, Víctor Moro, que encabezó la lista de Unión de Centro Democrático de Pontevedra para el Congreso.En medios pesqueros se barajan tres posibles fórmulas para la elevación de rango del organismo, por lo menos a Subsecretaría. Como salidas viables se consideran la creación de una Secretaría de Estado para pesquerías o más genérica, para asuntos marítimos, que dependería de la Presidencia del Gobierno, transformación del actual Ministerio de Agricultura en departamento de agricultura y pesca, con una subsecretaría para la actividad o la creación del Ministerio de. Fomento, con subsecretaría de Minería, Agricultura y Pesca.

«Solamente con un organismo adecuado podremos intentar la superación de la crisis pesquera -han señalado las mismas fuentes- La Administración tiene mucho que hacer , al igual que el sector, pero nosotros ya lo estamos intentando."

En Galicia, los armadores de La Coruña y Pontevedra están creando asociaciones profesionales al amparo de la libertad sindical. En Pontevedra se promueven las de fresco, bacalao y congeladores, que luego se federarán a nivel provincial y se confederarán con la única agrupación pesquera que se espera surja en La Coruña. En conjunto, estas dos provincias y Lugo obtienen aproximadamente el 30% de la pesca que se desembarca en España y en congelada, en concreto, cantidades superiores al 50%.