Rapinoe se retira del fútbol tras lesionarse a los dos minutos en su último partido y perder la final
El Gotham FC, entrenado por el español Juan Carlos Amorós, logra el título de la NWSL con un gol de cabeza de la también española Esther González
Megan Rapinoe, una futbolista única dentro y fuera del terreno de juego, colgó este sábado las botas. Lo hizo en San Diego, a los 38 años, en la final de la liga estadounidense, la NWSL, defendiendo los colores de su equipo, el OL Reign de Seattle, frente al Gotham FC de Nueva Jersey. Su carrera ha estado llena gloria, pero al final el destino le ha jugado un par de malas pasadas. En su último partido oficial con la selección falló el penalti decisivo que eliminó a Estados Unidos del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. En su último partido de clubes, este sábado, se lesionó tontamente a los dos minutos de partido y ya no pudo seguir jugando. Al final, su equipo cayó 1-2 ante el Gotham entrenado por el español Juan Carlos Amorós y con las españolas Maitane López y Esther González en sus filas.
Tras caer lesionada, Rapinoe exhibía una risa nerviosa sobre el césped. No se podía creer lo que le estaba pasando. El partido no había hecho más que empezar. Ya había dado un pase con el exterior que a punto estuvo de acabar en gol. Pero en el minuto 2.25, cuando el Gotham sacaba el balón jugado desde atrás, Rapinoe se resbaló al ir a presionar y se lesionó sola. La legendaria jugadora quedó tendida mientras llegaban las asistencias, pero se llevaba la mano al tobillo y era consciente de que no iba a poder seguir. El público del Snapdragon Stadium de San Diego la despidió con una ovación, pero también con algo de decepción.
La estrella estadounidense se quedó presenciando la final desde el banquillo. Desde allí vio cómo Lynn Williams marcó en el minuto 24 tras una gran internada por la derecha de Margaret Purce, adelantando así a Gotham. Rosa Lavelle empató para el OL Reign cinco minutos después en un ataque rápido, aprovechando el agujero que dejaron las centrales rivales. En el descuento de la primera mitad, Esther González marcó de cabeza desde el centro del área tras un saque de esquina lanzado por Purce, en lo que acabó siendo el gol decisivo. Veronica Latsko desaprovechó un mano a mano en el minuto 60 que habría igualado el partido tras otro desacople defensivo de Gotham. Una estirada de la guardameta, Mandy McGlynn, salvó a su equipo.
Latsko tuvo otra oportunidad casi a puerta vacía en el descuento en una jugada polémica al límite del tiempo. La cancerbera McGlynn había tocado con la mano fuera del área, Latsko lanzó y el balón se fue fuera. Tras la revisión de la jugada por el VAR, la guardameta fue expulsada y el OL Reign disponía de una falta al borde del área con una jugadora de campo de Gotham bajo los palos.
El título de campeón es todo un éxito para el español Juan Carlos Amorós, que hace unos días fue reconocido como el mejor entrenador del año de la NWSL. Amorós empezó su carrera como entrenador de fútbol femenino en el club inglés Tottenham Hotspur y pasó por el Betis en la temporada 2021-2022 antes de iniciar su aventura americana. Tras llevar al Houston Dash a su primera participación en los playoffs como entrenador interino el año pasado, Amorós firmó en noviembre de 2022 un contrato de tres años con el Gotham FC. Llegó a un equipo que había sido el último de la NWSL el pasado año con 17 derrotas en 22 partidos y lo ha hecho campeón.
Al tiempo que Rapinoe, en Gotham se despedía otra jugadora que ha marcado época en el fútbol femenino estadounidense, la central Ali Krieger, de 39 años, con un gran palmarés en la selección y en los clubes por los que ha pasado, pero a la que le faltaba también ganar la NWSL.
