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Supuestas irregularidades en la adjudicación del control de la contaminación madrileña

A pesar de que la oferta que presentó Standard Eléctrica parece, según los informes efectuados por los ingenieros del Departamento Municipal de Lucha contra la Contaminación Atmosférica, la mejor, la instalación de la Red Automática para el Control de la Contaminación fue adjudicada a Secoinsa, empresa con participación del INI en su capital. Standard, según rumores recogidos en el Ayuntamiento de Madrid, ha recurrido ya contra tal adjudicación, aunque parece que tal recurso va a ser desestimado, sin que sea considerado por la Comisión municipal de gobierno.

Cuando el Ayuntamiento de Madrid convocó el correspondiente concurso para la adjudicación dé las obras de instalación de una Red Automática para el Control de la Contaminación Atmosférica especificó claramente que cualquier oferta que pretendiera una mejora debería dar ésta en forma de mejor material y en mayor cantidad. La reunión de la Comisión municipal de gobierno, órgano del Ayuntamiento en el que, semanalmente, sin asistencia de la Corporación en pleno, se dilucidan la mayoría de los temas que toca, directa o indirectamente, el Ayuntamiento de Madrid, concedió tal adjudicación a la empresa Secoinsa-Sociedad Española de Comunicación e Informática SA, formada por el INI, Fujitsu y la Telefónica, con participación de varias entidades bancarias. Sin embargo, otras empresas, tales como Philips y Standard Eléctrica, ofertaron una mayor cantidad de material, con mayor capacidad de procesamiento de los datos -Hispano Electrónica y Standard- o con varios modelos para las casetas de recogida de muestras en la calle, lo que brindaba una mayor posibilidad estética de adaptar estas casetas, indispensables para todo el sistema, al medio en que debieran ir insertas (Standard).

De entre las seis empresas que concurrieron al concurso -Ignacio Soria, Radiotrónica, Hispano Electrónica, Secoinsa, Standard y Philips- sólo las tres últimas superaron una primera comparación entre todas ellas. Esta primera selección permitió la creación de una segunda, basada en los criterios derivados de cinco puntos: estaciones remotas, estación central de proceso, software -o recogida -de información -, mantenimiento y grado de nacionalización de la oferta. Cada uno de estos criterios se encontraba repartido en otra, serie de consideraciones, lo que viene a sumar, en total, veintiséis elementos de juicio distintos. En cada uno de estos veintiséis elementos de juicio se señalaba cuál de las tres empresas que no habían sido eliminadas era la mejor. En veinticuatro de estas veintiséis, ocasiones, la mejor oferta partía del pliego presentado por Standard. Secoinsa, por su parte, aparece en tres ocasiones, dos de ellas, ocupando el primer lugar compartido con Standard. Secoinsa únicamente se presenta como la mejor oferta en el precio por año del mantenimiento. Philips constituye la mejor oferta en dos casos. En uno de ellos, el del equipamiento interior de las estaciones remotas, se supone que las tres ofertas son similares.

Concurso a tope

Todas las ofertas que se fueran a presentar al concurso, según el pliego de condiciones aprobado por la Comisión municipal de gobierno, debían ser a tope, esto es, no debían registrar ningún tipo de baja sobre el precio total de la instalación -más de 95 millones de pesetas- ni sobre el mantenimiento, que se contrataba por cuatro años -quince millones de pesetas- Sin embargo, Standard, Secoinsa y Radiotrónica ofertaron a la baja en el capítulo del mantenimiento, en un millón, cinco millones y casi millón y medio de pesetas, respectivamente.

«Sin duda la mejor oferta técnica presentada al concurso fue la de Standard», declaró a EL PAIS el delegado de Saneamiento y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Florentino Pérez. «Sin embargo, añadió, lo que en mayor medida nos decidió por la oferta de Secoinsa fue el hecho de que goza de una mayor experiencia que las otras dos, además de ofrecer una baja global entre los doce y los quince millones de pesetas. »

No falta quien asegura que la aprobación de la adjudicación, hecha por la Comisión municipal de gobierno, lo fue, aparte de lo que pasara antes de llegar a estudio de ésta, por la inhibición que mostró el delegado del ayuntamiento.

