Jay Vine, el líder de la montaña que se hizo un hueco en la élite ganando a 130.000 ciclistas en un rodillo

Arrancó al comenzar el Pico Jano, último puerto de la quinta etapa y primera llegada en alto de la Vuelta, y ya nadie le atrapó. Ni siquiera Evenepoel ni Mas, capaces de desfigurar por un día a Roglic. Al cruzar la meta, se sucedieron los abrazos en el equipo Alpecin. Su arriesgada apuesta había dado éxito; Jay Vine (Australia; 26 años), corredor virtual y de rodillo hace un par de años —aunque formaba en el ARA, equipo Continental australiano—, se acababa de laurear. Algo que no resultó circunstancial como se ha visto de nuevo este sábado, vencedor en la etapa entre Pola de Laviana y el Colláu Fancuaya, primer clasificado en los seis puertos de montaña del día, lo que le otorga el maillot de lunares.

Todo comenzó en 2020 con la pandemia. “¿Echas de menos montar en bicicleta en grupo? Participa en la nueva serie de ciclismo de Alpecin en Zwift”, explicaba el equipo belga en su página web junto a Zwift, patrocinador y compañero de viaje, organizador de carreras virtuales sobre rodillo; “los ganadores tendrán un puesto en el equipo masculino Alpecin-Fenix y en el femenino Canyon SRAM Racing”. Ese resultó ser Jay Vine.

Fueron 130.000 las personas que se apuntaron al reto. “Les hicimos pasar seis entrenamientos estructurados y dos recorridos generales dentro de un tiempo. Y les evaluamos aspectos como potencia, cadencia, vatios/Kg, resistencia…”, explica Thomas Sneyers, jefe de marketing del equipo Alpecin; “todos estos datos se comparten con los entrenadores de Zwift Academy y el departamento de rendimiento de Alpecin. Y así escogemos a cinco finalistas, que pasan una semana juntos para superar los últimos desafíos”. Éxito para Vine. “Luché contra muchos por la plaza y ahora he ganado una etapa. Es un sueño hecho realidad”, concedió Vine.

“Es sorprendente”, dice Juanma Gárate, director deportivo del EF Education. “Es que fue espectacular cómo ganó. Vine mueve muchos vatios, pero para vencer hay que saber moverse por el pelotón, hacer bien las bajadas y llegar primero a la montaña”, amplía Oliver Cookson, uno de los directores deportivos de Ineos. En un mundo en el que la tecnología marca las pautas, ya que cualquier corredor puede subir sus datos de su gps en la aplicación Strava y les llega un correo a todos los directores deportivos, Zwift y Alpecin han inventado una alternativa. “Para fichar utilizamos tecnologías y miramos los números, que no mienten. Pero luego hay que ver la actitud en carrera, que sea ganador. Puede que uno sea el más potente y no sepa colocarse en el pelotón”, explica Gárate. “Tenemos mucha gente que observa todo tipo de carreras: pequeñas, sub 23, ciclocross y hasta BMX. Tenemos la mentalidad abierta”, agrega Cookson. Pero llegar desde el rodillo se le ocurrió a Alpecin. “Al ganador le damos todos los conocimientos sobre rendimiento y aprendizaje técnico”, resuelve Sneyers.

Después de Vine, el año anterior, se apuntaron otros 150.000 corredores virtuales para luchar por la oportunidad de llegar al Alpecin. Y, tras la última semana en Mallorca, venció otro australiano, Alex Bogna, de 19 años. “Vimos que era pronto para que compitiera en las carreras World Tour y le hicimos un contrato de dos años —en principio se ofrece uno— para que viviera plenamente como un profesional”, explica el director de marketing. Ya hay cola para esta edición de 2022. “Y los ganadores nuevamente obtendrán un contrato con nuestro equipo”, constata Sneyers.

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