Orgullosa y sonriente
En la rueda de prensa de la víspera, Rapinoe había señalado que podía irse sonriente y orgullosa por toda su carrera. “Siempre he intentado jugar de la forma correcta, siempre he intentado disfrutarlo. Al fin y al cabo, creo que estamos en el negocio del entretenimiento y, especialmente en un deporte y una liga en crecimiento, creo que eso es muy importante”, señaló. “Siempre he intentado mejorar las cosas, y me voy muy orgullosa y feliz, no solo por mi contribución al deporte, sino por la época en la que he jugado. Sé que el fútbol está en un lugar mejor, y eso es mérito de todas las jugadoras que han formado parte de esta generación y han jugado en esta liga, algunas de nosotras con la selección nacional”, añadió. “Este año la liga ha sido una locura, ha sido muy divertido verla y formar parte de ella, con todas las historias, así que siento que puedo irme sonriendo pase lo que pase y muy orgullosa de toda mi carrera”.
La jugadora nacida en Redding (California) ha tenido un palmarés más corto en su carrera de clubes que con la selección. En 2013 ganó la liga y la copa francesa con el Olympique Lyonnais, pero no pudo conseguir la Champions. En Seattle, donde lleva jugando los últimos 10 años, el equipo ha sido en tres ocasiones el primero en la liga regular, pero las dos primeras perdió el título en las finales de 2014 y 2015 contra FC Kansas City y la tercera cayó en semifinales. La de este sábado era la última ocasión para ser campeona de la NWSL.
Con la selección estadounidense, mientras, logró el oro en los Juegos Olímpicos de 2012, fue subcampeona en el Mundial de 2011 (tras perder la final en los penaltis) y ganó los Mundiales de 2015 y 2019. En este último fue la máxima goleadora, la mejor jugadora en el conjunto del torneo y en tres de los partidos que disputó, incluida la final. Rapinoe se convirtió entonces en la imagen mundial de su deporte, especialmente con la icónica imagen de la celebración de un gol de la final con los brazos extendidos y su pelo lila. Fue elegida la Mejor Jugadora de 2019 por la FIFA y recibió el Balón de Oro, siendo la primera futbolista en la historia en lograr ambos galardones.
Huella fuera del campo
Trascendiendo sus éxitos dentro del campo, Rapinoe deja una huella aún mayor por su rebelión y compromiso personal, que la eleva por encima de otras jugadoras brillantes de su generación. Ha sido una incansable activista en favor de las minorías y de la igualdad y el reconocimiento del fútbol femenino. En 2022, el presidente Joe Biden le otorgó la medalla presidencial de la Libertad, el honor civil más importante de Estados Unidos. Antes, había estado enfrentada a su antecesor, Donald Trump.
Fue una de las 28 jugadoras que demandaron a la Federación Estadounidense de Fútbol (USSF) en 2019 por discriminación ante un tribunal de Los Ángeles, reclamando igualdad salarial con el equipo masculino. Fruto de aquella demanda, la Federación estadounidense anunció en mayo de 2022 sendos acuerdos con las asociaciones de futbolistas de uno y otro sexo para que las selecciones masculina y femenina cobraran lo mismo.
Acaparó la atención nacional por arrodillarse durante el himno nacional en un partido internacional en septiembre de 2016 en solidaridad con el jugador de la NFL Colin Kaepernick, que había iniciado ese gesto como protesta por el racismo y la discriminación.
Rapinoe también ha sido activista y defensora de los derechos LGTB. En 2012, semanas antes de los Juegos Olímpicos de Londres, Rapinoe reveló públicamente que era lesbiana en una entrevista para la revista Out, en la cual indicaba que había mantenido una relación con la futbolista australiana Sarah Walsh desde 2009. Tras casi cinco años juntas, rompieron su relación en 2013. Luego, Rapinoe y la artista Sera Cahoone anunciaron su boda en agosto de 2015, pero acabaron rompiendo su compromiso. Posteriormente, comenzó una nueva relación con la jugadora de baloncesto Sue Bird, cinco veces campeona olímpica con el equipo de baloncesto de Estados Unidos, que estaba este sábado en un palco en San Diego.
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