El fútbol vasco engorda la lista de España para la Eurocopa

Hace más de un siglo, en 1920, Francisco Bru, que había sido futbolista y después árbitro, y que en su primer partido de negro les enseñó a los jugadores una pistola para que supieran quién mandaba, se encargó de seleccionar a los futbolistas que acudirían a la primera cita oficial de España, los Juegos Olímpicos de Amberes. Nacido en Madrid, catalán a todos los efectos, Bru decidió contar con 13 jugadores vascos en una lista de 19. Había cinco de la Real Sociedad, cuatro del Athletic, dos del Arenas de Getxo y dos del Real Unión de Irún.

El fútbol vasco dominaba en la segunda década del siglo XX. De los últimos diez títulos de Copa –no se jugaba la Liga entonces–, ocho habían sido para sus equipos. Pese a las tensiones territoriales, no había discusión. España fue subcampeona. En esas fechas surgió la leyenda de la furia española. Hubo otro jugador de un equipo vasco, René Petit, del Real Unión, que jugó en Amberes con la selección francesa, porque había nacido en Dax (Francia), en un viaje de sus padres que residían en Hondarribia.

104 años después, en una cita de selecciones nacionales, es otra vez la Real el equipo que más jugadores suministra a la convocatoria (Remiro, Zubimendi, Merino, Oyarzabal y Le Normand), aunque no todos sean vascos. El Athletic, que desde el Mundial de Francia de 1988 no aportaba tres jugadores a la lista, lo vuelve a hacer (Unai Simón, Vivian y Nico Williams), y se iguala al Real Madrid, el campeón de Liga y de la Champions. Reverdece el fútbol vasco. En la lista también está Aymeric Laporte, criado en Lezama. Con el Athletic y la Real clasificados quinto y sexto respectivamente, y el conjunto bilbaíno, como ganador de la Copa, Luis de la Fuente, también formado en la cantera rojiblanca, premia el trabajo de los principales equipos norteños.

Sin embargo, no es un récord para ninguno de los dos clubes. La cota máxima que consiguió la Real fue la de seis jugadores seleccionados para el Mundial de 1982 que se jugó en España. El equipo donostiarra había ganado los dos últimos títulos de Liga y José Emilio Santamaría contó para la cita con Arconada, Zamora, Satrustegui, López Ufarte, Alonso y Uralde. No fue una buena experiencia para el equipo nacional, lastrado por las dudas y que consiguió pasar a la segunda fase casi de carambola, tras empatar con la flojísima Honduras, ganar tras un polémico arbitraje a Yugoslavia, y perder con Irlanda del Norte.

Dos años más tarde, en la Eurocopa de Francia, Miguel Muñoz confió en cuatro jugadores del Athletic –Zubizarreta, Goikoetxea, Urkiaga y Sarabia–, y Luis Arconada de la Real. El compromiso europeo llegó inmediatamente después del doblete rojiblanco en Liga y Copa.

En esta ocasión, España llegó a la final del Parque de los Príncipes frente a Francia.

Los éxitos del Athletic de antes de la Guerra Civil también influyeron en el ánimo de los seleccionadores. Al Mundial de Italia, de 1934, acudieron cinco jugadores bilbaínos, y al de 1950 en Brasil, el siguiente que jugó España, fueron cuatro. Fue el del famoso gol de Zarra, estrella rojiblanca. De todas formas, la presencia más importante de jugadores del Athletic se produjo tres años antes, en enero de 1947, en un partido amistoso frente a Portugal (1-4), en el que jugaron seis rojiblancos –Nando, Bertol, Iriondo, Gainza, Panizo y Zarra– y otro más, el portero Lezama, se quedó en el banquillo.

Desde 1980, año en que se jugó la primera fase final de una Eurocopa con al menos ocho equipos, España ha estado representada en todas las ediciones salvo en la de 1992, y en todas ellas hubo futbolistas de los dos principales equipos vascos, menos en la de 2008 en Austria y Suiza. En el resto hubo al menos un jugador del Athletic; la Real se quedó sin convocados en cuatro citas.

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