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Jorge Vilda: “Antes nos faltaba mordiente, hoy el equipo es redondo”

El técnico de España reflexiona sobre el modelo y el fútbol de la selección, ahora que el equipo se ha clasificado para la semifinal del Mundial

Jordi Quixano
Jorge Vilda, seleccionador de España.
Jorge Vilda, seleccionador de España.PABLO GARCÍA (RFEF)

Llega al lujoso bar del hotel Hilton de Auckland, en una lengüeta del Pacífico, con una sonrisa en la cara y suelta, enérgico, un “¡Qué pasa!” al tiempo que da la mano, también con fuerza. Jorge Vilda (Madrid; 42 años), seleccionador de España, es otro en las distancias cortas, cercano, cómodo cuando la charla versa sobre la pelota, intrigado porque le queda algo por ver en la web The coaches voice, siempre ocupado en leer y empaparse de cómo ven los demás técnicos el fútbol. Hay temas, en cualquier caso, de los que no quiere hablar. Entiende que no toca porque el equipo, después de superar a Países Bajos en la prórroga, está en la semifinal del Mundial y espera a Suecia.

Pregunta. ¿Vio la mejor versión de España ante Holanda?

Respuesta. En la primera parte. Dominamos, minimizamos los ataques rivales y generamos muchas ocasiones… Estuvimos muy por encima.

P. ¿Sufrió cuando encajaron el empate en el tiempo añadido?

R. Fue un día de emociones fuertes. Y sí, se me pasó un nubarrón que recordaba al verano pasado —cayeron ante Inglaterra en la Eurocopa—, no engaño. Es que en los grandes partidos como ese, o aquel del Mundial de 2019 ante Estados Unidos, no fuimos inferiores, pero nos faltó algo. Nos faltó tener al equipo preparado y más redondo, como está ahora.

P. ¿Un técnico puede emocionarse con el juego de su equipo?

R. Es más sencillo que ocurra con jugadoras de talla mundial. ¿Quién no disfruta cuando Jenni controla un balón de 50 metros pisándolo?, ¿o con un pase de Alexia?, ¿o con un despeje de Irene Paredes? Y si encima tú plan funciona y ves que dominas, que puedes someter al rival, que tienes ocasiones…, eso lo disfruta todo el mundo y el entrenador. Es a lo máximo que aspiramos, a ganar de esa manera.

P. ¿Pero le preocupa más ganar o cómo ganar?

R. Ganar, pero nos gusta vencer de una manera. No pensamos que sea mejor o peor que otras, pero es la que nos creemos. Es nuestra filosofía y esencia, la que trabajamos desde las categorías inferiores con las jugadoras.

P. ¿Y cómo se les puede formar cuando el tiempo en una selección es tan limitado?

R. Las jugadoras vienen por primera vez con 13-14 años y ya se les habla de cómo presionar, la forma de tener el balón y atacar… Esos ocho o nueve años de trabajo hasta la absoluta sirven para ganar tiempo. Pero para eso se tiene que trabajar de la misma forma y con la misma metodología en todas las categorías. No hay que ser extremistas, pero hay que tener las ideas claras, ser concisos y saber cómo hacerlo. Nuestro modelo y fútbol es mucho de convicción. Y aunque he absorbido de muchos técnicos, como Cruyff, Mourinho, Heynckes, Aragonés, Del Bosque, Lopetegui o Luis Enrique, tengo una clara influencia del juego de posición y de los años que estuve en el Barça.

P. ¿Y qué es lo más complicado de enseñar a una jugadora que no se ha formado bajo el molde del Barcelona o La Roja?

R. Alguna en su club defiende de otra forma y hay que cambiarle el chip. Como en vez de ir hacia atrás, ir hacia delante… Pero desde pequeñas se les inculca lo que nos gusta y tenemos claro el perfil de futbolista que queremos.

P. ¿Su cuerpo técnico tiene que compartir la filosofía?

R. Es un requisito, sí. De lo contrario sería imposible. Tiene que ser gente que crea en este fútbol, que haya estado cerca, y que sabemos que aportará su visión porque esto no es cerrado o estático. Es dinámico y tiene su punto de creatividad. El fútbol evoluciona y no estamos anclados en el pasado, sino que nos actualizamos.

