El niño gallego hechizado por un Rayo
David Rodríguez: “Mi hijo decidió ser rayista con tres años tras verlos en televisión. Aunque vivimos en Galicia, seguimos al equipo y él es ya muy popular entre los jugadores”
Un domingo por la mañana, hace siete años, estaba en casa con mi hijo, Manuel, viendo un FC Barcelona-Rayo Vallecano de LaLiga Santander por televisión. Los culés goleaban a los vallecanos. Habían marcado ya seis goles. Manuel, que entonces tenía solo tres años, me preguntó por el equipo de la franja roja. “Son el Rayo”, le dije y me sorprendió lo que respondió: “Pues a partir de ahora yo soy del Rayo”. No me lo esperaba. Nosotros somos de Fene, un pueblo a media hora en coche de A Coruña, y nadie en nuestra familia seguía a los madrileños. Ahora, sin embargo, todos somos un poquito rayistas.
Al principio, mi mujer, Fátima, y yo pensamos que lo de Manuel sería una cosa pasajera después de que en aquella temporada el Rayo volviera a LaLiga SmartBank. Pero la afición arraigó. Mi hijo quería ahora ir a ver al equipo, así que esperamos a que jugara en un estadio que tuviéramos cerca. Cuando los vallecanos vinieron a Galicia para enfrentarse al CD Lugo, fuimos allí junto a nuestra otra hija, María, y por supuesto con Manuel. Qué ilusión le hizo. Lo llevamos al hotel de concentración donde estaba el equipo. Allí estaban los jugadores por los que nos preguntaba. Manuel se acercó y estuvo un buen rato jugando con algunos de ellos, como Óscar Trejo o Roberto Trashorras, gallego como nosotros. Otro paisano, Santi Comesaña, le regaló su camiseta. Y ahí comenzó la colección de mi hijo. Además de la de Santi, tiene la de Óscar Valentín, la del argentino Saveljich y la del capitán Alejandro Catena. También unos guantes del portero Dimitrievski. Este regalo se lo hizo una vez, hace como unos tres años, que el Rayo vino a jugar un amistoso contra el Bergantiños, un equipo de un pueblo cercano a Fene. El club invitó a nuestro hijo a ese encuentro tras conocer su historia por las redes sociales.
Como curiosidad, mi hijo es talismán. Siempre que le hemos llevado a ver al Rayo no ha perdido. Y eso que hemos viajado a unas cuantas ciudades: León, Gijón y Oviedo, cuando el equipo estaba en LaLiga SmartBank, y a Sevilla y Cádiz esta temporada en LaLiga Santander. También hemos ido tres o cuatro veces a Vallecas para que disfrute con el ambiente del campo. Manuel dice que lo que más le gusta es ver cómo anima la afición. Está saliendo futbolero el chaval…
Junto a mi mujer y mis suegros, regento el restaurante Luis en Pontedeume (A Coruña), muy cerca de Fene. Una vez comió allí el exdirector del diario As, Alfredo Relaño. Lo reconocí y le expliqué a mi hijo quién era ese señor. En cuánto se enteró de que sabía mucho de fútbol, Manuel se acercó a él para que le contase anécdotas. Estuvieron charlando más de media hora. ¡Con un periodista tan conocido como Relaño! Y eso que Manuel solo tenía ahí siete u ocho añitos…
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