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Jensen advierte: "No siempre podré jugar así"

Eran cerca de las dos de la madrugada del sábado cuando Miljanic todavía recibía felicitaciones por el espectacular triunfo de su equipo ante el Peñarol. Miljanic, finalizado el partido, salió a dar una vuelta con Agustín Domínguez, y las enhorabuenas las acogió por docenas. Y es que La Coruña vibró con la victoria blanca.El público de Riazor es, por regla general, frío, porque sabe ver el fútbol. Cuando éste se convierte en espectáculo se vuelve apasionado y bullanguero. Jensen y el uruguayo González recibieron por igual ovaciones clamorosas. Fueron dos figuras de verdadera categoría mundial, y eso los espectadores lo supieron apreciar.

Miljanic ha comenzado la temporada con buen pie. En parte por mor de la fortuna, en parte por el esfuerzo y el trabajo realizados. «Por algo me he quedado este año sin vacaciones.» Y es que Miljanic tiene fama de trabajador del fútbol; los jugadores se benefician de ello porque o sudan o calientan el banquillo.

La prueba está en que ayer por la mañana, tras el derroche de fuerzas realizado la víspera, los madridistas se entregaron en Riazor. Primero, y con Antonio Ruiz, los porteros y los que no actuaron ante el Peñarol, incluidos Aguilar y Sanjosé, que jugaron unos minutos. Dos horas después, los titulares de la primera gran victoria de la temporada.

Este trabajo, Jensen lo agradece. «Los entrenamientos que realizamos son extraordinarios. Me han permitido coger rápidamente la forma adecuada, y estoy seguro de que físicamente iré a más. »

Jensen impresionó el viernes. «Estoy muy contento con mi debut, con mis goles. Realmente ha sido una presentación feliz.» ¿Este es el verdadero Jensen? ¿Jugará siempre así, o le salió el partido del año? El danés responde: «No puedo jugar siempre así. No es posible que lo haga igual que hoy en todos los partidos. Reconozco que hice un gran encuentro, pero también es verdad que pude jugar cómodamente porque la defensa me marcó de lejos.»

Pero a pesar de sus goles, Jensen está triste. Al menos, su semblante no delata alegría. Primero, porque su carácter no es ni de divo ni de triunfalista. Segundo, porque no puede comunicarse con la gente como él quisiera; sus estudios de español han tenido que suspenderse en varias ocasiones por justificadas razones. Y tercero, porque el martes operan a su mujer. De ahí que mañana el jugador adelante su llegada a Madrid a las nueve menos cuarto de la manana, procedente de Santiago, para ponerse de inmediato camino de su país.

Lo que consoló a Jensen fue jugar en La Coruña: «Es como si estuviera en Dinamarca. El clima es muy similar, y la ciudad preciosa. Lástima que no tenga el tiempo suficiente para conocerla. »

Lógicamente, si Jensen ha sido el triunfador, Miljanic rebosa alegría. «Decían que era un jugador vulgar. Pues ahí le tienen, y que le juzguen. » Miljanic estaba contento: «Hicimos un extraordinario partido, comparable al del Derby County en Madrid en la pasada Copa de Europa. Pero, cuidado, hacer fútbol es repetir este partido. Si sólo se hace una vez no vale para nada.»

Pieza fundamental en lograr ese partido y en poder volver a repetirlo fue y será Manolo Velázquez. En ningún momento ahorró energías y supo sacrificarse para tapar huecos. Jugó sin complejos, a su aire de calidad demostrada. «Es cierto que jugué con mayor confianza que en otras ocasiones. Antes, para hacerlo, tenía que demostrar que no era incompatible con Netzer.»

Y Velázquez estuvo a un nivel muy alto frente al Peñarol. Tanto como para preocupar quién podrá sustituirle en caso de lesión.

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