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La contrición de Davidovich: “Estaba ‘cagao’, no quería jugar ese punto...”

El malagueño cede ante ante Rune (6-3, 4-6, 3-6, 6-4 y 7-6(8) tras desperdiciar dos puntos de partido y jugarse un saque de cuchara en el instante decisivo del duelo

Davidovich, durante el partido contra Rune en el All England Tennis Lawn & Croquet Club.
Davidovich, durante el partido contra Rune en el All England Tennis Lawn & Croquet Club.TOLGA AKMEN (EFE)
Alejandro Ciriza

“Y Álex, ¿cómo va?”.

Cuando ya ha empezado la charla de rigor entre los periodistas y Carlos Alcaraz, el murciano insiste en dirigir la mirada hacia uno de los monitores que reflejan los resultados en la sala de conferencias. En ese instante, el malagueño Alejandro Davidovich está batiéndose con el danés Holger Rune y la cosa pinta bien, pese a que al andaluz se le haya escapado un jugosísimo 15-40 con 5-4, dos opciones para cerrar el partido, antes de que el acceso a los octavos de final se decida en la suerte del super tie-break; es decir, en un desempate a 10 puntos.

La renta de 8-5 conduce a pensar que Davidovich tiene muy cerca la victoria, pero en el tenis dos puntos son dos mundos, y el cerco del prometedor joven nórdico, ya número seis del mundo, va estrechándose. Con 8-8, al tenista español se le hace un nudo en la garganta y, presa de la tensión, decide probar con uno de esos llamativos saques de cuchara. Pero Rune le adivina la intención. A continuación, el rubio sentencia (6-3, 4-6, 3-6, 6-4 y 7-6(8), en 3h 59m), por lo que se enfrentará en la próxima estación al vencedor del pulso entre Tiafoe y Grigor Dimitrov (suspendido por la lluvia).

Antes de que el español inicie la conversación con los enviados especiales, atiende a la prensa local, que le tirotea porque no termina de entender que en esas circunstancias de partido haya podido ser capaz de intentar una maniobra tan arriesgada, aceptada en el reglamento y que al fin y al cabo es a todo o nada: si sale copa las redes de vídeos y si no funciona, también. Davidovich, franco, reconoce que le han podido los nervios, el momento. “¿Por qué no hacerlo?”, responde primero. “Pero no sé cómo puedo explicarlo, pero estás ahí abajo y todo el mundo grita, así que acabas poniéndote nervioso…”, razona después el andaluz, de 24 años y 34º del mundo; un jugador que persigue la regularidad, el salto, y que en otros tiempos tenía tendencia a dejarse llevar con trucos que solo imaginan las mentes más creativas. Y riesgosas.

Durante el turno con los periodistas españoles, el malagueño se abre más y hace un ejercicio de contrición. “Lo voy a decir con término andaluz: estaba cagao. No había hecho ningún saque por abajo en todo el partido y a lo mejor creía que le sorprendía… Pero no ha sido así. No quería jugar el punto, estaba temblando y es una experiencia más que me llevo. No sé qué hubiese pasado si hubiera jugado valiente, la próxima vez será”, introduce.

“Si la gente es un poco inteligente, sabrá que por ese shot [tiro] no voy a perder el partido”, prosigue Davidovich, que en 2017, como júnior, conquistó el trofeo londinense. “Sencillamente, él ha sido más valiente que yo. Cuando he tenido los dos match points, él ha subido a la red y después ha hecho un ace. Ha sido más valiente. Los puntos son muy largos y hay que seguir jugando; a lo mejor hubiera una la derecha en el 9-8, subo la red y le gano... Vete tú a saber qué pasa...”, se explica; “al final, tienes que aceptar lo que es y cuando estás cagado, lo tienes que aceptar, porque si estás mintiéndote a ti mismo. Y eso no es bueno. Yo lo reconozco y se lo he dicho a mi equipo cuando los he visto; estaba muy tenso en el 8-8 y me ha salido lo primero que me ha venido a la cabeza, y ya está…”.

Preguntado por si él hubiese sido capaz de hacer algo similar, Rune contesta: “No, no lo hubiera hecho. Pero cada jugador es diferente y tiene su estilo. Creo que hubiese confiado en hacer un saque fuerte, como lo he hecho cuando he salvado los dos match points. Pero cada persona es cada persona... Él no ha botado la bola, así que me temía que iba a hacer algo distinto. Cuando lo he visto, he corrido y le he pegado hacia donde no estaba él; quizá he tenido un poco de suerte, pero he acertado”.

EL TORNEO SE QUEDA SIN BRITÁNICOS

A. C. | Londres

Katie Boulter era la única representante local que seguía en pie, pero Elena Rybakina la fulminó en 57 minutos y, por tanto, borró la huella británica del torneo. El doble 6-1 firmado por la defensora del título significa que, por segunda vez en las cuatro últimas ediciones, Reino Unido no contará con ningún tenista en los octavos. El día previo cayeron Andy Murray, Cameron Norrie y Liam Broady. Ahora, la kazaja chocará con la brasileña Beatriz Haddad-Maia, superior a Sorana Cirstea (doble 6-2).

A Rybakina le acompañarán en la siguiente fase Aryna Sabalenka (6-2 y 6-3 a Anna Blinkova), emparejada con Ekaterina Alexandrova (6-0 y 6-4 a Dalma Galfi), y Ons Jabeur, finalista el curso pasado. La tunecina venció a Bianca Andreescu (6-3, 3-6 y 6-4) y afrontará un duro cruce con la bicampeona Petra Kvitova (6-3 y 7-5 a Natalija Stevanovic). Por su parte, Madison Keys despachó a Marta Kostiuk (6-4 y 6-1) y aguarda a que se resuelva el Potapova-Andreeva, postergado por la lluvia.

En el cuadro masculino, Matteo Berrettini (6-3, 7-6(4) y 7-6(5) a Alexander Zverev) tiene un compromiso con Carlos Alcaraz, mientras el checo Jiri Lehecka (6-2, 7-6(2), 6-7(5), 6-7(9) y 6-2 a Tommy Paul) encara a Daniil Medvedev (4-6, 6-3, 6-4 y 6-4 a Marton Fucsovics). En paralelo, Stefanos Tsitsipas (6-4, 7-6 (5) y 6-4 a Laslo Djere) se enfrentara a la revelación norteamericana, Christopher Eubanks, quien con su 2,01 de estatura sigue sorprendiendo y dio buena cuenta de Christopher O’Connell (7-6 (5), 7-6 (3) y 7-6 (2).

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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