El récord de Alcaraz o el olimpo de Djokovic
El español, de 21 años, aspira a convertirse en Roland Garros en el ganador individual masculino más joven de la historia del tenis olímpico, y el serbio, de 37, busca en París el único gran título que le falta
Roland Garros decidirá qué historia contar hoy. ¿Un récord antológico o un genio saldando una deuda? ¿El joven que se come el mundo o el maestro que cierra el círculo? Parece claro que París, visto lo visto en esta semana de competición, se declara sin duda por la primera opción. Pero claro, será el juego el que mande. Si la pelota cae de un lado de la red, Carlos Alcaraz se vestirá de héroe, el hombre que se convertirá en el ganador individual masculino más joven en el tenis olímpico, coronado a los 21 años, dos meses y 27 días. Si cae del otro, honores a Novak Djokovic, que a los 37 unirá a su majestuosa colección de 24 grandes la única presa de caza mayor que le falta, y que le obsesiona, el oro olímpico.
Será sobre las 14.00 cuando ambos jugadores empiecen a manchar sus zapatillas de la arena de la Philippe Chatrier, justo después de que las españolas Sara Sorribes y Cristina Bucsa peleen por el bronce en el dobles ante las checas Muchova y Noskova. Seguramente entonces la pista central dará su primer veredicto, el pulgar arriba para Alcaraz, heredero de al menos una parte del amor entregado durante tantos años a Rafa Nadal. La pareja española encandiló a la grada de París en su aventura juntos, y se emocionaba cuando el joven imitaba en sus gestos al rey de París, el portador de la antorcha. Pulgar abajo para Djokovic, y no solo por antítesis, antes de Nadal, a quien eliminó en segunda ronda, ahora de Alcaraz, su rival en la final. El serbio se ha encarado con la hinchada señalándose el oído, en gesto de desafío, y acabados sus encuentros sacó de debajo de la camiseta la cadena al cuello que sostenía una cruz ortodoxa. “Antes que atleta, soy un cristiano”, afirma Nole, hombre de raíces religiosas, y protestaba así por la supuesta blasfemia de la última cena en la ceremonia de inauguración. La iglesia ortodoxa serbia le condecoró con su máxima distinción por apoyar a los monasterios de Kosovo y en 2019 donó dinero para evitar el cierre de una iglesia de su confesión en Niza.
Un titán crece y otro se apaga. Alcaraz y Djokovic se han enfrentado en seis ocasiones: 3-3. Una victoria para cada uno en tierra batida, y la única vez en que se han encarado en Roland Garros venció el serbio en semifinales de 2023 en cuatro sets. El murciano devolvió el golpe en la final de este curso en Wimbledon, 6-2, 6-2 y 7-6 (4). Fue su segunda gran cima de la temporada después de Roland Garros, y si atrapa también el oro olímpico se unirá a Steffi Graf (1988) y a Nadal (2008) como los únicos tenistas en enlazar este brillante triplete.
Alcaraz progresa en su carrera como juega, a toda velocidad, e igual que barre a Aliassime en semifinales por un doble 6-1 colecciona récords de precocidad, siempre a mil por hora. Con 19 años fue el número uno más joven de la historia, después de ganar el US Open de 2022 (Nadal y Federer subieron a la cima a los 22; Djokovic, a los 24). A sus 21 años, el murciano ha mordido cuatro grandes, y no ha perdido ninguna final del Grand Slam: US Open 2022, Wimbledon 2023 y 2024 y Roland Garros 2024. Con sus primaveras, Nadal sumaba tres grandes, uno Djokovic y estaba por estrenarse Federer. Y también en la pasarela olímpica adelanta a sus maestros. En su debut en unos Juegos, en 2004, Nadal cayó en primera ronda del dobles junto a Carlos Moyà (no se clasificó para individuales), Djokovic fue bronce en 2008 y Federer, cuarto en 2000. Si hoy doblega al serbio, Alcaraz superará al suizo Marc Rosset, triunfador en Barcelona 92, como el ganador más joven en hombres.
“La gente dice que su juego tiene cosas de Roger, Rafa y yo. Estoy de acuerdo. Tiene lo mejor de los tres. Nunca he jugado contra alguien como él”, ha llegado a rendirse Djokovic. “Va a ser de los mejores de la historia, no tengo dudas de ello, si el cuerpo le respeta”, afirmó Rafa Nadal esta semana en París. El protagonista apunta a la cumbre sin rodeos: “Soy ambicioso y mi objetivo desde principios de año ha sido este oro. Lo he imaginado, lo he pensado y lo he visualizado”. En la grada le acompañará Juan Carlos Ferrero, su entrenador, que tenía previsto llegar ayer a París. Su alumno no ha perdido ni un set y ha viajado de menos a más.
Djokovic también llama a las puertas del olimpo. La gloria olímpica se le ha resistido desde aquel tercer puesto en Pekín tras perder las semifinales contra Nadal. En 2012, abanderado orgulloso, cayó en la misma estación, ante Andy Murray, y cedió por el bronce contra Juan Martín del Potro. El argentino también le apeó en 2016, en esta ocasión en la primera jornada. Y de nuevo Alexander Zverev en semifinales y Pablo Carreño por el último escalón del podio le dejaron en 2021 con la miel en los labios.
París es seguramente la última oportunidad para quien ha pisado 37 finales del Grand Slam. El serbio renunció al cuadro de dobles para centrarse en su apuesta en solitario. También una página de la enciclopedia le espera. Si gana a Alcaraz, entrará en el olimpo con 37 años, dos meses y 10 días, y solo el británico Josiah Ritchie le superará como el oro masculino más longevo del tenis, aunque aquello fue en los Juegos de 1908, los cuartos del calendario. Se unirá además a un cuarteto de leyenda como los únicos con los cuatro grandes y el oro olímpico: Rafa Nadal, Andre Agassi, Steffi Graf y Serena Williams.
¿Qué historia contará hoy Roland Garros? Seguro, una gran historia.
Gloria para la china Zheng
La china Qingwen Zheng se proclamó ayer campeona olímpica individual al vencer en la final a la croata Donna Vekic por 6-2 y 6-3 en 1h 45m. Zheng consigue a los 21 años el mayor éxito de su carrera después de ser finalista del Abierto de Australia. También se decidió ayer el oro en el dobles masculino, que fue para los australianos Matthew Ebden y John Peers, vencedores ante los estadounidenses Austin Krajicek y Rajeev Ram (la pareja que eliminó a Nadal y Alcaraz) por 6-7(6), 7-6(1) y 10-8 en el súper ‘tie-break’.
Hoy, además de la final masculina y del partido por el bronce del dobles femenino, con Sorribes y Bucsa en la pista, se disputa también el choque por el oro en esta categoría, entre las italianas Sara Errani y Jasmine Paolini, y Mirra Andreeva y Diana Shnaider, del equipo Atletas Individuales Neutrales.
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