Los esfuerzos de Honda y la negativa de Dall’Igna, claves para entender dónde correrá Marc Márquez en 2024
El piloto guarda silencio sobre su futuro durante el GP de Japón mientras la plana mayor de HRC, que quiso arrebatarle a Ducati al técnico italiano, echa el resto para retenerle
Marc Márquez dijo que tomaría una decisión definitiva sobre su futuro entre el GP de la India y el GP de Japón. No se sabe si el de Cervera ya ha decidido. Pero esa información no saldrá de su boca este fin de semana. Así lo afirmó a su llegada al circuito de Motegi, donde aseguró que tampoco allí revelaría su destino de cara a 2024. “No habrá ninguna novedad en este asunto, siempre he dicho que se tienen que respetar todos los tiempos”, comentó el referente de Honda, última clasificada en el Mundial de equipos y constructores.
En la carrera de casa del fabricante que lo dio todo por él, y al que él correspondió con seis títulos en una década, el de Cervera ha optado por mantener un respetuoso silencio que dice mucho. ¿Qué mejor escenario que el jardín de casa para anunciar un final feliz al culebrón del año? La negativa del ocho veces campeón del mundo a pronunciarse es una señal más para pensar en una rotura definitiva. “En ninguna relación, ni de pareja ni de equipo, se tiene que saber todo en todo momento”, apuntó el piloto, que definió su vínculo como mucho más que una relación contractual entre fábrica y piloto.
Márquez ha intentado reconducir el matrimonio con la fábrica japonesa, que vive una de sus crisis más profundas justo cuando acaba de cumplir 75 años de historia. Honda le ha escuchado y sigue escuchándole, ya que estos días está manteniendo reuniones de alto nivel con el piloto y los principales cargos de la compañía. La intención de la fábrica es convencerle como sea, evitar el inminente divorcio. Su plan empieza con un cambio agresivo en el organigrama, y también incluye modificaciones a la hora de buscar mejoras técnicas asumiendo más riesgos y acortando plazos.
Este viernes trascendió que Shinichi Kokubu, director general de la división técnica, ha sido relevado de su cargo, que ocupaba desde 2016, tras pasar un total de 37 años en la compañía. A principios de año, el fabricante prescindió también de Takeo Yokoyama, director técnico del equipo desde 2013, y le sustituyó por Ken Kawauchi, procedente de Suzuki. Márquez, sin embargo, ha pedido cambios con acento europeo que todavía no llegan.
El plan A para seguir en Honda era impulsar una reestructuración total y una europeización del departamento de carreras de HRC. Para ello, la piedra filosofal del proyecto era Gigi Dall’Igna, el gurú de la categoría reina que ha situado a las Ducati como principales referentes del certamen. El ingeniero y director de proyecto de la marca de Bolonia ha descartado la oferta de los japoneses, convencido de que todavía tiene mucho recorrido en Italia. Además, ejerce ahora como palanca clave en el aterrizaje del catalán en el equipo Gresini, cliente de la fábrica de Borgo Panigale. “¿Cómo puede molestarme que Marc Márquez quiera correr con una de nuestras motos?”, reconocía el dirigente en una entrevista reciente con ‘Tuttosport’. La escuadra satélite, donde su hermano Álex Márquez ha reflotado su trayectoria este año, lleva meses reservándole un asiento y esperará lo que haga falta.
Por otro lado, el plan B junto a Honda, incluye, como el anterior, la llegada de talento europeo en áreas decisivas en el MotoGP contemporáneo, desde la aerodinámica hasta la electrónica. Pero la ausencia de un líder como Dall’Igna para impulsar el proyecto no termina de convencer al piloto. “Veremos si las caras nuevas aportan ideas que funcionen”, insistía desde Motegi. Esta reorganización de los puestos medios es un gesto en la dirección adecuada, aunque insuficiente vistos los pobres resultados y las malas sensaciones que dejó el prototipo de 2024 en el test de Misano.
Con todo, Márquez se enfrenta a uno de los dilemas más complejos de su carrera por su vínculo especial con Honda, la marca que le subió a MotoGP y pronto le convirtió en el piloto mejor pagado de la parrilla, la única que se atrevió a darle un contrato de cuatro años: el mismo que le ata las manos ahora. Porque el deportista se siente en plenitud física y en condiciones de luchar por el campeonato. Pero no le acompaña la moto, y por eso está dudando de si romper de una vez por todas o darle una última oportunidad a la marca y agotar el vínculo que caduca en 2024.
Para marcharse, necesitará el visto bueno de los mandamases y un acuerdo de desvinculación amistoso -haya o no millones y cláusulas de por medio-, una opción reconocida públicamente. “Respetaremos su decisión”, afirmaba hace unos meses Koji Watanabe, presidente de Honda Racing Corporation (HRC). “Honda no quiere mantener a gente que se siente infeliz por estar aquí”, confirmaba Alberto Puig, director deportivo del equipo oficial. Después de los brotes verdes en el desconocido trazado de la India, donde Márquez capturó un podio el sábado y su compañero Joan Mir firmó su mejor resultado del año con una quinta plaza el domingo, las Honda volvieron a la realidad este viernes quedándose fuera del pase directo a la lucha por la ‘pole’.
Se produzca o no la salida de Márquez, Honda parece haber decidido emprender la vía europea. Tras el portazo de Dall’Igna, han sonado nombres como el de Davide Brivio, exdirigente de proyectos ganadores en Yamaha y Suzuki, y Massimo Rivola, actual responsable deportivo de Aprilia y exdirector deportivo de Ferrari en la Fórmula 1. Además, en el ‘paddock’ consta que Honda sondea ya alternativas a su referente en el mercado de pilotos.
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