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Marco Fabián: “Brasil nos menospreció y en la final por el oro los acabamos”

El jugador mexicano rememora en una entrevista con EL PAÍS el hito más importante para el fútbol de su país: ganar a Brasil en Wembley para subirse al podio en los Juegos Olímpicos de Londres 2012

Diego Mancera
Selección mexicana Juegos Olímpicos Tokio
Marco Fabián posa tras una entrevista con EL PAÍS, en Ciudad de México.Hector Guerrero

México pegó el estirón en el epicentro del fútbol. El Tri ganó la medalla de oro frente a Brasil en el césped del viejo Wembley. Es el mayor triunfo mexicano en un deporte de conjunto en unos Juegos Olímpicos. Aquellas tardes elevaron al tope a toda una generación que, al menos ese torneo, se alejó del “ya merito”. Ese 2-1 frente a la Canarinha de Neymar puso de fiesta a México. Marco Fabián (Guadalajara, 31 años) era el hombre creatividad del equipo que, en Londres 2012, no figuraba como favorito. De los 18 jugadores, solo cinco pudieron jugar en la élite de Europa, el resto ha mantenido un lugar en la Liga mexicana. Marco Fabián jugó en el Eintracht Frankfurt y ganó una inesperada Copa alemana frente al Bayern Múnich.

Pregunta. Han pasado más de nueve años tras tocar el olimpo. ¿Qué extraña más de aquellos días en Londres?

Respuesta. Todo. Lo revives todo el tiempo. Soy una de las personas que a lo mejor la gente te ve en la gente y te reconoce por ser parte del logro más importante de México, hasta ahora. Eso te enorgullece, pero cuando te tocan el tema, ves imágenes... vuelves a vivir. Desde el principio: no solo fue llegar y ser campeones, llevó varios años formar parte de esa generación. De formar una familia. Desde Panamericanos, en [el torneo Esperanzas de]Toulon, el Preolímpico. Fue un gran proceso y ahí se gestó la medalla de oro. Se formó un gran equipo con el cuerpo técnico. Nos llévabamos bien dentro y fuera de la cancha. Era un sueño que para muchos era imposible. Antes de viajar las expectativas eran alcanzar el podio. Logramos lo que que era inalcanzable. El país abrió mucho más los ojos. Como mexicanos abrimos los ojos para decir: sí se puede.

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P. ¿Qué recuerda en especial? ¿El juego contra Brasil?

R. Lo más fue cuando el árbitro silba el final contra Brasil, de saber que ya, que logramos lo imposible. Me acuerdo que volteé al cielo, vi a mi familia estaba ahí en Londres. Wembley estaba lleno. Era un sueño. Los últimos minutos fueron de mucha tensión. Teníamos a Brasil encima. Empiezas a imaginar todos los sacrificios que hiciste. Me acuerdo de mi gol contra Japón. Fue uno atípico dentro de los que he hecho en mi carrera porque fue de cabeza. Fue en el momento indicado en las semifinales.

P. Se valoran los goles de Oribe Peralta en la final, pero poco la asistencia que usted dio

R. Pareciera que Brasil estaba entrenando con nosotros. Nos salió la jugada mejor que en los entrenamientos. Es una jugada prefabricada, una de pizarrón. La practicamos mucho y no salía. Yo era el encargado de cobrar los tiros de esquina. El que tenía que anotar era el Chatón Enriquez. Oribe quiso hacerla. Y salió. Todos salimos en nuestra mayor tarde.

P.¿Cómo fueron las 24 previas a jugar a la Brasil de Neymar, Marcelo, Hulk?

R. Quien te diga que no sintió nerviosismo, miente. No puedes dejar de pensar en el partido. México estaba celebrando por tener la plata, pero nosotros nos veíamos con una gran confianza. Sabíamos que nos ibamos a enfrentar al mejor del mundo, en un estadio de ensueño. Brasil salió confiado. Nos menospreciaron un poco y los acabamos ahí. Los primeros minutos eran clave. No dormí una noche antes. Pese a que teníamos el esfuerzo, el partido de nuestras vidas, pero fue difícil descansar.

P. Después de tantas mudanzas que ha hecho, ¿dónde ha quedado la medalla?

R. Está bien guardada. En Guadalajara. Es un tesoro. Es algo que me va a durar para toda la vida. Ahora mismo está guardada, pero sí quiero poner un mini museo de cosas personales.