«Yo únicamente me inhibí de la discusión por el simple hecho de que no quería influir en nadie. La opinión del delegado, en este caso, no era más que una más.»

Proceso de dictamen

Una vez recibidas todas y cada una de las ofertas que llegaron al concurso, comenzó el proceso consiguiente para dictaminar cuál de ellas era la mejor, en función del material ofrecido. En otros casos, en los que es posible presentar la baja, esta selección de las ofertas se realiza en función de cuál de ellas es la que resulta más barata. Sin embargo, en este caso, por lo especial que tenía la convocatoria del concurso, este dato era despreciable.

Los informes pedidos para determinar cuál de estas ofertas debía ser la aceptada lo fueron a cada uno de los ingenieros que prestan sus servicios en el Departamento de Lucha contra la Contaminación Atmosférica, dependiente de la Delegación de Saneamiento y Medio Ambiente. Cada uno de estos informes fue diciendo, en unos u otros términos, lo mismo: la mejor oferta presentada era la que correspondía a Stardard Eléctrica.

Sólo hubo un informe, el correspondiente al director del departamento, Lucio Pita, que se inclinó por considerar que la mejor instalación posible de cuantas se ofertaban era la que había presentado Secoinsa. Este informe fue el que acudió a la reunión de la Comisión municipal de gobierno del día 10 de noviembre, donde contó, según parece, con el apoyo incondicional de alguno de los asistentes y la inhibición referida del delegado de Saneamiento: la adjudicación definitiva, firmada por el alcalde de Madrid, fue a parar a manos de esta última empresa.

Tanto en el caso de Secoinsa como en el de Standard, uno de los puntos que fue considerado en cada uno de los informes con mayor atención fue el referido a la parte nacional e Importada de la instalación, habida cuenta de que la tecnología electrónica y de informática no está excesivamente desarrollada en España. Secoinsa supone un grado de importación de material y tecnología cifrado en el 66% del total. Standard, por su parte, ofrecía sólo un 48% de la instalación como procedente de la importación.

Posible recurso

Según parece -y confirmado posteriormente por Philips- esta empresa no ha pensado, en ningún momento, en recurrir contra la adjudicación. «No creemos que haya que interponerlo. Por lo que nosotros conocemos, la adjudicación fue hecha en unos términos correctos.»

Sin embargo, y según parece, la que ya ha presentado un recurso contra la adjudicación a Secoinsa de la instalación de esta red ha sido Standard Eléctrica, recurso que ha de resolverse antes del próximo día 22 de este mes de enero. Puestos en contacto con esta empresa, en su sede social se negaron a comentar nada sobre el tema, ya que ésta había sido la decisión de ella.

Sin embargo, y atendiendo a los mismos rumores que señalan la existencia de un recurso ante el Ayuntamiento, si la vista de esta apelación no llegara a manos de la Comisión municipal de gobierno, órgano que debe entender en el caso, sino que sería desestimada sin llegar a ello. En tal caso Standard estaría dispuesta a acudir al procedimiento contencioso-administrativo.

Tal vez lo que pase es que nosotros seamos mejores ingenieros», afirmó a EL PAÍS el subdirector de Secoinsa, Teófilo del Pozo, sobre la baja presentada por su empresa. «Es por eso, añadió, por lo que ahorramos dinero, ya que, según parece, necesitamos menos tiempo de instalación que otras empresas y, podemos ofertar lo mismo con un menor precio.»

Con respecto a los rumores que hablan de que la adjudicación a Secoinsa no debiera haberse producido, el señor Del Pozo asegura: «Que esos rumores vengan a contármelos a mí. Sólo así es como podré rebatir sus argumentos con los míos. »

Los principales componentes del consejo de administración de Secoinsa son los siguientes: Presidente, José Solís, Vicepresidente 1º. Alfredo Miret, vicepresidente 2º, Ignacio Vidaurrazaga; consejero delegado y director gerente. Javier Aguirre; consejero secretario, Arturo Romaní.

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