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Real Madrid
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Jude Bellingham 80'

Jude Bellingham y su aspiración de emular a Lewandowski

El inglés, que confesó en Alemania que le gustaría imitar al polaco y marcar en cada partido, alivia en el arranque las dudas goleadoras del Real Madrid en su nueva función de mediapunta

Lorenzo Calonge
Real Madrid
Jude Bellingham, defendido por Nacho, este martes en el entrenamiento del Madrid.Victor Carretero (Real Madrid via Getty Images)

El Madrid explora en este inicio de curso un territorio nuevo, casi contracultural si se observan sus últimas décadas. El equipo de francotiradores como Hugo Sánchez, Cristiano y Ronaldo Nazário, o de reputados nueves como Van Nistelrooy, Suker y Morientes, se mueve hoy en una zona bastante desconocida para él: ganar sin un delantero centro puro. En este decorado tan a contrapelo, y a falta del cierre de mercado, nadie se ha manejado mejor en las primeras curvas que un recién llegado: Jude Bellingham. Este viernes, tercera prueba en Balaídos (21.30, DAZN), ya con Kepa bajo palos.

El inglés se presentó en Valdebebas como un “todocampista”, Carlo Ancelotti lo definió pronto como un mediapunta, y en los dos partidos iniciales de Liga ha resultado la mejor solución dentro del área a las inevitables dudas existenciales que provoca la ausencia de un capocannoniere. Tres de los cinco goles del Madrid son suyos, es quien más tiros ha realizado (ocho, por delante de los siete de Vinicius y los cinco de Rodrygo), y el que más ha disparado a puerta (cinco, por los tres de los brasileños).

Nada más llegar a la Bundesliga, en 2020, Bellingham se declaraba seguidor de Joshua Kimmich, por sus tareas de centrocampista, pero en su confesión de ídolos de la infancia delataba ya sus aspiraciones atacantes: Wayne Rooney y un box to box como Steven Gerrard. Más todavía: la web de la Liga alemana le preguntó a qué jugador le “gustaría robarle las habilidades”, y el británico apuntó alto: “Me encantaría marcar un gol en cada partido, como Lewandowski [entonces en el Bayern]”.

El inglés no fue el polaco, pero sus registros anotadores se dispararon en el trienio germano: de los cuatro tantos del primer curso, a los 14 del tercero. Su media de lanzamientos pasó de 1,1 por encuentro a dos. Y eso que a veces oficiaba de mediocentro.

Su pasado en el Dortmund ya ofrecía pistas claras de esa veta goleadora y allí, además, vivió la pasada temporada una situación que guarda algunos parecidos con esta del Madrid. El paquidermo Erling Halaand se había marchado al City y el reemplazo fue Sébastian Haller, que venía de marcar 34 dianas con el Ajax. Sin embargo, la desgracia golpeó al francomarfileño: le diagnosticaron un cáncer de testículos nada más fichar. La entidad volvió al mercado, pero su alternativa -Anthony Modeste, 23 con el Colonia-, resultó un fiasco. De hecho, aún hoy sigue sin equipo.

El Dortmund se vio durante medio año sin un delantero de referencia solvente y el alivio lo encontró en Bellingham. Nadie superó en el global del curso sus 14 tantos. Julian Brandt y Donyell Malen se quedaron en 10. Y nueve de esos 14 los logró hasta el parón mundialista, en ausencia de Haller.

El gabinete de Carlo Ancelotti no fue ajeno a este pasado inmediato. El técnico italiano había trasladado al club la necesidad de reforzar el ataque -cuestión que ya había sentido, incluso, con Benzema-; sin embargo, cuando llegó el inicio de la pretemporada, asumió y aceptó lo que había en la plantilla. Así que, en otra demostración de espíritu práctico, se agarró a uno de los principios más elementales de la gestión de personal: optimizar los recursos.

Otro rol

Si el inglés, un box to box, había elevado sus registros goleadores partiendo desde una posición de interior o mediocentro, y al vestuario no había llegado nadie para sustituir a Karim, en la pizarra del italiano todo apuntó a ensayar la recolocación del inglés como mediapunta para tratar de aumentar sus números. En ausencia de un nueve de rompe y rasga, se impuso la necesidad de crear una cooperativa del gol, que pasaba, entre otras cosas, por potenciar las capacidades anotadoras de Bellingham para averiguar cuánto zumo más hay en esa naranja.

Las pruebas comenzaron en el campamento veraniego de Estados Unidos. El joven se mostró receptivo con un rol que, como admitió después del primer encuentro, ante el Milan, era diferente para él. Pese a su amplio radio de acción, su posición de partida era más alta.

La necesidad de encontrar un rápido acoplamiento le hizo titular en los cuatro amistosos y, antes del último (frente a la Juventus), Ancelotti zanjó que como mediapunta podía marcar más la diferencia que como interior por su verticalidad y buen movimiento sin balón. En esos primeros ensayos asomaron sus cualidades ofensivas, pero cuando ha explotado ha sido con el fuego real liguero. En Almería, el primer gol lo rascó como un nueve; y el segundo, como un llegador. Cuando acabó la noche, casi la mitad de los disparos a puerta (cuatro de nueve) habían sido suyos.

El Madrid arrancó el curso con un dibujo nuevo y la novedad de no contar con un goleador puro. El que mejor ha rendido, de momento, ha sido el nuevo: Jude Bellingham.

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