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Coronas con la bandera de Galicia para Alexandre Bóveda

Representantes de diversas organizaciones políticas nacionalistas depositaron ayer numerosas coronas de flores con los colores de Galicia ante la tumba de Alexandre Bóveda, fusilado hace cuarenta años en Pontevedra.Personalidades del Consello de Forzas Políticas Galegas habían solicitado permiso gubernativo para celebrar el acto en el cementerio pontevedrés de San Mauro, pero el Gobierno Civil había denegado la autorización, como adelantó EL PAIS. Además de representantes del Consello, depositaron ramos de flores otras organizaciones políticas y diversos amigos, así como Amalia Alvarez Gallego, viuda del que fue secretario de organización en el partido gallegista. La familia tiene el propósito de colocar en el panteón donde descansan los restos de Bóveda la reproducción de una placa hecha por él mismo, en la que se podía leer: Alexandre Bóveda, 17-8-36.

Por la tarde, alrededor de doscientas cincuenta personas recorrieron varias calles de la ciudad con gritos de A osfusilados non os esquecemos, A baixo a represión, Autodeterminación, Disolución dos corpos represivos y Amnistía xeral. Al llegar a la Alameda, los manifestantes se mezclaron con la gente que esperaba una carrera ciclista y repartieron allí abundante propaganda.

Estos actos de la tarde parecen haber sido la respuesta que dieron el Partido Socialista Galego (PSG), el Movemento Comunista de Galicia (MCG), los independientes de la Asamblea Nacional Popular Galega (ANPG) y las Xuventudes Socialistas (XS) a la negativa dada por las autoridades al permiso solicitado para celebrar un homenaje a Alexandre Bóveda. La policía hizo acto de presencia en dos ocasiones, pero no llegó a intervenir debido a que los manifestantes se disolvían inmediatamente.Por otra parte, también prohibió el Gobierno Civil la celebrición de un acto previsto para la tarde de ayer en Vigo, en el que cinco militantes de grupos del Consello de Forzas Políticas Galegas iban a explicar el contenido de varios documentos presentados ya en la Universidad de Santiago y en la ciudad de Orense. La suspensión, según un comunicado de los organizadores, «supone una dlscriminacion para las fuerzas gallegas, además de un grave atentado contra el ejercicio de las libertades políticas, contradiciéndose con la presunta política democratizadora que preconiza el actual Gobierno. Una vez más, Galicia resulta marginada y su voz acallada a pesar de acogerse a la legislación vigente en materia de derechos de reunión y expresión, mientras en otros países del Estado español son autorizadas o toleradas manifestaciones políticas de diferentes características: mítines masivos, asambleas, etcétera.

La Asociación Cultural de Vigo ha hecho público otro comunicado, como organizadora del acto, en el que se expresa en términos semejantes.

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