Discrepancias entre los concejales valencianos por la dimisión de su alcalde
De espoleta que podría desencadenar la crisis en otros municipios de España ha calificado la dimisión del alcalde un concejal de los veinte que mantuvieron ayer una reunión durante cuatro horas. La Corporación, que no ha llegado a determinar una postura unitaria para el pleno extraordinario de mañana lunes, en el que se somete a la votación del consistorio la dimisión de Miguel Ramón Izquierdo, hombre de Alianza Popular, es consciente de la trascendencia de esta crisis, que podría provocar un vacío de poder municipal hasta las próximas elecciones municipales.
Al parecer, los tenientes de alcalde no verían con agrado que uno de ellos ocupara el puesto de alcalde en funciones durante estos meses de cambio, al ser partidarios de mantener la Corporación tal como está y dar el relevo a los que salgan elegidos por votación popular.
En la reunión de ayer, en la que estuvieron ausentes los señores Pérez Alcántara y Pérez-Arce, candidatos ambos por la Federación Laborista en las elecciones generales, se trató de unificar las posturas. Los comentarios recogidos entre los concejales a la salida de la reunión fueron los siguientes: «Hemos realizado un cambio de impresiones sin llegar a un consenso», «todavía no está claro». «Hay que dilucidarlo en el pleno del lunes, no hemos podido llegar a ninguna postura.» Por su parte, Antonio Soto Bisquert, primer teniente de alcalde, eludió hacer cualquier tipo de declaraciones, a excepción del número de asistentes a la reunión.
Al parecer, se dan diversas posturas entre los veintitrés concejales. Una de ellas consiste en presentar todos los cargos a disposición del ministro de la Gobernación y solicitar que se convoquen ya las elecciones municipales. Otra opinión postula continuar en el Ayuntamiento, ya que retirarse, por la victoria del PSOE en Valencia, puede considerarse políticamente un gesto poco consistente.
