La Colombia de James Rodríguez desafía el reinado de la Argentina de Messi

A sus 37 años, un Lionel Messi decidido a vencer a la biología quiere mantener encendida la llama competitiva que ha convertido a la selección de Argentina en la vigente campeona, del mundo y también de América, donde suma 15 títulos. Enfrente, otra zurda prodigiosa, la de James Rodríguez, con 33 recién cumplidos, lidera a una Colombia en estado de gracia, invicta desde hace más de dos años y dispuesta a rebelarse ante la inercia de la historia para levantar por apenas segunda ocasión el trofeo continental. El cartel de la final de la Copa América de Estados Unidos que se disputa en Miami este domingo (madrugada del lunes en España), y que ha servido como laboratorio de ensayos del Mundial de Norteamérica 2026, muestra a dos equipos que ahora mismo se han ganado el aura de invencibles.

Las emociones se desbordan en las dos esquinas opuestas de Sudamérica. “El fútbol”, observó alguna vez el escritor y músico argentino Alejandro Dolina, “no es 22 tipos corriendo atrás de una pelota, pensar así es pensar que El Quijote es medio kilo de papel y tinta”. En el partido que se jugará en el Hard Rock Stadium, además de todos los factores sociales entrelazados a la gran expresión de un fenómeno masivo y popular, ese excedente estará dado también por el último acto con la camiseta celeste y blanca de Ángel Di María, el último partido de Fideo junto a Messi, una dupla que tiene garantizada la posteridad en la historia del fútbol argentino.

Si desde hace casi dos décadas Messi fue la figura estelar, el prodigio y la maravilla de lo imposible encarnado sobre el césped, Di María fue siempre el complemento ideal, escudero y corista, pero también caballero y voz principal, según indicaran las circunstancias. Ambos compartieron equipo en las finales de Pekín 2008, cuando se llevaron la medalla dorada de los Juegos Olímpicos; y de Brasil 2021, cuando pudieron alzar la Copa América tras las frustraciones en los campeonatos americanos de 2015 y 2016, así como la del Mundial de 2014. Juntos también fueron héroes en Qatar 2022, cuando alcanzaron la gloria. También cuando derrotaron a Italia en la finalissima europeo-americana hace dos años. En esas cuatro finales ganadas, Di María hizo goles clave. La función final de la dupla rosarina será este domingo. Y será, de alguna manera, el inicio de la inexorable despedida de Messi.

De lado colombiano, James ha vuelto a ser, diez años después, el mismo mediapunta que deslumbró en el Mundial de Brasil. Con seis asistencias en lo que va del torneo, superó el récord de cinco que había establecido para una sola edición el propio Messi, en 2021. Dio dos pases de gol en el debut contra Paraguay (2-1), otro en la victoria sobre Costa Rica (3-0), dos más en la goleada sobre Panamá (5-0), en la que también anotó, y uno más en el sufrido triunfo de semifinales sobre Uruguay (1-0). Su mayor cómplice de amarillo no es otro que Luis Díaz, el extremo del Liverpool que no ha ocultado su admiración por el capitán cafetero, cinco años mayor. “Le he hecho saber que siempre ha sido mi ídolo”, dijo conmovido hasta las lágrimas después de la victoria sobre Uruguay. “Sabemos que es un rival que tiene experiencia, pero nosotros tenemos hambre, y eso es lo más importante”, ha valorado el propio James sobre el choque con Argentina.

Por primera vez en años, y a diferencia de los últimos grandes logros de la albiceleste, Messi no fue en esta Copa, hasta ahora, el protagonista rutilante, la carta decisiva. Lleva una asistencia y un gol. Por problemas físicos se perdió un partido (2-0 frente a Perú), una anomalía en su asiduidad con el equipo nacional. Su magia y su talento pesaron como una amenaza latente, pero aparecieron por destellos. En el triunfo frente a Canadá (2-0), en la fase de grupos, pergeñó la jugada que terminó en gol de Julián Álvarez y luego asistió a Lautaro Martínez. En el tenso 1-0 a Chile jugó casi todo el partido ya lesionado. En cuartos, tras el empate frente a Ecuador (1-1), el diez falló su tiro penal, pero Argentina de todos modos se impuso gracias a la pericia de su arquero, Emiliano Martínez. En el segundo 2-0 a Canadá, en semifinales, convirtió en gol un remate de Enzo Fernández que parecía buscar la red.

La virtual merma de Messi puede ser atribuible a la de Argentina, que no ha mostrado su mejor versión. Aunque también es cierto que no la ha necesitado, favorecida por un cuadro más asequible que le puso en la final, con la encendida Colombia, el primer escollo serio en el camino rumbo al bicampeonato. La Tricolor, por el contrario, se ha mostrado sólida de principio a fin, también frente a las otras selecciones más potentes. Se impuso en su grupo por encima de un desteñido Brasil (empataron 1-1) y después sacó de carrera a Uruguay, el verdugo de la seleção.

En el duelo de entrenadores argentinos, ni Lionel Scaloni ni Néstor Lorenzo han confirmado la alineación que saldrá al campo este domingo, pero no se esperan grandes modificaciones. Ambos son equipos reconocibles, estructurados alrededor de Messi y James, sus respectivos diez y capitanes. Scaloni, el estratega campeón del mundo, incluso podría no cambiar ninguna pieza respecto del encuentro ante Canadá, una rareza desde que dirige la albiceleste. El arquero será Dibu Martínez. En el lateral derecho, ha basculado entre Gonzalo Montiel y Nahuel Molina, un pulso en el que se impuso el primero pero sus problemas físicos podrían conspirar en favor del segundo. En el carril izquierdo, Nicolás Tagliafico aventaja a Marcos Acuña. El centro de la defensa tuvo buen desempeño con Cristian Romero y Lisandro Martínez. Sin embargo, como los colombianos anotaron 5 de sus 12 goles de cabeza, no se descarta el ingreso de un jugador especializado en el juego aéreo, como Nicolás Otamendi. En el mediocampo, los tres mosqueteros serían Rodrigo de Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister. Messi tiene su lugar garantizado. Di María ha dejado el equipo titular en varias oportunidades, pero esta vez parece difícil sacarlo. En el centro del ataque, Julián Álvarez o Lautaro Martínez, la razonable disyuntiva de siempre en la Scaloneta.

De la Colombia de Lorenzo, invicta en 25 partidos desde que asumió como seleccionador, tampoco se esperan grandes sorpresas. La portería del experimentado Camilo Vargas estará custodiada por Carlos Cuesta y Davinson Sánchez, mientras que el lateral derecho será Santiago Arias en lugar de Daniel Muñoz, expulsado al final del primer tiempo contra Uruguay. A la izquierda estará Johan Mojica. En el medio, sus hombres de confianza son Jefferson Lerma, John Arias y Richard Ríos, que se recuperó del golpe que lo hizo salir del partido semifinal para darle paso a Mateus Uribe. Los pases de James y la gambetas de Lucho deberían encontrar al potente John Córdoba, que ya desde la primera fase le ganó a Rafael Santos Borré el pulso para ser el delantero titular.

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