P. ¿Un modelo así da espacio a la creatividad?

R. No nos gusta ser rígidos. Se trata de poner las condiciones para que la jugadora saque su potencial, aunque dentro de la estructura que favorece competir al máximo nivel y, de paso, ganar al rival. No estamos cerrados a un sistema de juego, pensamos más en los espacios y cómo aprovecharlos. Sí que repetimos más el 4-3-3, pero es solo un punto de partida.

P. ¿Es cierto que era reticente a incorporar la figura del psicólogo Javier López Vallejo?

R. Sí. Al principio estaba, entre comillas, a prueba. Era la primera vez que iba a tener a un psicólogo y sabía que iba a tener información y conversaciones con todos… Lo nuevo te puede generar incertidumbre. Pero pronto se ganó la confianza y demostró que si trabajamos en el tema físico, táctico y técnico, ¿cómo no íbamos a trabajar lo mental, que está por encima de todo? Es importantísimo para jugadoras y staff.

P. Al inicio del Mundial preocupaba el ambiente tras volver jugadoras que en su día decidieron no ser convocables por diferencias con usted y la federación. ¿Cómo se gestiona una situación así?

R. Estoy encantado desde el principio. En estos 50 días ha habido concordia, profesionalidad, y competitividad sana. Eso y las vivencias pasadas nos ha hecho crecer como equipo y grupo.

P. ¿Está orgulloso por cómo se ha reconducido la situación?

R. Estoy contento por tener las jugadoras que tengo y en el momento que estamos. Y lo mejor es que esto aún no ha acabado.

P. ¿Cómo actuó la federación para limar asperezas y cómo afectó a la relación técnico-jugadora?

R. Tenemos unas semifinales por delante y estamos centrados en ello.

P. El presidente Rubiales siempre le ha mostrado su apoyo en las buenas y en las malas, ¿no?

R. A mí y al fútbol femenino. Sin su apoyo, esto no sería posible. Su apuesta por el fútbol femenino es definitiva. No son palabras sino hechos, ya que se ha pasado de un presupuesto que no llegaba a tres millones y ya son más de 25… Está durante todo el Mundial con nosotros. Lo agradeceré toda la vida. Estoy convencido de que no hay otro presidente que lo esté viviendo así.

P. Y ve una España con gol, tara criticada en el pasado…

R. Antes, dominábamos, teníamos la posesión y creábamos ocasiones, pero nos faltaba mordiente o ser incisivos. Ahora, redondeado el equipo, hay jugadoras que rematan muy bien, pichichis de la liga y también goleadoras en el extranjero. Pero no solo hay alternativas arriba, también en medio, en defensa, en la portería… Miro atrás al banquillo y tengo de todo. Es un equipo de 23 jugadoras y se está demostrando.

P. Sorprendió el cambio de guantes desde octavos. ¿Por qué puso a Cata en vez de Misa?

R. Tenemos tres porteras de gran nivel. En cada sesión vuelan de palo a palo, se dejan la piel y nos fijamos en los rendimientos y las sensaciones. Ese día, creímos oportuno que jugara Cata, lo hizo bien. Volvimos a apostar por ella en cuartos y lo volvió a hacer bien. Misa ha jugado tres partidos. El siguiente, ya veremos.

P. ¿Cómo jugará Suecia?

R. Puede ser un duelo similar al de Holanda, pero un poco más cerrado. No creo que nos defiendan en bloque bajo, pero sí con alguna más atrás. Son muy peligrosas a balón parado porque meten un gol así en todos los partidos. Además, como equipo y de forma individual defienden de una forma súper intensa.

P. ¿Qué le exige a España?

R. Más que exigencia, es la oportunidad de meternos en la final. Lo digo y se me ponen los pelos de punta. Llevo así desde que se ganó a Países Bajos.

P. ¿Seguirá tras el Mundial, ya que su contrato acaba en 2024?

R. Con lo que tenemos por delante es en lo último que pienso.

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