P. Dice que en Londres 2012 había un buen ambiente. ¿Por qué fue tan importante para ustedes?

R. En el fútbol hacemos lo que nos gusta. Tienes que hacerlo con esa emoción. Si haces algo que no te gusta, ya no lo haces bien. En el fútbol es esencial disfrutarlo y la confianza es todo. Cuando tienes confianza tienes rachas te sale todo. A veces le pegas desde donde sea y metes golazos. Cuando te entran los temores vienen los errores. El fútbol es de conjunto. Dependemos de todos. Donde haya una manzana podrida se contagian los demás. Dependemos de los demás. En 2012 todos queríamos trascender. Hay equipos en los que tres o cuatro quieren y ahí es donde surgen donde no se triunfa.

P. ¿Ha sido el mejor plantel donde ha estado?

R. Sí. Teníamos entre 21 y 23 años. Y todos estábamos en el pico de nuestra carrera. Pasando las olimpiadas, dos o tres desaparecieron, algunos más triunfaron. En ese momento todos estábamos en nuestro mejor nivel.

P. De esos 18 jugadores no todos corrieron con suerte. ¿Por qué un jugador talentoso como Chatón Enríquez no pudo alcanzar un lugar en Europa?

R. Es importante tener una línea mental para mantenerte. Seguir teniendo el hambre de alcanzar lo más alto. Y a veces la mentalidad juega mucho. A veces la mente no te da para querer algo más. Hubo jugadores que desgraciadamente, porque son mis hermanos y los quiero mucho, pero da tristeza que con tanta calidad y futuro no les fue bien. Pensaron que llegaron a lo más alto y se tiraron en una resbaladilla. O no dieron el siguiente paso. Algunos siguen jugando, pero no triunfaron como hubieran podido hacerlo. Me fui Europa, jugué dos Mundiales. Hoy Raúl Jiménez es un ídolo en Inglaterra y ahora Chuy Corona campeón con Cruz Azul.

Marco Fabián Juegos Olímpicos Tokio
Una serie de imágenes de Marco Fabián, durante la entrevista.Hector Guerrero

P. ¿Se escribe todavía con algunos?

R. Le hablo a todos. Con Giovani [Dos Santos] hablo muy seguido, con Héctor [Herrera], Raúl [Jiménez].

P. ¿Nunca le dio un consejo a Chatón Enríquez para motivarle?

R. Obivamente se lo dijimos. Sobró gente que se lo dijera. Volví a trabajar con el profe Luis Fernando Tena y lo platicábamos. Tena quería mucho a Chatón, se lo dijo mucho. A veces ya depende de uno. Si uno no da ese paso nadie vendrá con la varita mágica. A lo mejor hubo circunstancias detrás de su vida que no sabemos. Nos da coraje que muchos jugadores y su talento no dieron lo mejor.

P. México es un caso particular. Da las grandes sorpresas ganándole a Brasil, a Alemania en un Mundial, campeón juvenil, pero termina perdiendo contra equipos de menor rango. ¿Por qué sucede eso?

R. A lo largo del tiempo se ha hablado de tener estabilidad, de tener un proceso. En México nos desesperamos y queremos tener todo. Pero creo que en esa desesperación entran las decisiones de cortar procesos, a querernos adelantarnos. Ha habido muchos cambios dentro de la Federación mexicana. A lo mejor es porque no hay buenos resultados, pero alrededor del mundo respetan mucho esos procesos. Vemos a Estados Unidos donde el fútbol no era su deporte fuerte. Y ahora ya compite con grandes selecciones. Está al tú por tú. Vienen de años atrás con un proceso, con entrenadores, de jugadores jóvenes. En un momento llegan a tener resultados. Muchos jugadores están teniendo la oportunidad de irse a Europa. Hoy tenemos a un seleccionador que puede juntar a un buen equipo. En Qatar se tiene que romper la hazaña. No podemos tener sustos con selecciones inferiores, porque podemos lograr hazañas. Estamos preparados.

P. ¿Qué consejo le podría dar a un Marco Fabián que recién ganó la medalla de oro?

R. El consejo sería estar más atento a tus alrededores, a no desviarte del camino porque hay demasiadas circunstancias, personas, lugares, pensamientos que te hacen titubear. Cuando estás tan centrado... No me arrepiento ni de lo bueno ni de lo malo en mi carrera. De los errores aprendes mucho. Me hicieron valorar más. Me daría el consejo de estar más consciente de lo que uno quiere.

P. ¿Cree que esos errores hayan sentenciado su carrera?

R. En el fondo estoy tranquilo. Sé qué tipo de persona soy y también a mi alrededor. No voy a negar nada. Tuve mis errores de joven. En Guadalajara, sobre todo en Chivas, donde los ojos estaban sobre mí. No estaba atento a lo que estaba viviendo. He conocido otros países. Me aventé siete años fuera de México. En esos años nunca se habló nada de mí. He sido el mismo aquí y allá. No es como de que aquí me haya tomado un vino y allá no. He sido el mismo siempre. Un error opaca todos los logros.

