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Premier League jornada 34
Tottenham
Tottenham
0 2
Finalizado
M. City
M. City
Erling Braut Haaland 51'Erling Braut Haaland 91'

El Manchester City acaricia la Premier

Dos goles de Haaland y tres paradas memorables del alemán Ortega derrotan al Tottenham en Londres y además certifica la clasificación del Aston Villa para la Champions

Erling Haaland marca su primer gol para el City al Tottenham.
Erling Haaland marca su primer gol para el City al Tottenham.Peter Cziborra (Action Images via Reuters)

Una victoria más, y ya serían nueve consecutivas, garantizaría el próximo domingo la cuarta Premier League seguida para el Manchester City, que ganó (0-2) en el campo del Tottenham y dejó al cuadro londinense sin opciones de jugar la próxima Champions League, en la que irrumpe Unai Emery con el Aston Villa. Todo ocurrió en un partido aplazado que debía recuperarse para poner al día la clasificación, que ahora indica que el City aventaja en dos puntos al Arsenal antes de la última jornada. El vigente campeón recibirá en casa al West Ham United. También jugarán como locales los gunners, que se medirán al Everton y este martes necesitaban que su archirrival del norte de la capital inglesa le rascase al menos un empate al City. No hubo caso, el equipo de Pep Guardiola es un rodillo.

TOTTottenham
Tottenham
0
Guglielmo Vicario, Pedro Porro, Mickey van de Ven, Radu Drăgușin, Cristian Romero, Pape Sarr (Giovani Lo Celso, min. 84), Hojbjerg (Oliver Skipp, min. 84), James Maddison (Mikey Moore, min. 92), Rodrigo Bentancur (Dejan Kulusevski, min. 55), Brennan Johnson y Heung-Min Son
MNC M. City
2
M. City
Ederson Moraes (Stefan Ortega, min. 68), Manuel Akanji, Walker, Gvardiol, Rúben Dias, Foden, Rodrigo, De Bruyne (Jeremy Doku, min. 69), Kovacic, Bernardo Silva y Erling Braut Haaland (Julián Álvarez, min. 94)
Goles 0-1 min. 51: Erling Braut Haaland. 0-2 min. 91: Erling Braut Haaland.
Árbitro Chris Kavanagh
Tarjetas amarillas Rodrigo Bentancur (min. 35), Pape Sarr (min. 57), Cristian Romero (min. 62), Kovacic (min. 70), Foden (min. 88) y Bernardo Silva (min. 100)

Bastó un gol para decantar el campeonato. Lo marcó Haaland, que entró con la pelota en la portería tras un servicio de Kevin de Bruyne en una jugada que volvió a exponer una vez más el talento de Phil Foden, que robó la pelota a un rival en mediocampo y ejerció de extremo para con un cambio de ritmo desbordar a la zaga del Tottenham. La acción, al inicio de la segunda parte, viró un partido parejo que se jugaba en el alambre de las presiones altas y la búsqueda de superioridades desde área propia. El City dejó pasar varias opciones antes de que Haaland le aliviese de urgencias. Se fajaron los Spurs, por si alguien albergase dudas. Se mostraron ya de inicio con un remate de Bentancur que desperezó a Ederson, pero sufrieron porque su flanco izquierdo era una autopista. Sin laterales zurdos disponibles, el técnico Ange Postecoglou alineó allí al coriáceo central Van de Ven, que tendió a cerrar los pasillos interiores y desatendió la línea de cal. Por allí percutió Kyle Walker para generar un incendio tras otro.

Le faltó finura en el remate al City y por eso al descanso el marcador a cero le inquietaba. El gol le dio vida ante un rival al que el empate nada le arreglaba. En realidad a nadie le servía la igualada. Así que los Spurs, que con la paridad no se ayudaban a si mismos y sí lo hacían con el Arsenal, se desplegaron con codicia. Con demasiada lo hizo el central argentino Romero, que atropelló a Ederson y lo sacó del partido. Guardiola sustituyó al portero porque no se fiaba de su estado físico, también porque en la reserva guarda a un cancerbero de categoría.

El alemán Stefan Ortega volvió a ser decisivo para su equipo. Le negó el gol en dos ocasiones a Kulusevski, que refrescó el ataque local ya en desventaja en el marcador. Se cerró el City, consciente del tesoro que tenía entre manos. “Si no le ganamos al Tottenham no vamos a ser campeones”, había recetado Guardiola en la víspera. Hasta que llegó la jugada del año, la que seguramente definirá el campeonato. Con el partido en sus estertores, el central Akanji cometió una pifia sobre un trapecio que no tenía red y Son se fue a por la portería del City y casi seguro un título para el Arsenal. En unos segundos eternos Guardiola se dejó caer al piso. Allí vio sentado en el suelo como Ortega se desplegó en un grácil espagat para amurallar la portería. Mientras todo el personal se sacudía el estupor, el regateador Doku provocó un penalti en el área de los Spurs. Foden, obviamente, estuvo al frente de las operaciones. Y Haaland sacó el cañón para dinamitar la Premier, cuyo trofeo el domingo en torno a las siete de la tarde debería de volver a pasearse por el Etihad Stadium.

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