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Xavi y el Barça, un pacto a corto plazo

El técnico, que prefiere un contrato de un año, duplica su salario y firma hasta 2025

Juan I. Irigoyen
Xavi Hernández FC Barcelona
Xavi Hernández, en la Ciudad Deportiva del Barcelona.Enric Fontcuberta (EFE)

Xavi Hernández prolongó este viernes su contrato como entrenador del Barcelona hasta junio de 2025. Y, si se cumplen determinados objetivos deportivos, el técnico estirará su vínculo hasta 2026. “¿Si me veo 15 años en el club?”, cuestionó el preparador, en la previa del duelo de este sábado ante el Celta (18.30, Movistar LaLiga), horas antes de que se hiciera oficial su renovación; “lo veo complicado. La exigencia es terrible. Hubo momentos en los que lo he pasado bien. En otros, he disfrutado. Pero es una montaña rusa de sensaciones. Ojalá esté muchos años. Me siento apoyado y muy feliz”. Xavi ya está a punto de cumplir su segundo año en el banquillo azulgrana y llegará a los cuatro si cumple con la totalidad de su contrato, los mismos que estuvo Guardiola al mando del Camp Nou.

La idea de Xavi era la de firmar un contrato corto”, subrayan desde el entorno del técnico. Para Xavi era indistinto los años que figuraran en su vínculo, puesto que sabe que el día que los resultados se tiñan de rojo se tendrá que marchar. “Y no piensa cobrar ni un euro más de lo que trabaje en el club”, añaden las mismas fuentes. La voluntad del presidente Joan Laporta era que el técnico firmara un contrato hasta 2026. Sin embargo, según cuentan en los despachos del Camp Nou, se cerró en una solución intermedia, ni 2025 como quería Xavi, tampoco 2026 como pretendía el presidente. Y así también están satisfechos en la Ciudad Deportiva. “Por el tema del fair play, lo mejor era que el contrato de Xavi se hiciera año a año”, cuentan en las oficinas de la entidad azulgrana. Todos contentos en el Barça.

A Xavi le costó convencer a Laporta de que era el técnico idóneo para el Barça. “Debe tener un poco más de recorrido antes. El club requiere experiencia”, aseguraba el presidente antes de ganar las elecciones en marzo de 2021. Sin embargo, seis meses después, tras despedir a Ronald Koeman, no le quedó más remedio que aferrarse al escudo de la gloria de Xavi. Hoy, al menos públicamente, el mensaje del máximo directivo está en las antípodas. “Es el mejor entrenador del mundo”, subrayó en diciembre. Ocurre, en cualquier caso, que todavía hay directivos que siguen mirando con cierta desconfianza al técnico azulgrana. “Respeto a todo el mundo, incluso a los que esperaban que me fuera mal. Tenía confianza en darle la vuelta a esto. No soy de enviar mensajes y menos a los rivales”, recordó Xavi.

Cuando parecía que se quedaba con el poder en la Ciudad Deportiva después de ganar la Supercopa de España y la Liga la temporada pasada, Xavi perdió a dos de sus grandes aliados: al secretario técnico, Jordi Cruyff, y al director de fútbol, Mateu Alemany. Entre los tres habían creado un grupo que les funcionaba en lo deportivo, pero también en lo personal. Cruyff y Xavi siempre habían cultivado una relación de confianza y de complicidad futbolística, a la que se les había sumado el pragmatismo y la capacidad de gestión de Alemany. El primero en dejar el club fue Jordi Cruyff. “Prefiero volver a entrenar”, justificó su salida el hijo del mentor del Dream team. El adiós del director de fútbol fue distinto. Su pase frustrado al Aston Villa dejó su mando tocado en el Camp Nou. En el camino, Deco fortaleció su posición en el club. Lejos de conformase con la secretaria técnica que dejaba vacía Cruyff, el brasileño quería todo el poder. A Alemany no le quedó más remedio que enfilar la salida.

Sintonía con Deco

Antes de marcharse, sin embargo, Mateu Alemany dejó el contrato de Xavi cerrado. Era el momento de actualizar el salario del técnico, que cobraba cerca de cuatro millones brutos, más un añadido de 1,5 que se llevaba su cuerpo técnico. “Es verdad que era un sueldo muy bajo para lo que acostumbran a ganar los entrenadores del Barcelona y de los grandes equipos”, asegura un empleado de la dirección deportiva. Pero Xavi entendía que la situación económica del Barcelona no daba para más. De hecho, después de que pactara con Alemany un salario de cerca del doble, más un aumento significativo para sus colaboradores, el preparador pactó no actualizar su contrato hasta que no quedara toda la plantilla cerrada. Lo que Alemany había dejado apalabrado, Deco lo rubricó.

Xavi y Deco, según cuentan personas cercanas al entrenador y al director de fútbol, mantienen una relación cercana y cordial. Durante el mercado de verano, el brasileño viajó a la Costa Brava para conversar con Xavi. Un día de fútbol y familia, según las mismas fuentes. “Tenemos sintonía, ya la teníamos en el campo. Tiene liderazgo y personalidad”, recordó el técnico. Y Deco aclaró: “Se ha ganado la renovación”.

Xavi impuso su criterio en la confección de la plantilla, también en las condiciones para su cuerpo técnico. Ganó en el regreso del doctor Ricard Pruna en diciembre de 2021 y con la incorporación de Edu Polo como su asesor de prensa este verano. Le respalda el vestuario, los resultados —60 victorias, 17 empates y 19 derrotas en 96 partidos— y la mayoría de los directivos. Le apoya la hinchada azulgrana. Eso sí, por las dudas: contrato corto.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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