P. ¿Cómo ve a la selección olímpica de este año?

R. Los he visto un poco en el preolímpico. A la mayoría los conozco. Les he dado consejos. Se los he dicho: tienen todo para hacer historia. Tienen talento de sobra, es un grupo increíble. Lo más importante será formar un buen grupo, el disfrutar el momento. Darlo todo.

P. ¿Se ve en algún jugador?

R. En Alexis Vega. A parte de que es uno de mis amigos, le he dado muchos consejos. Tiene muchas características similares a mí. Está en un buen momento. Puede ser el momento para que brille, para que él sea el responsable de ser esencial.

P. Usted salió rumbo a Europa negociando que le dejaran probarse en Alemania

R. Todo llega en su momento. Quería triunfar: debuté en Chivas y deseaba salir de México. La élite del fútbol está en Europa. Cuando tenía 20-21 años recibií una oferta de un equipo alemán, de Stuttgart, y me emocioné. Y me llevaba bien con Jorge Vergara [quien era dueño de las Chivas]. Me ayudó mucho, hicimos buena relación. Le decía que me dejara ir y él me quería dejar ir, pero tenía que ver por Chivas. “Quédate este año y te vas. Tenemos que ser campeones”, me dijo. Total que me quedé. El problema fue que fue así varios años así. No es tan fácil. Iba a cumplir 24 y se tuvo que terminar mi contrato. Ahí ya no tenía nada en su poder para convencerme. Mi sueño era en Europa. Teníamos ofeertas de Schalke y de Eintracht. Conocí los dos clubes. Me ganó Frankfurt. Viví mis mejores años. Logré cosas increíbles, fui campeón de Copa. Campeón goleador del equipo en el torneo. Aprendí alemán al año. Cuatro años muy bonitos.

Marco Fabián celebra con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Marco Fabián celebra con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.Stuart Franklin - FIFA (FIFA via Getty Images)

P. ¿Por qué dejó Alemania?

R. Ningún futbolista tiene previsto lesionarse. Me surgió un dolor en la espalda, una hernia en la espalda. Muchos doctores me decían que no volvería a caminar. No me podía ni vestir solo. Dejé de jugar el último año. Duré tres o cuatro meses para que me detectaran. Me operaron dos veces en un mes. La rehabilitación fue de seis meses. Estaba en mi mejor momento. Había grandes equipos que preguntaban por mí. Un año sin jugar me cortó todo. Regresé y se acabó mi contrato. Contra muchas apuestas regresé a caminar y a jugar. Y me dediqué a disfrutar. Me surgió una oferta de EE UU. Me fui a la MLS, estuve en Filadelfia. Me va bien dentro lo que cabe. Y luego a Qatar: me habló Xavi para jugar seis meses. Estaba libre y me quedé. Lástima que empezó la pandemia, solo jugué dos partidos y se suspendió el fútbol. Y de ahí regresé a México.

P. Tiene cierto toque de campeón: ganó la Copa con Chivas, una Concachampions con Cruz Azul, la Copa alemana...

R. Mi único año donde he quedado a deber es en mi regreso a México. No logré mis objetivos. Con Chivas llegamos a una final de la Libertadores, la Sudamericana. Vine con Cruz Azul, ser campeón y jugar el Mundial de Clubes. Le ganamos al Bayern. En Philadelphia Union nunca habían llegado a una semifinal y el año que estuve llegamos.

P. ¿Qué le parece Tata Martino, entrenador de la selección absoluta de México?

R. Ha llevado un proceso importante. Trabaja de una manera increíble. Sabe el momento de cada uno de los jugadores. De tener a los mejores. Ahora vienen las pruebas importantes, como ganarse el boleto al Mundial. Ojalá que este sí sea el Mundial.

P. ¿Hacen falta jugadores 10, un media punta clásico, en este nuevo fútbol?

R. Están en peligro de extinción. En el fútbol actual no pueden destacar como antes. No necesitaban correr tanto pero le pegaba con las dos piernas. Sabían dónde ubicarse. En el fútbol actual ya no existe tanto. Puedes tener creatividad, pero si no luchas ni peleas ya no puedes jugar. En Alemania me enseñaron bastante. Puedes perder 10 balones, pero si no peleas por el balón y correr. Tienes que correr 12 kilómetros por partido.

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Diego Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016 escribiendo historias deportivas. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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