La ley contra el Fuero navarro

Los rumores y filtraciones más o menos dignos de crédito que estos días circulan, relativos a la ley electoral, indican que al parecer iría Navarra Unida a Guipúzcoa a estos efectos electorales. De confirmarse estos rumores supondría una alta traición al pueblo navarro.Navarra es y ha sido una unidad e identidad histórica salvaguardada. durante mil años. Sus fueros e instituciones garantizaron su libertad colectiva y su derecho a la autonomía. Su pueblo ha luchado en solitario durante siglos para mantener su identidad, autonomía y libertad escribiendo páginas gloriosas y heroicas en nuestra história.

En estos momentos predemocráticos, en que la diversidad de pueblos que forman el Estado español se afanan por recuperar su libertad hace siglos perdida, es inconcebible que se quiera ceder la autonomía de Navarra a espaldas de su pueblo, con pactos y conversaciones llevadas en Madrid entre la Oposición y el Gobierno.

Es inaceptable que electoralmente se quiera unir Navarra a Guipúzcoa en base a teóricos principios distribuitivos de Audiencias Territoriales, que no tienen razón ni criterio de aplicarse en esta materia política de enormes consecuencias y precedentes. Como es sorprendente que, sin al menos un previo referéndum de todo el pueblo navarro, se le quiera imponer la ikurriña como bandera.

Esta bandera, a la que respeto, representa exclusivamente la bandera de un partido político, concretamente el del Partido Nacionalista Vasco, hoy miembro del equipo español de la Democracia Cristiana y cuyo representante está en la comisión de la Oposición democrática que 'negocia, con el Gobierno. la ley electoral. ¡Quizá ahí está el quid de toda la cuestión!. Este partido, históricamente, ha sido políticamete minoritario en el pueblo navarro. Con Guipúzcoa y, el resto del país vasco mantenemos nuestra tradicional, amistad; pero nunca mezclados, siempre respetando la identidad Navarra, como Navarra. respeta y apoya la suya.

Los que defendemos que Navarra es ante todo una unidad e identidad histórica, no podemos aceptar que se disfrace esta realidad milenaria con componendas palatinas.

En 1938 las democracias europeas cedieron ante Hitler firmando el vergonzante pacto de Munich, que entre otros desastres significó el desmembramiento de Checoslovaquia y su desaparición como identidad nacional, satisfaciendo los intereses hegemónicos de Hitler; pues bien, ahora quieren hacer un pacto semejante a costa de Navarra y su pueblo, para satisfacer al Partido Nacionalista Vasco y su afán expansionista, semejante al del Anschluss económico y político de la Alemania nazi. Navarra tampoco aceptará que la entreguen a nadie ni a ningún partido en una edición trasnochada ya la española de la Conferencia de Yalta.

Ni el pueblo navarro ha sido vencido ni tiene menos méritos democráticos o de identidad que el resto de los pueblos que forman el Estado español, sino todo lo contrario.

Si históricamente Navarra ha defendido su identidad, autonomía y libertad, hoy Navarra no es menos Navarra, ni menos brava y no está dispuesta a que se la venda ni en Madrid, ni en San Sebastián, ni mucho menos, desde Bayona.

De confirmarse este absurdo de distribución electoral, será una flagrante violación de los fueros y la historia de Navarra. Este contrafuero sería inaceptable. Por ello, y antes de que se produzcan males mayores, pedimos en esta columna que se dé a Navarra el trato de independencia y unicidad electoral que por derecho histórico le corresponde.