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Adiós a Josep Maria Fusté, un ambidiestro de categoría

El mítico futbolista del Barça en la década de los sesenta, 406 partidos jugados y 117 goles, muere a los 82 años

Ramon Besa
Barcelona -
Josep Maria Fusté, en una imagen de archivo sin fechar.
Josep Maria Fusté, en una imagen de archivo sin fechar.

El culto a los centrocampistas alcanzó la plenitud en el Barça el día en que Iniesta y Xavi se coronaron junto con el ganador Messi en el podio del Balón de Oro de 2011. Ambos han sido herederos de singulares volantes con un exquisito buen gusto por el fútbol como Josep Maria Fusté (Linyola, Lleida; 1941), fallecido este jueves a los 82 años en Barcelona. Fusté fue uno de los interiores azulgrana más finos y carismáticos en una época muy complicada para el club (1962-1972) después de la pérdida de la Copa de Europa de Berna en 1961.

El equipo en el que competía Fusté fue más protagonista en las competiciones coperas que en la Liga. Las tres Copas del Generalísimo (1962-1963, 1967-1968 y 1970-1971) y la Copa de Ferias de la temporada 1965-1966 ilustran el palmarés de un jugador que fue capital en la selección española que conquistó la Eurocopa de 1964. Fusté, el 10 del Barça que vestía el 6 con España, formó la medular con Zoco y destacó especialmente en la semifinal ganada a Hungría antes de doblegar en la final a la URSS.

Internacional en ocho ocasiones, formó también con el Hércules (192-1974), donde se retiró después de que el Barcelona le homenajeara el 30 de agosto de 1972, y con anterioridad actuó como cedido en Osasuna (1960-1962). Fusté, conocido como el Maonet, por el nombre de la casa en que nació en Linyola, había llegado al club barcelonista a los 12 años. Captado por el cazatalentos Josep Boté, debutó oficiosamente a los 17 años y oficialmente en un partido de la Copa de Ferias de 1962.

Aunque se le tenía por un excelente zurdo, era diestro de nacimiento y solo activó la pierna izquierda después de una lesión en la derecha, circunstancia que le convirtió en un volante muy completo, excelente técnicamente y con un buen sentido del juego en un plantel falto de regularidad como era entonces el Barça. A Fusté le encantaba jugar y en cambio le costaba entrenar, distante como era con los entrenadores que anteponían el esfuerzo al talento y próximo a futbolistas como Martí Filosía o Carles Rexach.

Muy aficionado también al tenis y vinculado en su momento a Convergència Democràtica de Catalunya, siempre se mantuvo unido al Barcelona, especialmente a los veteranos, hasta el punto que estuvo entre los dirigentes de la Agrupació de Jugadors desde 1976 hasta 1989, año en que fue precandidato a las elecciones presidenciales antes de unir su proyecto con el de Sixte Cambra. A partir de 2010 se convirtió, junto con Migueli y Rexach, en asesor de las directivas de Sandro Rosell y Josep María Bartomeu.

“Mi más sentido pésame a la familia y amigos de Josep Maria Fusté, un hombre de club, figura legendaria del Barça y alma de la Agrupació de Jugadors del Fútbol Club Barcelona durante muchos años, descase en paz”, expresó el presidente Joan Laporta. Las muestras de condolencia se sucedieron para un jugador cuya huella quedó marcada en las finales de Copa de 1968, conocida como la de las botellas, o la de 1971 ganada al Valencia, y también por la eliminatoria de la Recopa jugada contra el Colonia en 1968-1969.

Fusté fue un futbolista solemne y a su manera también rebelde, atado a la pelota y alejado de la pizarra y del protocolo, capaz de acudir con un polo arrugado y en chancletas a la recepción de El Pardo organizada por la conquista de la Eurocopa de 1964 después de pasar una noche loca en Madrid con su amigo Calleja. “Con usted quería hablar señor Fusté” le dijo entonces Franco. No se sabe qué le dijo salvo que se trataba de un asunto relacionado con el servicio militar y no con su vestimenta ni con el fútbol ni con el Barça.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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