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Mario Soares sigue dispuesto a formar un Gobierno minoritario

El dirigente socialista portugués, Mario Soares, anunció ayer, en una conferencia de prensa en Bonn que estaba dispuesto a presidir el próximo gobierno de su país, con un gabinete minoritario. Soares añadió que el general Ramalho Eanes, casi seguro vencedor en las elecciones presidenciales de junio, le había asegurado que le encargaría de formar gobierno, y que su partido no formaría coalición ni con los comunistas ni con los partidos del centro derecha, ya que así lo había prometido a los votantes durante la campaña electoral.Las apariciones del secretario general del Partido Socialista Portugués, suelen esperarse en la República Federal de Alemania con una mezcla de interés y preocupación. Dos días estuvo el presunto futuro jefe del Gobierno lusitano en la capital federal y durante su estancia se reunió con los prohombres del Partido Socialdemócrata germano, es decir Willy Brandt, Helmut Schmidt y George Leber. Además, mantuvo una larga conversación con el ministro de Asuntos Exteriores, el liberal Hans-Dietrich Genscher.

En una conferencia de prensa celebrada ayer expuso Mario Soares las razones de su visita a Bonn. Consciente de los vínculos especiales de su partido con la socialdemocracia alemana, bajo cuyo patrocinio fue fundado el Partido Socialista Portugués hacia finales de los años sesenta, quiso exponer a los líderes socialdemócratas alemanes la situación portuguesa y los problemas que arrostra portugal.

Mario Soares, luego de pasar revista a los problemas portugueses, expuso con bastantes palabras algo así como el programa de un posible gobierno dirigido por él. Insistió en que no debían sacrificarse los principales logros de la revolución portuguesa, entre los cuales destaca la nacionalización de casi un 60 por 100 de la economía.

Por lo demás, las exposiciones de Soares se habrán aceptado con satisfacción. «Portugal seguirá siendo miembro de la OTAN, solicitará su ingreso en el Consejo de Europa y en las Comunidades Europeas.»

O sea, que, en materia de política exterior, el consenso entre, la socialdemocracia alemana y el socialismo portugués no puede ser más perfecto. La divergencia se plantea en otro terreno, que es -quiérase o no- el que puede decidir a la postre: el socioeconómico y hasta político social. Divergencia que, como reconocen, sin embargo, muchos socialdemócratas, se explica por la incapacidad de millones de centroeuropeos de comprender lo que significaron cuenta años de dictadura salazaista.

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