Nadal apura la puesta a punto para su último baile como profesional
El ganador de 22 grandes encara su última semana como tenista en la Copa Davis, que se disputa en Málaga, con la ciudad volcada y la incertidumbre de si está preparado para disputar el individual
Un día después de caer en Turín contra Alexander Zverev y quedarse fuera de las Finales ATP, Carlos Alcaraz, el número tres del mundo, aterrizó en Málaga este sábado al mediodía para unirse al equipo español de la Copa Davis. El murciano llegó unas 24 horas después de que se viera por primera vez a Rafael Nadal, su ídolo y el de tantos, pelotear en la pista central del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de cara al torneo, en el que España arranca el martes ante Países Bajos (17.00, Movistar) pero en el que sobre todo se despide del mundo del tenis el gran icono del deporte español. Nadal, campeón de 22 Grand Slams, rey de la tierra batida y poseedor de una mentalidad con la que ha logrado ser reconocido en todo el mundo como uno de los competidores más formidables de la historia del deporte, disputará sus últimos partidos a sus 38 años entre el 19 y el 24 de noviembre en la capital malagueña, una ciudad que se ha volcado con la retirada del mito en su última semana como profesional.
La fiebre por el balear ha llevado a que los hoteles registren una ocupación cercana al 90% en plena temporada baja en una localidad tan turística como esta, donde hay una lona gigante con la imagen de Nadal colgada en el Estadio de Atletismo Ciudad de Málaga —visible desde el Martín Carpena—, banderolas y pantallas por todo el municipio —también en el transporte público— mientras la Junta de Andalucía espera que el retorno económico por el significado de la Davis, que además coincide por primera vez en la misma ciudad con la Copa Billie Jean King, sea diez veces superior a los diez millones de euros que invirtió la administración autonómica en albergar esta edición. Las entradas para ver el martes en la eliminatoria ante Países Bajos al icono del tenis nacional hace semanas que están agotadas y con la reventa a precios desorbitados. “Probablemente, es el torneo más especial que vaya a jugar en mi carrera, por las circunstancias y porque la Copa Davis siempre ha sido un torneo que me encantaría ganar algún día”, dijo Alcaraz el viernes.
Bajo esa sensación de momento histórico, de decir adiós a un mito que empezó como profesional en 2001 y que se va 23 años después en contra de su voluntad tras una lucha frustrante contra las lesiones, también está la incertidumbre de qué papel asumirá Nadal en el equipo español, dirigido por David Ferrer y en el que están, además del balear y el murciano, Roberto Bautista, Pedro Martínez —sustituyó a Pablo Carreño por lesión— y Marcel Granollers.
Las últimas declaraciones de Nadal, concedidas el viernes en una entrevista con la Real Federación Española de Tenis, tampoco arrojaron luz a cuál es su estado de forma para su último baile como tenista. “Primero hay que ver cómo me voy sintiendo estos días en el entrenamiento, y si realmente no me veo listo para tener opciones de ganar el individual, voy a ser el primero que no va a querer jugar, el primero que voy a hablar con el capitán”, insistió el de Manacor, que lleva sin competir en un choque oficial —el pasado octubre cayó contra Alcaraz primero y ante Djokovic después en una exhibición millonaria en la capital de Arabia Saudí— desde los Juegos Olímpicos del pasado verano.
Allí, en París, donde jugó el dobles con el murciano, también perdió contra el serbio en individuales en la segunda ronda. A Málaga llegó el jueves, y aunque ha entrenado desde entonces —también hoy— no ha aclarado aún si está o no para disputar uno de los dos encuentros de individuales de la eliminatoria —también hay un dobles, y todos son al mejor de tres sets—. “Más o menos he podido hacer una buena preparación, por eso estoy aquí”, contó. “Hay que ver en el día a día, llevo tiempo sin competir y la realidad es que me apetece vivir esta semana, sea de la manera que sea. Y en este sentido, con la ilusión de cerrar una etapa muy bonita y larga de mi vida viviendo estos últimos momentos con ilusión, con normalidad también y desde la aceptación de lo que es todo un principio y un final”, añadió Nadal, que también afirmó que hay opciones de levantar el título.
Nadal x Ferrer x Moya 🌟🇪🇸
— Davis Cup (@DavisCup) November 15, 2024
A legendary trio on Centre Court! #DavisCup | @RFETenis pic.twitter.com/vFWazH6rSJ
La primera gran alegría de Nadal como profesional fue precisamente en 2004, en la segunda Copa Davis que conquistó España, cuando él tumbó en la final de Sevilla a Andy Roddick en un partido clave ante Estados Unidos para amarrar el segundo punto de la eliminatoria. Dos décadas después, tras más de dos años espantosos por culpa de las lesiones, se dispone a despedirse de la raqueta con la ilusión de llevarse junto a Alcaraz, el prodigio que ha cogido su enorme testigo en el tenis español, su sexta Ensaladera.
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